Sin Peregrinos no hay Camino

lector (no verificado) - 05.03.2019

Juan Guerrero Gil, vicepresidente de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago

Breve, esquemático y reivindicativo, Juan Guerrero Gil en Fairway 2019. "El Camino es mucho más que el Francés y Galicia; se está relegando a los otros caminos". "Al Peregrino se le está privando de la magia del momento culminante, que es la llegada".

Breve, esquemático y reivindicativo, Juan Guerrero Gil en Fairway 2019. "El Camino es mucho más que el Francés y Galicia; se está relegando a los otros caminos". "Al Peregrino se le está privando de la magia del momento culminante, que es la llegada".

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En el recien celebrado 'Fairway 2019', en Compostela, Juan Guerrero Gil presentó en el debate 'Xacobeo 2021' una ponencia en representación de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, aportando "más de 30 años de experiencia en la recuperación de la Peregrinación a Compostela por los múltiples Caminos de Santiago que recorren España".
Su intervención fue breve, esquemática y reivindicativa. Su planteamiento, en cinco puntos "que la Federación Española considera fundamentales", podría ser el eje de otros tantos debates sobre algo tan atractivo y tan actual como el 'Camino', que, si bien no tendría sentido sin el fin común que es la 'Meta', aporta al Peregrino satisfacciones que cada uno extrae de la experiencia según su particular proyecto.
1. Su primera reflexión es sobre la hospitalidad, como "seña de identidad del Camino, probablemente la que lo distingue de cualquier senderismo y con seguridad la más apreciada por los Peregrinos, sobre todo los extranjeros". Propone publicitarla y promocionarla, sobre todo para diferenciarla de la 'recepción' que encontramos en cualquier hotel. Contar con hospitalidad es hallar asistencia, acogida y, en definitiva, protección. Parece fundamental que el peregrino se sienta amparado.
2. La segunda consideración se refiere a la relegación de los "Otros Caminos", por parte de las distintas Administraciones, que siguen centrando sus ayudas y mejoras en los caminos más frecuentados (está claro que se refiere al Camino Francés) en la actualidad, considerando que es "una visión cortoplacista que no resuelve los problemas de saturación que están destruyendo el Camino y, lo que es peor, está contribuyendo de forma eficaz a la banalización de la peregrinación". Todo ello en contraposición con el incremento de afluencia en esos Otros Caminos que trata de rehabilitar y potenciar la Federación que representa, los cuales, además de no estar masificados, proporcionan una acogida más parecida a la hospitalidad. "Cada vez más Peregrinos anteponen esta Acogida a las facilidades que un camino sobresaturado y súper mercantilizado puede ofrecer". Como ejemplo, nos citaba el 'Camino mozárabe', que, después de recorrer gran parte de Andalucía, se incorpora en Mérida a la ruta de la plata, para entrar en Galicia por tierras orensanas. Juan Guerrero estima que en la concesión de las ayudas "debería tenerse en cuenta las ventajas no sólo económicas, también sociales y culturales que los municipios más necesitados obtienen con la recuperación del Camino".
3. "Nos parece necesario prestar mucha más atención al Peregrino de 'largo recorrido'". En este punto recuerda que "infinidad de caminos que empiezan en cualquier lugar de España o de Europa, han conformado el Camino de Santiago desde el siglo IX", sin olvidar todos los que tienen su origen en Asia, África o América y que, "en definitiva, el Camino es mucho más que el Francés y Galicia; es conveniente revisar el criterio de los cien kilómetros".
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En la actualidad, la Oficina de Acogida al Peregrino, dependencia de la Catedral de Santiago, expide el tradicional certificado de la peregrinación, conocido como 'La Compostela', a todos los peregrinos que visitan la tumba del apóstol acreditando convenientemente haber recorrido a pie o a caballo al menos los últimos cien kilómetros. Es posible que esta burocratización del peregrinaje, con un justificante "cómodo" (caminar "sólo" 100 kilómetros) contribuya también a esa banalización de la peregrinación, que citaba antes Juan Guerrero, y propicie que el romero desestime el resto del camino o, como poco, lo considere de menor importancia. Y, aunque los Caminos sean infinitos o al menos tantos como caminantes se dirigen a Compostela, no hay que olvidar que los más clásicos y consolidados (el Francés, el Inglés, el Mozárabe, el Portugués...) han logrado ese carácter por la acumulación de historia y cultura seculares, que los arropa a lo largo de miles de kilómetros, no sólo los cien últimos.
4. "La llegada a Santiago es sin duda el momento culminante de la Peregrinación. Por causa de la saturación, por razones de seguridad, por lo que sea, se está privando al Peregrino de la magia del momento, dificultando e incluso impidiendo que cumpla con las costumbres que la tradición nos ha legado". En un aparte, Juan Guerrero Gil nos lo aclara. Actualmente, el peregrino no puede 'tocar' y 'dar el cabezazo' al apóstol en el recién restaurado Pórtico de la Gloria, pero es que tampoco puede acceder a ese lugar si no consigue antes, sufriendo una larga cola y pagando, el boleto correspondiente. Tampoco le está permitido entrar con su mochila, que le acompañó durante cientos de leguas. Ni hacer fotos de la escultórica joya, ni siquiera sin flash. Y tendrá que hacer otra cola para entrar en la Catedral y ver el botafumeiro en acción (gratis, con suerte) y para visitar la Tumba del Apóstol. Ciertamente, no es fácil, para alguien que ha caminado muchos días y cientos de kilómetros con el único objetivo de llegar a esa reliquia que está cerca del 'fin de la tierra', entender que la tradición secular se haya complicado y mercantilizado hasta ese extremo. Como volvía a recordar durante el mismo debate D. Segundo López, deán de la Catedral, la meta es Santiago, la Catedral y la Tumba del Santo.
5. La última observación del señor Guerrero es sobre la figura del Peregrino (en todo momento esta palabra clave va escrita con mayúscula en su discurso) y el riesgo de que acabe anulada por otras ajenas al espíritu del romero. "Es de agradecer el esfuerzo de todos para mejorar la comodidad y la seguridad del Camino, pero no podemos perder de vista que determinados excesos no son necesarios para el Peregrino, aunque puedan parecer convenientes para el viajero o el senderista. Si éstos llegaran a anular al Peregrino, el Camino desaparecería, porque sin Peregrinos no hay Camino".
Expreso. Santiago de Compostela. Manolo Bustabad Rapa
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