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10 ideas para volver a saborear Málaga como un turista
EXPRESO - 12.04.2009
Texto: Federico Ruiz de Andrés
Texto: Federico Ruiz de Andrés. Fotografías: Ana Bustabad Alonso
Cuando viajamos solemos buscar el más difícil todavía, el destino que nadie ha visitado antes, lo más nuevo o desconocido. Sin embargo, los sitios más turísticos del mundo lo son por algo. Málaga, la capital de la Costa del Sol española, es una de esos lugares privilegiados.
Da igual que nunca hayas estado aquí o que la conozcas muy bien. Te proponemos un recorrido por los 10 imprescindibles que hacen de ella una de las más visitadas del mundo. Acércate a la oficina de turismo, pide un plano y prepárate a disfrutar sin complejos, como un turista, de sus tópicos, de sus clásicos, te llevamos a saborear la Málaga más típica.
Uno. Callejea, callejea, callejea
En Málaga la vida sale a la calle. Será por esa temperatura privilegiada todo el año o el carácter extravertido de sus gentes. Comienza por la calle Marqués de Larios, la más famosa de todas, donde está el monumento de bronce diseñado por Benlluire. Disfruta de sus músicos callejeros y sus mimos.
Recórrela desde la plaza de la Constitución Española, donde descubrirás en el suelo las portadas de los diarios españoles que conmemoran ese día tan importante de 1978, y descubre las mil maneras de tomar un café en el Central, un clásico abierto desde primera hora de la mañana.
Antes de bajar a la Alameda piérdete por sus bocacalles, en todo el casco antiguo descubrirás magníficos edificios que hablan de esplendores pasados.
Por esta zona están algunos de los lugares de tapas más típicos de Málaga.
Imprescindible tomarse un vino pajarete con una ración de chinos en la Bodega Quitapenas, o una tortilla de camarones en el Pasaje de Chinitas.
Aquí estuvo el Café Cantante de Chinitas, ‘escenario del inmortal cante de Federico García Lorca', como reza una placa de azulejo en recuerdo del poeta:
‘En el Café de Chinitas dijo Paquiro a su hermano: soy más valiente que tú, más torero y más gitano'
Si puedes, escápate un rato a otras zonas de la ciudad y callejea por los barrios.Descubrirás que la vida en la calle no es exclusiva del centro y podrás comer muy bien por menos dinero.La empresa municipal de autobuses ofrece en su web un buscador de rutas muy práctico.
Dos. Viaja en el tiempo
En pleno centro, desde la calle de la Alcazabilla, comienza un viaje a través de la historia de Málaga. La Alcazaba, que fue palacio-fortaleza de los gobernantes musulmanes de la ciudad en el siglo XI, es uno de los monumentos emblemáticos de la capital malagueña.
Te saldrá más barato si haces la visita conjunta con el Castillo de Gibralfaro, que fue edificado en el siglo XIV para albergar a las tropas y proteger al palacio de los ataques de la artillería enemiga.
Hace pocos años, cuando se estaba diseñando un jardín para la Casa de la Cultura, al pie de la Alcazaba, los arqueólogos descubrieron el edificio más antiguo de todos, un Teatro Romano de la época de Augusto. Si vas en verano, pregunta por las visitas nocturnas.
Muy cerca, en la zona alta de la ciudad, se encuentra el Parador de Gibralfaro. Comer en su restaurante o en su terraza te asegura las mejores vistas de la ciudad.
Tres. Recorre la Málaga de Picasso
Málaga es la ciudad natal de uno de los genios del siglo XX, Picasso. El pintor nació en la Plaza de la Merced en 1881, en la casa donde hoy se encuentra la Fundación Pública Pablo Ruiz Picasso, y aquí pasó sus primeros años de vida.
Además de visitar su Casa Natal, merece la pena recorrer la ‘Ruta de Picasso', un itinerario urbano a pie que recorre todos los lugares importantes de su entorno artístico y familiar de aquellos años.
La ruta incluye una visita al Museo Picasso, situado en el Palacio de Buenavista, un buen ejemplo de arquitectura renacentista civil. Su colección permanente tiene más de 200 pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas y grabados de todos los periodos del artista.
Justo detrás, en la calle Granada, está la Bodega El Pimpi, una de las más conocidas de Málaga, a donde se entra por un patio fresco. Es un local muy agradable, con varios espacios lleno de retratos y de barricas firmadas por los personajes que la han visitado.
Cuatro. Visita la catedral
‘La Manquita', como se conoce popularmente la Catedral de la Encarnación porque todavía le falta el remate de la torre sur, se levantó en el siglo XVI en el lugar que ocupaba hasta entonces la Mezquita mayor de la ciudad.
Lo mejor es su fachada de mármol, el coro, con 42 tallas esculpidas por Pedro Mena, y los órganos, dos raros instrumentos de más de 4.000 tubos que aún funcionan.
La catedral está rodeade de verde y con un poco de suerte, si la verja está abierta, podrás sentarte un momento a la sombra en sus jardincillos, por donde comienza la visita turística, que comprende el Museo Catedralicio.
Para reponer fuerzas justo enfrente está La Rebaná, un local de diseño fresco, con ladrillo visto y pilares de fundición, donde Carlos Caballero Sanguino propone en su carta, entre poemas, delicias como ensaladas de ‘lechugas finas con palometa y anchoas al aceite de Tapenade', o ‘anchoas con manzana ácida y queso de cabra'.
Si se tiene prisa lo mejor es elegir uno de sus 25 molletes artesanos o sus 25 rebanás calientes, la de queso Brie con cebolla confitada es buenísima.
De postre, prueba la ‘mousse de chocolate caliente y frío' o la ‘rebaná dulce de chocolate blanco'.
Otra buena idea es comerse unas tostas tranquilamente en la terraza de Salmorejo, desde donde se ve la torre de la catedral.
Inolvidables sus ‘sartenás de gulas con gambas', su ‘cremoso de arroz con leche' (como el de toda la vida pero con una textura diferente, como anuncia su carta), o el ‘sorbete de limón con hierbabuena'.
Cinco. Refréscate a la sombra en sus bulevares
Los árboles de la Alameda Principal garantizan una de las mejores sombras de Málaga. Pero no la única. A lo largo de la ciudad se vertebra una vía de bulevares que comienza a orillas del Guadalmedina y llega hasta el Paseo del Parque, muy cerca de la plaza de Toros de la Malagueta.
Un paseo muy agradable puede comenzar en la calle Hilera, para conocer el Salón de Tronos de la Basílica de la Esperanza. Aquí tiene su sede la Archicofradía del Paso y la Virgen de la Esperanza.
Uno de sus miembros ilustres, el escritor Carlos Martínez Domínguez, es el autor del libro Ruta Cofrade, una guía muy completa sobre la Semana Santa malagueña que se edita cada año. Imprescindible para no perderse nada.
Nada más cruzar el Puente de Tetuán comienza la Alameda Principal, con sus puestos de flores y sus bancos umbríos, una de las avenidas más frescas de la ciudad.
De aquí sale la calle Comisario, estrecha pero llena de terrazas en las que sirven raciones de pescado a buen precio. Suele estar muy concurrida al caer la tarde. Otro clásico es la Bodega Antigua Casa de Guardia, que funciona desde 1847. Puedes pedir casi cualquier vino de Málaga, o llevártelo a granel, y los camareros apuntan la cuenta con tiza en el mostrador.
Para abrir boca, recorre el Mercado Central de Atarazanas y recrea la vista con los carabineros rojos y la gran variedad de pescados y frutas.
Este edificio del siglo XIX toma su nombre del edificio musulmán que ocupaba el solar.
Fíjate en su puerta de mármol blanco y en los escudos de la época nazarí.
Muy cerca del Mercado está Casa Aranda, un lugar tradicional para tomar ‘el cafelito de las 12' o un buen chocolate con churros.
Desde hace muchos años, es el sitio preferido por los ‘chicos de la prensa' de varias generaciones.
Seis. Date un paseo junto al mar
Por algo Málaga es una ciudad costera. En ella encontrarás kilómetros de litoral de lo más diferente.
Visita el puerto, báñate en la playa de la Malagueta, y camina por el paseo marítimo hasta los antiguos Baños del Carmen.
Desde el Museo Acuario Aula del Mar, que cuenta con más de treinta acuarios, hasta la playa de El Palo, llena de chiringuitos con espetos de sardina asados sobre la arena, en Málaga hay costa para todos los gustos.
Al este de la ciudad, cuando se dejan atrás los edificios altos, están los barrios de Pedregalejo y El Palo, de los pocos que conservan el tipismo mediterráneo con sus casitas blancas.
Se puede llegar en pocos minutos cogiendo la línea 11 de autobuses desde el centro.
En el Paseo marítimo de Pedregalejo está el restaurante de Andrés Maricuchi, uno de los clásicos para comer pescaíto frito. Si está lleno no te preocupes, hay muchos sitios y casi todos buenos.
Un poco más adelante, en la playa del Chanquete, al final del paseo de El Palo, adivinarás enseguida un barullo de comensales y camareros. Se trata de la ‘subasta' de pescado del Tintero II.
Abierto desde hace 30 años, cuando se subastaban las raciones de pescado y los platos vacíos se clavaban en la arena, el Tintero vende todas sus raciones al mismo precio.
¡Chanquetes, huevas, berenjenas, gambas, coquinas, almejas, camarones, sardinas! Los camareros anuncian cada plato a voz en cuello para el primero que se lo lleve. Y aún hay otro que, para el final, dice: ‘¡Y yo, cobro!'
Busca entre las terrazas de la playa la de la heladería Gremados, que desde 1970 hace los mejores helados caseros de la ciudad. El más famoso, el de turrón.
Siete. Empápate de su música
Si uno de los elementos más identificativos de Andalucía es el flamenco, la capital de la Costa del Sol no podía ser menos. Aquí se pueden disfrutar todos los cantes, incluidos algunos propios de Málaga.
El Verdial es un cante anterior al flamenco que recoge influencias moriscas. Cada año se siguen celebrando en diferentes localidades de la provincia las Fiestas de Verdiales. Si no puedes ir, escúchalas en Internet a través de Radio Pinomar.
Es fácil encontrar también el ritmo melodioso de las Malagueñas, un palo del flamenco que procede del fandango malagueño. La Jabera, en cambio, ya no se escucha en directo, pero si te apetece conocerla puedes buscar el disco Café Chinitas, dirigido por José Luque Navajas, que publicó en 1956 el libro ‘Los Cantes de Málaga'.
Ocho. Descubre que Málaga también es verde
Aunque parezca mentira, a las afueras de esta ciudad de clima amable, entre montes áridos, se encuentra uno de los mejores jardines botánicos de Europa, la Finca de la Concepción.
Lo crearon en 1850 Amalia Heredia Livermore y Jorge Loring Oyarzábal, marqueses de Loring, y ahora es propiedad municipal.
Al recorrerlo tendrás la sensación de estar en plena selva.
Se puede visitar por libre o de forma guiada. En cualquier caso, se te pasarán las horas volando.
Además de centenares de especies vegetales, dentro hay también un pequeño museo de mosaicos.
Para visitarlo los fines de semana hay que coger la línea 61 de autobús urbano, que llega hasta el mismo jardín, y si se va entre semana hay que caminar un cuarto de hora desde el final de la línea 2.
Nueve. Conoce su nueva arquitectura
El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, obra del arquitecto malagueño Angel Asenjo, se ha convertido en pocos años en uno de los emblemas de la ciudad.
En este edificio vanguardista de aspecto ondeante se celebra anualmente la Feria Internacional de Turismo Cultural, en septiembre.
Justo al lado se encuentra el Real de la Feria, en el Cortijo de Torres.
A diferencia de otras, la Feria de Málaga se puede disfrutar aunque no conozcas a nadie ni tengas invitaciones para las casetas privadas.
Se celebra a mediados de agosto, y en ella encontrarás atracciones y cientos de casetas donde tomar un vino y comer un buen jamón o el típico pescaíto frito.
Durante esos días el centro de Málaga se llena de música y de ambiente festivo y el calor aprieta, así que es mejor acudir al Real por la noche, donde la fiesta dura hasta el amanecer.
Otra obra arquitectónica que cambiará la fisonomía de la ciudad es el futuro Auditorio de la Música que se comenzará a edificar próximamente en la explanada de San Andrés del Puerto.
El proyecto básico, que está en fase de aprobación, es un edificio recubierto de cerámica vidriada en diferentes tonalidades de azul, obra de los arquitectos Soriano y Benedicto.
Diez. Apuesta por Málaga 2016
Después de esta visita por los imprescindibles de Málaga seguro que querrás dar todo tu apoyo a Málaga para que se convierta en Capital Europea de la Cultura.
En la web oficial de la candidatura de Málaga 2016 encontrarás un espacio donde mostrar tu adhesión al proyecto, podrás descargarte carteles y folletos, suscribirte gratis al boletín de noticias y aportar tus propias ideas.
Si necesitas más información puedes encontrarla en la web de Turismo de Málaga, que contiene todos los datos prácticos, en la de Andalucía Turismo o en la de Costa del Sol. Esta última incluye unas excelentes guías para perderse por la ciudad y por toda la provincia, que pueden descargarse gratuitamente.
Agradecimientos:
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