Una ruta para mezclarse con la cultura urbana de Barcelona

EXPRESO - 02.06.2014

Centros que gozan de espacio para nuevas ideas, sin la presión comercial a la que están sometidas las galerías, o por la afluencia de visitantes que levanta dolores de cabeza en los museos

Centros que gozan de espacio para nuevas ideas, sin la presión comercial a la que están sometidas las galerías, o por la afluencia de visitantes que levanta dolores de cabeza en los museos. Plataformas para el entretenimiento, intercambio de ideas y la creación de proyectos son la forma más alternativa de conocer la cultura urbana de Barcelona.
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Se trata de espacios de creación artística, establecidos en los diferentes barrios de la ciudad, donde se fomenta el contacto con la población local y los distintos gremios de artistas para disfrutar de música en vivo, presentación de libros, exposiciones de ilustración y fotoperiodismo, lecturas poéticas, teatro, danza, circo, etc.

‘Cada propuesta cultural tiene un enfoque inusual: los artistas no son egos aislados, sino que entre todos tejemos redes con otras iniciativas’, afirma Sergio Marcovich, cofundador de El Arco de la Virgen, uno de los centros de la ciudad española.

Espectáculos que ‘no te dejarán indiferente’

No se trata de salas de conciertos al uso, son espacios abiertos a la experimentación y la investigación artística en los que se exhiben exposiciones y acogen actividades en directo de muy diversa índole y espectáculos que ‘no te dejarán indiferente’, afirma Inma Romero, responsable de comunicación y programación cultural del Antic Teatre.

Varían su programación cada semana, ‘despistamos un poco porque cada semana tenemos una programación diferente’, explica Sergi, presidente de la asociación Niu. Una oferta de ocio multidisciplinar: artes escénicas, audiovisuales, artes plásticas y fotografía, aunque, ‘las etiquetas para nosotros no existen’, asegura Inma.

Visitar los espacios es un retroceso temporal que traslada al viajero hasta el corazón histórico de la ciudad. De la prostitución barcelonesa durante la Edad Media, conociendo el centro neurálgico de la industria manufacturera del s.XVII, hasta llegar al lugar de ocio del gremio obrero artesanal durante el s.XX y culminar nuestro viaje temporal en el que, durante el s.XIX, se conocía por ‘el Manchester Catalán’.

Situado en el barrio de Poble Nou, el espacio Niu está situado en pleno ‘Distrito de la Innovación’. Barrio que pasó de ser, en el siglo XIX, el área de mayor concentración industrial de Cataluña y una de las más importantes de España, de ahí lo de ‘Manchester Catalán’, a transformarse por completo tras la reforma urbana de la ciudad, que tuvo lugar con motivo de la celebración de los juegos olímpicos de Barcelona.

60 espectáculos al año, 280 días de actividad y 11.000 personas

No están sujetos a un calendario, el número de actividades anuales programadas varía y en el caso del Antic Teatre acoge más de 60 espectáculos diferentes al año repartidos en 280 días de actividad y una asistencia total anual de 11.000 personas.

El Antic Teatre, cuya gestora, Semolinika Tomic, recibió el premio FAD Sebastián Gash por resucitar un espacio que ha pasado de ser un centro cívico abandonado a un escenario vivo de la creación contemporánea, está situado en el casco antiguo de Barcelona.

Se trata de un antiguo palacio neoclásico, construido en 1650. También fue durante el s.XX un edificio muy vinculado a los gremios de artesanos y al pequeño comercio, gestionado por el Círculo Barcelonés San José, donde a la clase obrera disfrutaba de actividades culturales y de ocio, además de recibir educación.

En el mismo barrio Gótico encontramos otro rincón, el Centro Mutuo, en un edificio construido en el año 1930 que formaba parte del terreno del Monasterio de las Magdalenas (1)_, y tenía la finalidad de recoger antiguas prostitutas para que se arrepintieran de su antigua vida, mujeres ‘arrepentidas’.

Otra alternativa interesante la tenemos en el barrio del Raval, El Arco de La Virgen. En el año 1829, en Raval había ‘74 fabricantes textiles y 2443 telares’, confirman los datos del Padrón de Fabricantes. Raval, que pasó de ser un campo de cultivos que abastecía a la ciudad de Barcelona durante el siglo XIV, a convertirse en lugar de producción textil en el s.XVIII.

Estos centros de creación artística imparten talleres formativos, cuentan con un bar que, en algunos casos tiene wifi libre, como el del Antic Teatre, con horarios desorbitados de casi 24*7, abierto desde por la mañana hasta la noche de lunes a domingo.

Una ciudad postindustrial abocada al sector servicios

Se trata de iniciativas que surgen fruto de la crisis, a consecuencia de la recesión, iniciada durante los años 2008-2009, y los tiempos de incertidumbre que vive el mercado del arte.

El ‘Modelo Barcelona’, que nació en 1979 con Narcís Serra, alcalde de la ciudad en la época, comenzó con pequeñas intervenciones en los barrios, ‘microcirugía urbana’, y a raíz de la celebración de los Juegos Olímpicos en 1992 se transforman en reformas y restructuraciones de barrios completos. Estas intervenciones han provocado una profunda transformación urbana que ha modificado la fisionomía, el tejido social y la dinámica económica de ciudad.

Cabe recordar que las galerías de arte pertenecen a este sector y las administraciones, conscientes de ello, comenzaron a mediados de los 90 a reorientar el sector terciario al ámbito cultural. Es así, con los presupuestos del Estado, como se inauguraron grandes infraestructuras museísticas como el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, CCCB, y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, MACBA.

Posteriormente, se produjo un boom de nuevas fundaciones y colecciones que culminarían en cierre debido al recorte de los presupuestos públicos destinados a cultura. Esta crisis y tiempos de incertidumbre que vive el mercado del arte actualmente, ha hecho que el sector responda con el asociacionismo y las acciones conjuntas que pretenden dinamizar y dar proyección pública a los diferentes colectivos.

‘El reto ha sido crear un espacio con una mínima inversión económica utilizando medios reciclados’, expone Sergio Marcovich. Centros que se sustentan independientemente, ‘a través de la suma de ingresos obtenidos de las diferentes áreas, cobro por alquiler del espacio, por cobro de entrada o por beneficios de barra, para poder ofrecer variedad cultural a la ciudad’, afirma Michelle, cogestora de Mutuo Centro.

‘Nosotros sobrevivimos principalmente por el bar, de donde proceden más de la mitad de nuestros ingresos’, explica Inma Romero, responsable de comunicación y programación cultural del Antic Teatre; ‘generamos aproximadamente el 70% de los ingresos’, afirma Sergi de Niu.

En los dos últimos casos, los centros reciben además una ayuda del Ayuntamiento, ‘tenemos subvenciones pero no las cobramos hasta la segunda mitad del año, de ahí la importancia de generar nuestros propios ingresos’, aclara Inma Serrano. Las aportaciones de los socios ayudan a estos espacios a una continua renovación de las actividades y un normal funcionamiento de los espacios artísticos.

Visitar espacios con responsabilidad social

Luchan por la democratización del arte y por evitar que el precio sea una barrera a la hora de acudir a ver un espectáculo. Disponen de actividades gratuitas y otras de pago que no sobrepasan los 10 euros. Son centros que tienen una actitud sensible hacia las luchas vecinales por la defensa del espacio urbano y entre sus objetivos principales está la dinamización cultural de la vida del barrio donde se instauran.

En el caso de Niu participa en la animación de las fiestas populares, y en el de Antic Teatre dispone de un proyecto con vecinas del barrio en el que señoras de entre 65 y 90 años aprenden a utilizar la danza para expresar sus sentimientos.

Texto y fotos: Sara Cristina Espina González

(1) Prostitución y alcahuetería en la Barcelona bajomedieval siglos XIV-XV. Roger Benito Julià. Miscelánea Medieval Murciana 2008, XXXII; pp. 9-21