Menú de navegación
Soweto, a los dos lados de la línea
EXPRESO - 18.07.2011
Otros imprescindibles de SowetoComo mejor se disfruta Soweto es caminando despacio, charlando con estas gentes tan amables
La desgarradora lucha contra el apartheid, que vivió aquí sus momentos más emblemáticos, asocia aún su nombre con pobreza y conflictos raciales. Pero Soweto, creada a mediados del siglo XX para alojar y oprimir a los africanos negros, es hoy un lugar orgulloso de su historia.
Apacible, colorida, inmensa hasta donde se pierde la vista, sus millones de casitas de planta baja encienden el corazón vibrante de Johanesburgo, la ciudad más intensa de Sudáfrica.
Situada al suroeste de la gran urbe, Soweto –una contracción del inglés ‘South Western Township’ que significa Municipio del Suroeste- es con diferencia el mayor barrio de Joburg, como llaman sus habitantes a la ‘capital africana’.
Aquí vive el 46% de su población, unos 4,5 millones de personas porque, en realidad, Soweto es muchos barrios en uno. Algunos como Orlando West y Dube, más acomodados, pero la mayoría formados por calles de viviendas diminutas acicaladas con esmero.
No hay grandes calles con tiendas, solo algunos pequeños comercios diseminados, pero incluso los puestos más humildes, de madera y chapa, lucen cuidados y limpios.
Hace poco Soweto era solamente un cúmulo de casas y chabolas en desorden, pero el esfuerzo de los ‘sowetan’ y el empuje del Mundial de Fútbol 2010 lo ha convertido en un lugar que recibe cada día a más turistas y viajeros de negocios.
Al fin y al cabo, en este barrio increíble están algunos de los lugares emblemáticos de la historia sudafricana. Un recorrido por ella puede comenzar en Freedom Square, la magnífica Plaza de la Libertad, en el distrito de Kliptown.
Su nombre oficial es Walter Sisulu Square, y en la parte baja se encuentra el Hotel Soweto, un cuatro estrellas que formó parte de la red de alojamientos oficiales durante el Mundial.
Abierto hace pocos años, este alojamiento tan agradable es un impecable proyecto de hormigón visto comparte edificio con un mercado animadísimo, la oficina de información turística y un pequeño centro de conferencias, el Soweto Conference Center, con capacidad para unas doscientas personas.
Justo enfrente, el Walter Sisulu Square, un palacio de congresos mucho más grande, donde se celebran a menudo eventos que superan los dos mil asistentes.
En Kliptown nadie olvida una fecha, la del 26 de junio de 1955. Ese día, más de tres mil representantes de la resistencia contra el apartheid atravesaron los cordones policiales para entrar en esta plaza polvorienta y redactar la Carta de la Libertad.
Ese día Nelson Mandela tuvo que permanecer escondido para evitar a la policía, que tardó más de veinticuatro horas en disolver la concentración. Tendrían que pasar todavía cuatro décadas hasta que Sudáfrica lograra tener por fin su primera Constitución Democrática, pero aquella Carta fue el documento fundacional, la piedra angular del Congreso Nacional Africano.
Aquí es difícil olvidarlo, todo está cargado de simbolismo. La diagonal que cruza el pavimento rojo de la plaza separa la vieja de la nueva Sudáfrica. Soweto, a los dos lados de la línea. En la fachada del Centro de Congresos, miles de cruces recuerdan la forma de voto en aquellas primeras elecciones democráticas.
Justo al lado está la estación de tren de Kliptown, que une Soweto con el resto de barrios de Johanesburgo. Atravesando las vías, una zona multicultural donde además de sudafricanos viven chinos, indios, irlandeses…
Desde el propio Hotel Soweto organizan tours en bicicleta y a pie, con paradas en los lugares más importantes. Uno de los paquetes incluye un masaje por la tarde, ya de vuelta.
Otros imprescindibles de Soweto
Otros imprescindibles de Soweto
Como mejor se disfruta Soweto es caminando despacio, charlando con estas gentes tan amables. Pero las distancias son enormes, así que conviene armarse de plano y subirse al tren, al autobús o a una simple bicicleta, y detenerse de vez en cuando para callejear.
A pesar del encanto innegable de su paisaje urbano, suficiente para el viajero más exigente, en Soweto hay algunos lugares imprescindibles que no se pueden pasar por alto.
Situada en el distrito de Orlando West, Vilakazi Street presume de ser la única calle en el mundo en la que han vivido dos premios Nobel, Nelson Mandela y el obispo Desmond Tutu.
La cantidad de viajeros que visitan esta calle la ha transformado en un lugar turístico, con puestos de mercadillo muy apetecibles. Se puede encontrar, por ejemplo, un vestido de estilo africano con pañuelo a juego por unos 100 rands.
En el cruce entre Vilakazi Street y Ngakane Street, está la casa, pequeña, donde creció el futuro presidente Mandela, ahora convertida en Museo. En ella vivió con Winnie, su primera esposa y gran dama de Sudáfrica, y nacieron sus hijas Zenani y Zindziswa. Estaban todavía aquí en 1960, cuando él entró en prisión. Justo al doblar la esquina hay un restaurante muy agradable con terraza, el Sahkumzi. Un poco más adelante, el Nambitha, algo más económico.
Hector Peterson Memorial & Museum
La ciudad de Joburg construyó este impactante Memorial para recordar para siempre la mañana del 16 de junio de 1976, la más grave en la historia de Soweto. Ese día, la imagen del cuerpo inerte de Hector Peterson, que solo tenía 13 años, dio la vuelta al mundo como símbolo de la lucha estudiantil contra el Gobierno opresor que pretendía imponer el afrikáner en las escuelas.
Está también en el distrito de Orlando West, en el 8287 de Kumalo Street. Después de la visita conviene reservar un rato para las compras en el mercadillo que hay frente a la puerta. Arte local muy divertido por pocos rands. Se admite muy bien el regateo.
Las dos Orlando Towers son el símbolo más colorido del barrio. Situadas entre Orlando West y Between, lucen un gran mural con inmensas imágenes a modo de graffiti que representan la vida en Soweto. Eran las chimeneas de la Orlando Power Station, una fábrica de carbón que calentaba a los blancos y cuya contaminación sufrían los habitantes de Soweto.
Ahora, en estas dos antiguas torres de refrigeración gemelas de 100 metros de altura se practican ahora deportes de aventura vertical, como saltos al vacío, escalada o paintball.
Es el centro hospitalario más grande del hemisferio sur del planeta. Su nombre completo es Chris Hani Baragwanath Hospital, y la historia muy curiosa. Un joven llamado John Baragwanath llegó aquí desde Cornualles en busca de fortuna. Eran los comienzos de la fiebre del oro en Sudáfrica, y el muchacho viajaba en un carro de bueyes.
En la confluencia de los caminos a Kimberly y Vereeniging encontró, por fin, agua y buen pasto y no dudó en establecerse. Lo que comenzó siendo un hostal sencillo para viajeros se transformó con la Segunda Guerra Mundial en hospital militar que ha ido evolucionando hasta ser uno de los grandes centros sanitarios del mundo.
A finales de los noventa, al nombre de Baragwanath se unió el de Chris Hani, en homenaje al descatado activista sudafricano y líder del Congreso Africano que fue asesinado en 1993.
En las afueras de Soweto, cerca también de las antiguas minas de oro, está el Soccer City Stadium, un lugar mítico para millones de españoles, aunque nunca hayan puesto el pie en Sudáfrica. El 11 de julio de 2010 se jugaba aquí el partido de fútbol más emocionante de su vida. En el minuto 115, un gol de Iniesta contra Holanda proclamaba a la Selección Española, por primera vez en su historia, Campeona del Mundo.
Llamado también FNB Stadium por su principal patrocinador (First National Bank), se reconoce fácilmente por su espectacular diseño exterior en forma de calabaza. Es enorme, con capacidad para 89.000 espectadores, y su estructura exterior perforada parece cobrar vida cuando se iluminan desde dentro las diferentes superficies.
GUÍA PRÁCTICA DE SOWETO
Cómo llegar
Soweto está bien comunicado por tren con el resto de Joburg. Desde el centro de la ciudad, se puede coger cualquier línea que pase por Kliptown, y bajarse en la Freedom Square.
Si no se tiene demasiado tiempo, la mejor opción son los tours de medio día o día completo que ofrecen los hoteles de Joburg, por ejemplo los de Soweto Bicycle Tours.
Dónde comer
El restaurante de Chez Alina, en el número 3373 de Masemola Street, en el barrio de Dobsenville, es una opción fantástica. Nada más pasar la Comisaría de Policía de la calle Elias Motsoaledi Road hay que girar a la izquierda.
Al entrar en la pequeña calle residencial se ve una nave alargada, que antes fue garaje. El interior, decorado con obras de arte de artistas locales, es una sorpresa agradable.
La propia Alina prepara cada plato en la diminuta cocina familiar, y los explica al viajero con una gran sonrisa. Desde que salió en la Soweto TV –dicen de este barrio que es el único del mundo con televisión propia- tiene tanto éxito que recibe decenas de llamadas de personas que quieren aprender a cocinar con ella.
Todo está buenísimo y bien de precio. En su local caben hasta 80 personas y admite reservas por correo electrónico: alinankosimlotshwa@yahoo.com. Curioso el nombre de uno de los vinos que ofrece: Fat Bastard.
Muy cerca, en la calle Elias Motsoaledi Road, frente a la Comisaría de Policía, está uno de los fast food de la cadena Shinsanyama. Son tremendamente populares, porque el cliente se cocina él mismo la carne en una parrilla al aire libre.
Dónde dormir
Soweto Hotel. Sin contar los bed & breakfast, este el único hotel del barrio, un cuatro estrellas que formó parte de la red de alojamientos oficiales durante el Mundial de Fútbol de 2010. Está en Freedom Square, en el distrito de Kliptown.
Perfecto para conocer la cultura de Soweto, celelebra temporadas de jazz y braai con músicos locales en el Jazz Manics, donde se sirve comida tradicional africana. En su interior, una exposición permanente del fotógrafo Alf Khumalo recuerda a los héroes de la Freedom Square.
Este cuatro estrellas tiene varias suites, pero las mejores habitaciones son las estándar con espectaculares balcones a la plaza. Su decoración es muy agradable y cuentan con Internet y una pequeña cocina.
El propio hotel organiza varios tours diferentes para conocer Soweto, en bicicleta o andando, con paradas en los lugares más importantes. Tienen un paquete que incluye un masaje en el hotel al volver de las visitas.
Perfecto para viajes de negocios y turismo de reuniones
Es un hotel perfecto para celebrar reuniones de trabajo. Además de contar con salas propias completamente equipadas, está ubicado en el mismo edificio que el Soweto Tourism Information Center Conference, con capacidad para 200 personas, y justo enfrente al Walter Sisulu Square, que puede albergar eventos de hasta 3.000 participantes.
Rutas urbanas
Lebo’s Soweto Bicycle Tours organiza salidas en bicicleta o tándem de 2 ó más horas, incluso de día completo. Suelen ser grupos pequeños, de 3-4 personas, pero están preparados para grupos de hasta 100. Recogen y dejan a los participantes en sus hoteles, e incluyen lo más emblemático de Soweto, probando la comida local, la música, el gospel...
Además tienen actividades como camping, beach bar, outdoor games, community projects, y campamentos en los que los muchachos visitantes conviven con los jóvenes de Soweto.
Texto y fotos: Ana Bustabad Alonso
Con un agradecimiento especial a:
Meetings Africa South African Tourism
Destinos relacionados
-
Ometepe: aventura entre volcanes, mitos y magia natural
-
Nicaragua, un destino de ensueño
-
Macao: Sabores y festivales que brillan en otoño
-
Escapada estival festiva en Vilanova de Arousa
-
Tendiendo puentes, de viaje por Israel
-
El Espacio Iberia aterriza en la Gran Vía Madrileña
-
Wow, el nuevo distrito cultural de Oporto
-
Tesoros de Honduras (V) Gracias, Lempira
-
Tesoros de Honduras (IV). Santa Rosa de Copán. Hacienda Montecristo
-
Tesoros de Honduras (II) Sitios arqueológicos de Copán y El Puente
-
Tesoros de Honduras (I)
-
Selva Negra Ecolodge, un ejemplo de sostenibilidad en Matagalpa, Nicaragua
-
Deslumbrante Catar, para visitar sin demora
-
Egipto necesita, puede y debe, hacer mucho más por su sector turístico
-
Anantara Vilamoura, un hotel único que respira Algarve