Máscaras, hogueras y gastronomía: tradiciones que del carnaval de Hungría

EXPRESO - 09.02.2024

La llegada de la primavera viene acompañada de la celebración del carnaval húngaro, así como de diversas historias, costumbres y creencias.

Despedirse del invierno en Hungría es mucho más que un simple cambio de estación. Se trata de un acontecimiento que va más allá del florecimiento de los almendros, ya que tiene una larga tradición que se remonta a hace décadas: la celebración del carnaval. 

Un momento del año en el que tanto turistas como locales pueden disfrutar de las festividades y las delicias gastronómicas en las grandes ciudades del país como Budapest, Debrecen, Szeged, Miskolc o Pécs; y en el que diferentes generaciones pueden experimentar la esencia de la cultura húngara.

Busójárás, un paseo por el carnaval húngaro

El período de carnaval en Hungría se extiende desde la Epifanía, el 6 de enero, hasta el Miércoles de Ceniza, que tiene lugar el 14 de febrero de este año. Aunque si hay una celebración que marque esta temporada, esa es la Busójárás.

Se trata de una fiesta folclórica conocida y visitada internacionalmente que tiene lugar del 8 al 13 de febrero, y cuyo origen proviene de la tradición del pueblo Sokác de Mohács, según la cual los antiguos habitantes de la zona se escondían en el pantano vestidos con máscaras y hacían ruido para ahuyentar a los turcos supersticiosos.

La auténtica esencia de los Busójárás es 'poklade', que significa transformación, ya que es una época en la que se permiten muchas cosas que la vida cotidiana no permite. Es por eso por lo que el rostro y la identidad debe permanecer oculta durante la festividad, incluso algunas personas intercambian sus máscaras realizadas por talladores profesionales y artesanos populares.

En este punto es donde aparece el 'busó', el verdadero protagonista de la fiesta. Un monstruo con cara de madera, abrigo de piel y pantalones rellenos de paja. Lleva el pelo recogido con una cadena o cuerda, a veces un cinturón, y siempre lleva un accesorio como un mazo de madera, incluso en ocasiones se trata de un tenedor de madera, un megáfono, una muñeca en una bañera de madera o una calabaza atada a la cintura.

Otra de las actividades más populares durante estos días es el encendido de hogueras por la noche, que tiene lugar el Domingo de Carnaval.

Aquí es cuando los busós cruzan el Danubio en un desfile y se enciende una hoguera en medio de la plaza principal para que todo el mundo baile al compás de los músicos folclóricos a todo volumen, que acompañan con una banda de pandereta y gaiteros.

Otras tradiciones populares

Según las supersticiones asociadas con la celebración del carnaval, existe una tradición llamada kiszebáb en la que los niños crean títeres, que dan el nombre a esta costumbre, y los queman para librarse de los males.

Antiguamente, se llevaba a cabo una procesión que terminaba en la hoguera, donde la gente se reunía para sujetar el muñeco con etiquetas y tirarlo al fuego. Mientras estos papeles se desvanecían, los aldeanos cantaban canciones folclóricas, una tradición que persiste hoy en día y con la que los ciudadanos continúan dando la bienvenida a la primavera.

Una tradición marcada por la gastronomía

Como en todas las grandes festividades, el carnaval en Hungría y la gastronomía van de la mano. Y es que este es el momento en el que se sirven los platos y recetas más tradicionales del país, como el famoso goulash.

Entre los platos típicos de esta fiesta están las carnes 'borrachas' asadas al vino como el pollo, el pato, el roast beef al vino tinto o la ternera; así como la llamada 'hungaricum de invierno', una sopa de carne en formato de gelatina.

Aunque el plato más clásico del carnaval es la rosquilla, que adopta diferentes formas de una región a otra, pudiendo ser salada, dulce y con o sin relleno. Además, en Hungría, muchas supersticiones están asociadas a las rosquillas. En Szerémség, por ejemplo, los ciudadanos las elaboraban para asegurarse de que las tormentas no volaran los techos de sus casas.

Uno de los momentos del carnaval en los que la comida es la auténtica protagonista es el conocido como Jueves Glotón, un día en el que, según la tradición, se deben comer todos los alimentos grasos antes de empezar con la cuaresma y que se celebra el jueves posterior al Miércoles de Ceniza.

Expreso. Redacción. J.R

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