Nuestro paso por la ciudad de Matanzas distó mucho de ser pausado, pero esta ‘Atenas cubana’ es tan especial que nos dejó en la retina y en algún rincón de nuestro cerebro un buen puñado de perlas que trataremos de ir recuperando para contárselas en Expreso. Lo de Ercilio no es una perla, es una inmensa barrera de coral, fascinante, de la que puedes ver el principio pero no vislumbras el final.
Estamos hablando de Ercilio Vento Canosa, médico forense, arqueólogo, antropólogo, espeleólogo desde hace 50 años, director de la primera Escuela de Espeleología de Cuba en 1985 y presidente de la Sociedad homónima desde 1998, profesor de universidad, presidente de la Comisión Provincial de Monumentos y de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba.
Logró que se decretaran Patrimonio Nacional la Caverna de Bellamar, la de Santa Catalina y el Sistema Cavernario de Bellamar. En 1997, sus descubrimientos confirmaron el carácter multirracial de los aborígenes americanos. La lista de idiomas que domina es abrumadora, entre ellos las lenguas antiguas sánscrito, latín hebreo y arahuaco. Tiene más de 400 publicaciones en 12 países, entre ellas, cinco libros y otros ocho en vías de edición.
No estaba en el programa. Tuvo la idea Alexander Sierra Bouzas, el director de Desarrollo del Ministerio de Turismo de Cuba, en el papel de anfitrión nuestro. De pronto se le iluminó la faz a la vez que decía: ¡Tengo que intentarlo! Si viene, van a ver qué maravilla. El profesor Vento acudió a la llamada sin saber que, además de la improvisación, iban a proponerle resumir 320 años en 5 minutos.
No fueron 5, fueron 13 y 51 segundos. Suficientes para descubrirnos la historia y la cultura de esta sabia ciudad de los 3 ríos, 30 puentes y setenta sobrenombres. Enseñarnos que ‘Matanzas es una ciudad de primicias’, que ‘sus manzanas fueron hechas siguiendo la proporción áurea de Vitrubio, contienen el número mágico 1,618’.
Sus calles con orientación Este – Oeste ‘nos indican en que estación y mes estamos, con sólo seguir la sombra de sus aceras’. ‘La primera ciudad moderna, construida para ser vivida, ajustada a criterios urbanísticos, paisajísticos, geográficos y arquitectónicos específicos para hacerla habitable’.
Pero Ercilio no lo contó así a borbotones, con este desorden. Él empezó por el principio. Por aquellos náufragos de septiembre de 1510, de los que sólo sobrevivieron 5.
Y la llegada de Pánfilo de Narváez en 1513 (mientras Nuñez de Balboa avistaba el ‘pacífico’ mar del Sur), que por aquel hecho cambió el nombre de Bahía de Guanima, en lengua arahuaca, por el de Bahía de Matanzas, creando así uno de los topónimos más antiguos de Cuba, que ya se recoge en un mapa confeccionado por Juan de Vespucci en Sevilla, en 1526.
El nombre de Matanzas cumple, pues, este año sus primeros quinientos. No así la ciudadela y fortaleza, que nació en 1690 formando parte del anillo defensivo de la Habana. Y para eso tuvo que llegar de Valmaseda (Vizcaya, España), hoy Balmaseda, Severino García de Manzaneda Salinas Silveira de Zumalave y Rojas, y diseñar la ciudad ‘in situ’, para acoger a sus primeros moradores: 30 familias canarias.
Fueron llegando los cultivos, el café, el tabaco y, por fin, en el primer tercio del siglo XIX, el azúcar. Pronto se convirtió en el centro azucarero del país, con gran pujanza económica, artística y literaria, hasta el punto que el 18 de febrero de 1860, en la inauguración del Liceo Artístico Literario, se proclama la ciudad ‘Atenas de Cuba’.
Los nombres ilustres se suceden, con Bonifacio Byrne, Agustín Acosta, José Jacinto Milanés, Juan Francisco Manzano…En esta provincia se iza la bandera nacional por primera vez, en Cárdenas. Era el año 1850.
Matanzas es la Sede por excelencia de las Expresiones Culturales Africanas, con muchas religiones, 52 denominaciones protestantes, y algo de vudú. Los esclavos la llamaban Ataya, ‘aquel lugar lejos’, Olinganga, ‘cazuela de los metales’. A orillas del río Canímar se encuentra el cementerio aborigen más antiguo de Cuba, con 7.500 años.
Hoy es una ciudad de 154.000 habitantes y en crecimiento, debido a la fuerte inmigración que provoca el floreciente turismo de esta provincia. Pero ‘el turismo no tiene que ser sólo sol, playa y gastronomía, la cueva de Bellamar, que quizás necesita una estrategia renovada, es una maravilla y la única del mundo que proyecta en 3D’, reflexiona el profesor. Se nota que la espeleología ocupa hoy un lugar fundamental en sus prioridades.
Se acabó nuestro tiempo y tenemos que despedirnos de este ‘hombre del Renacimiento’, como lo denomina Gisselle Morales, reportera de Escombray; este humanista que combina genes de Italia, Francia, Galicia, Canarias, Sur de España…; este hombre menudo, todo alma, que desde el 2009 es el Historiador de la Ciudad de Matanzas.
Gracias por sus magistrales palabras en 13 minutos y 51 segundos.
¡Y pensar que estuvimos a punto de pasar por aquí sin conocerlo…!
Expreso. Matanzas, Cuba. Manolo Bustabad.
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José M. Roqué (no verificado)
04.12.2014 - 18:45
Estoy interesado en conocer algun dato sobre Antonio Pagani Nicola que vivió en Barcelona (España) y posteriormente emigró a la Ciudad de Matanzas hacia 1847, probablemente trabajando en hosteleria o similar ; desconozco la existencia en Cuba de algun archivo o entitad a la cual poderme dirigir. Les agradeceré cualquier información