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Hotel Encinar de Sotogrande, relajante y rodeado de naturaleza
EXPRESO - 25.09.2021
Puede que Sotogrande te suene a lujo y exclusividad, a precios prohibitivos y fuera de tu alcance, pero hoy queremos descubrirte el Encinar de Sotogrande, un hotel que te encantará si lo que buscas son unos días de relax fuera del mundanal ruido y que, además, puedes permitirte.
Sí, su ubicación es privilegiada y está muy cerca de las playas andaluzas de la Costa del Sol y excelentes campos de golf como el de Valderrama, sede de la Ryder Cup de 1997. También está a pocos minutos en coche del Peñón de Gibraltar y por supuesto del puerto deportivo y la lujosa Marina de Sotogrande.
Pero aquí en el Encinar el lujo es fundamentalmente el espacio, la agradable arquitectura blanca estilo años 60 y el sol que baña el complejo casi todo el año, así que no tendrás que salir demasiado.
Es muy fácil el acceso desde la cercana autovía A-7, tanto que el murmullo del tráfico puede oírse, pero asemeja el rumor de las olas y no quiebra en absoluto la tranquilidad del lugar.
Nada más llegar te sorprenderá la elegancia sencilla de los espacios comunes, tanto interiores como exteriores. Sobre todo, la enorme cristalera que deja ver la naturaleza, su chimenea central y las vistosas telas de rayas de sus sofás.
Camino a la habitación, los pasillos en zigzag resultan realmente luminosos y alegres, y el dormitorio no desmerece. Los cuartos son amplios y cuentan con una gran terraza con suelo de barro en la que apetece caminar descalzo.
Si te asomas, te encantará la vista de la piscina rodeada de hierba fresca y palmeras y el campo de golf en segundo plano.
Precisamente ahí, en el jardín, es un placer desayunar en la terraza de la planta baja, cenar o, simplemente, tomar un café y dejar pasar las horas. Eso, si no te apetece jugar al pádel o el trabajo te espera en uno de sus salones de eventos.
Un día relajante comienza en este Hotel Encinar de Sotogrande con un bufé de desayuno que cumple todas las expectativas con muy buen café, zumo natural, jamón ibérico, variedad de panes y yogures naturales y, sobre todo, la posibilidad de disfrutarlo bajo una palmera.
Pero lo que realmente es una delicia es una cena al aire libre, que en esta costa templada puede disfrutarse muchos meses al año. No importa si se elige la carta formal del restaurante o la de picoteo, no hay que dejar pasar las empanadas de carne, muy buenas, o cualquiera de los toques especiales que aporta su chef argentina.
Además, en esta era postcovid la empresa que lo gestiona, GAT (Gestión de Activos Turísticos), ha recibido por parte del Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) el sello Safe Tourism Certified, que garantiza el cumplimiento de las máximas garantías higiénico-sanitarias en la prestación de sus servicios.
La tranquilidad del lugar, su arquitectura y el excelente servicio del hotel hacen del Encinar de Sotogrande un lugar para unas vacaciones de lo más relajantes rodeados de naturaleza.
Texto y fotos: Federico Ruiz de Andrés y Ana Bustabad
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