Recuperando con Binter el placer de volar

En estos tiempos en los que los viajeros aéreos perdemos comodidades día a día con cualquier excusa; mientras la inmensa mayoría de las aerolíneas continúa reduciendo el espacio entre asientos y nos obliga a pagar por aplacar la sed aun en los trayectos más domésticos; en esta ‘era covid’ en la que los grandes aeropuertos son laberintos comerciales sin ventilación natural y en que la atención personal, la calidez y la humanidad en el trato parecen abocados a desaparecer para siempre... resulta sorprendente y maravilloso encontrar una excepción como Binter Canarias.

Binter, la aerolínea de las Islas Canarias, las islas afortunadas de España, estrenaba este 1 de julio su ruta a la ciudad peninsular de Valladolid desde su sede en Gran Canaria. Y lo hacía por todo lo alto, con detalles que revelan un trabajo hecho con cariño:

No hubo arco de agua para recibir a la aeronave -una clásica costumbre en los vuelos inaugurales- debido a que el operador aeroportuario español (AENA) ha desechado esta tradición ‘por cuestiones medioambientales’. Pero sí un punto épico: el avión hacía su entrada desde la pista a la terminal ondeando desde las dos ventanillas de cabina las banderas de Canarias y Castilla y León.

Y nada más descender el comandante a tierra en el vallisoletano aeródromo de Villanubla hacía entrega al director del aeropuerto de dos regalos muy especiales. Por una parte, una nota personal escrita por el presidente de la aerolínea y una cesta protocolaria con productos gastronómicos canarios. Por otra, una caja enorme para sus trabajadores repleta de chocolates y con esta leyenda: ‘Gracias. A la atención del personal aeroportuario que nos ayuda en nuestro primer vuelo’.

Ya a bordo del primer vuelo, tanto en el de ida LPA-VLL como en el de vuelta, esperaban a los pasajeros un par de sorpresas: las tripulantes de cabina lucían complementando su uniforme un colorido casquete típico canario y repartían entre los pasajeros plátanos de La Palma, a ritmo de suave música canaria y cada uno con la correspondiente pegatina conmemorativa de la ocasión.

No fueron los únicos detalles que asombraron a los viajeros poco acostumbrados a volar con Binter. En este vuelo de poco más de dos horas que une la meseta con las islas se sirvió gratuitamente, como en todos los vuelos similares de la compañía, un ‘Aperitivo Gourmet’ de cortesía realmente bueno. Jamón ibérico, regañás, crudités de verduras, hummus, zumo u otra bebida, pan fresco y una selección de quesos canarios.

Lo mejor es que desde este verano cualquier viajero peninsular puede volar a las islas o a otros destinos internacionales también desde pequeños y cómodos aeropuertos, disfrutando esas delicias y de la cómoda configuración de asientos con distancia de 79 cm en clase única 2+2 a bordo de sus Embraer E195-E2, que se suman a sus ya característicos ATR 72 de vuelo entre islas.

Las cinco nuevas aeronaves Embraer que ha adquirido la compañía, los reactores de pasillo único más limpios y eficientes del mundo, vuelan directamente desde el archipiélago a lugares como Florencia, en Italia; Ponta Delgada, en Azores; Fez o Marrachec, en Marruecos; Nuakchot (Mauritania), Madeira y Porto Santo (Portugal) y Dakar (Senegal); y a los destinos nacionales de Valladolid, Pamplona y Menorca. Además, Binter recupera este verano rutas como las de Banjul, Sal y los vuelos entre Jerez de la Frontera y Gran Canaria. 

Con estas novedades, Binter opera este verano el programa exterior más extenso de su historia, con 13 rutas adicionales con respecto a 2021 y hasta 200 vuelos directos semanales entre Canarias y 31 aeropuertos internacionales y nacionales.

Y, por si fuese poca la oferta, con Discover, el stopover de la aerolínea, permite a los pasajeros de todas sus rutas nacionales con Canarias disfrutar de dos islas en un mismo viaje por un pequeño coste extra de cuarenta euros. Así, al adquirir un billete de ida y vuelta, el viajero puede elegir entre realizar esta parada en uno de los dos trayectos y la duración de la misma, con un máximo de siete días, combinando la estancia en Gran Canaria o Tenerife con el resto de islas canarias con aeropuerto: El Hierro, La Palma, La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote.

Además, a partir de otoño algunas rutas doblan frecuencia, como la de Valladolid a Gran Canaria, que pasa de un vuelo semanal los lunes a volar lunes y jueves desde octubre y que se puede reservar ya en la web de Binter: www.bintercanarias.com.

Por todo lo anterior muchos viajeros, como esta que firma, recuperamos este verano el placer de volar. Un placer que se disfruta desde que comienzas a planificar el viaje y que con Binter continúa a bordo. Esperemos sinceramente que sea durante muchos años. De momento, los viajes del verano y el otoño-invierno están garantizados. Larga vida a Binter.

Texto y fotos: Ana Bustabad Alonso