Cómo aprovechar una parada en Lisboa con TAP

EXPRESO - 02.05.2024

TAP Air Portugal, la aerolínea de bandera portuguesa, permite hacer un stopover de hasta 10 días de duración para conocer los atractivos de la capital lusa.

El stopover es una parada que se hace entre el punto de origen y el de destino durante un vuelo, y además de aligerar un trayecto largo, también es una excusa perfecta para descubrir dos destinos por el precio de un solo billete de ida y vuelta.

Con TAP Air Portugal, antes de continuar hacia vibrantes destinos como Brasil, Estados Unidos, o las exuberantes islas Madeira y Azores, el pasajero puede programar una escala de hasta 10 días sin coste adicional en la tarifa para perderse en la encantadora Lisboa.

A continuación, desde la aerolínea nos detallan seis planes para aprovechar una estancia exprés y conocer la esencia de la ciudad de las siete colinas:

1. Pasear por el casco antiguo lisboeta

La primera tarea tras aterrizar en la cosmopolita y cultural capital lusa es dar un paseo por su centro histórico para tomarle el pulso a la ciudad y encontrarse los icónicos tranvías amarillos y fachadas de azulejos que con frecuencia invaden las redes sociales.

Es imprescindible descubrir por cuenta propia los rincones ocultos de Bairro Alto y Alfama, una antigua zona de estrechas calles empedradas que llevan al Castillo de San Jorge, a la Sé de Lisboa o al Mirador de Santa Lucía, uno de los mejores lugares para obtener una panorámica del río Tajo.

2. Maravillarse con su espléndida arquitectura

No son pocos los monumentos históricos que adornan Lisboa, pero hay dos que merecen una visita obligatoria por su estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO: la Torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos. El primero es una reconocible y sólida estructura defensiva erigida en el siglo XVI a orillas del Tajo.

El segundo edificio, por su parte, sorprende a los visitantes con los intricados ornamentos presentes en su fachada, y representa uno de los ejemplos más notables del estilo manuelino portugués.

3. Descubrir su atractiva oferta cultural

Tras una breve incursión en los puntos de mayor interés de la ciudad, es el momento de profundizar en su amplia oferta de planes culturales.

Con el Programa Stopover de TAP Air Portugal, que cuenta con la colaboración de Turismo de Portugal, pueden conseguirse hasta 290 descuentos exclusivos en hoteles y restaurantes, pero también en museos, excursiones guiadas, y otras emocionantes actividades para conocer sus rincones más cautivadores.

4. Disfrutar de la gastronomía lusa

No es de extrañar que la gastronomía se haya convertido en uno de los grandes reclamos de Lisboa, pues todo el que la visita queda enamorado del bacalhau en todas sus elaboraciones, las suculentas francesinhas o su variedad de vinos regionales.

Desde tascas y tabernas de toda la vida, hasta restaurantes de estrella Michelin, la capital portuguesa tiene propuestas gastronómicas para todos los paladares. En la ruta por sus platos más emblemáticos no puede faltar una parada en una cafetería típica para degustar los Pastéis de Belém, un dulce postre a base de nata y canela.

5. Sumergirse en la animada vida nocturna

Al caer la noche, los barrios de Chiado y Bairro Alto se convierten en el epicentro de la burbujeante vida nocturna de la ciudad, marcando el momento idóneo para disfrutar de sus bares, discotecas y locales de música en directo.

Estos últimos son un imprescindible para experimentar la belleza del fado, un clásico y nostálgico estilo de canción portuguesa acompañada de guitarras.

6. Bonus: hacer una excursión de un día a las ciudades colindantes

Si se dispone de algo más de tiempo, es recomendable reservar un día para conocer las joyas arquitectónicas y naturales situadas a poca distancia de la capital. Una de ellas es Setúbal, un municipio enclavado entre los impresionantes paisajes del Parque Natural da Arrábida y el estuario del Sado.

A tan solo 40 kilómetros de Lisboa, este destino poco masificado es ideal para los viajeros más gourmets. También Sintra, a unos 20 minutos en coche de la capital, causa impresión con su enigmática Quinta da Regaleira, famosa por resguardar en sus jardines la torre invertida de Sintra, mientras que la colindante región del Alentejo esconde entre sus vastas tierras las kilométricas playas de Comporta y Melides o la extraordinaria Évora.

Expreso. Redacción. J.R

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