De vendedora de fruta a directiva hotelera

EXPRESO - 14.07.2010

Bellyni Sigüenza, presidenta de Pequeños Hoteles de El Salvador

Nuestros clientes buscan tranquilidad y trato humano, que es lo que quiere la gente cuando sale de su casa…

Es una mujer luchadora, que se ha ganado a pulso lo que tiene.

Comenzó vendiendo dulces por las calles de la capital salvadoreña y a base de esfuerzo personal ha volado muy alto.

Esta mujer menuda, de aspecto aniñado, es hoy propietaria de una cadena de pequeños hoteles y ha llegado a presidir dos de las organizaciones hoteleras más importantes de Centroamérica.

Lo que más destaca de Bellyni Sigüenza Figueroa es su sonrisa. Franca, radiante.

Se nota que le encanta lo que hace y que ha llegado a cumplir sus sueños.

La fundadora y propietaria de Hoteles Villa Serena nos cuenta que al morir su madre tuvo que ponerse trabajar. Sólo tenía ocho años. Desde los trece, las mañanas las pasaba despachando en un puesto del Mercado Central de San Salvador, y las tardes estudiando.

Luego se graduó como contable en la Enco (Escuela Nacional de Comercio) y trabajó en el sector de la construcción hasta que, en 1995, se le ocurrió habilitar seis habitaciones para huéspedes en su vivienda de la Flor Blanca. Fue su primer hotel, y lo llamó Villa Serena. Hoy tiene tres: Escalón, Flor Blanca y San Benito.

Cuando comenzó, Bellyni no sabía nada del mundo de la hotelería, pero tenía claro que las personas que viajan constantemente por negocios necesitan un lugar cálido donde sentirse como en casa. Su dinamismo y su tesón la han llevado a presidir la Asociación de Pequeños Hoteles de El Salvador, y la Federación Centroamericana de Pequeños Hoteles.

¿Cuál es el secreto de su éxito?

A mi juicio, la formación constante. Esto es muy importante en la vida, y también ha sido la premisa de Hoteles Villa Serena. En 1996 nos integramos en la Corporación Salvadoreña de Turismo para aprender sobre las tendencias del sector.

Lleva muchos años apostando por el asociacionismo, desempeñando labores directivas ¿En qué ámbitos trabaja la asociación de Pequeños Hoteles?

Lo importante es trabajar en conjunto. Los Pequeños Hoteles vienen trabajando en cuestiones de mercadeo (marketing), capacitación… hemos establecido una norma común de calidad.

¿Cómo es Villa Serena?

Fue nuestro primer hotel, comenzó con seis habitaciones y ahora tiene 76, hemos crecido mucho.

Desde entonces hemos abierto otros dos que se encuentran ubicados en las colonias Escalón y San Benito, fueron construidos en 2002 y 2005, respectivamente, en sociedad con otro empresario salvadoreño.

¿Qué vienen buscando sus clientes?

Muchos son clientes que tienen la necesidad de viajar constantemente por su trabajo. Ellos buscan la paz y la tranquilidad y el trato humano que se les da aquí, que es lo que quiere la gente cuando sale de su casa. Últimamente hay también muchos jubilados canadienses que se retiran en El Salvador y quieren venir a vivir en un hotel familiar, a buen precio.

¿Y usted, en qué es lo primero en que fija cuando va a un hotel?