Hotel Trias, descubrir el Empordá desde este mítico hotel

EXPRESO - 18.09.2007

Frente al Paseo Marítimo, junto al centro histórico de Palamós y con vistas impresionantes de toda la bahía, el Hotel Trias esconde la suite donde se alojó Ava Gadner, la habitación de David Niven y la mesa donde Truman Capote acabó su célebre ‘A sangre fría'.

Con una decoración actual y mediterránea, el hotel vuelve a ser hoy punto de encuentro de locales y visitantes.

Palamós ofrece amplias playas de arena clara y calas solitarias realmente idílicas. El Camino de Ronda que recorre esta parte del litoral permite disfrutar de un paisaje único de pinares junto al mar cuyo máximo exponentes sea tal vez la 'Pineda de´n Gori', entre la 'Platja de Castell' y la 'Cala Alguer'.

Otro lugar con unas vistas privilegiadas sobre la bahía es la 'Plaça Murada' desde donde se observan unas hermosas puestas de sol.

La gastronomía de la zona es muy variada, siendo el pescado, el arroz y las verduras, los elemento básicos de cualquier especialidad. La sopa de pescado y el 'suquet' son dos platos excelentes; el congrio y la sepia, dos de los pescados más apreciados en esta zona, y la famosa gamba roja de Palamós es sin ninguna duda el plato más demandado.

Para los amantes de los arroces, el arroz negro es una especialidad muy recomendable. Los embutidos de pagés, acompañadas de pan con tomate y para los más golosos, los 'panellets', la crema catalana, los barquillos y las cocas. Y para terminar, un buen 'cremat'".

No se puede dejar de visitas la Lonja, que es la subasta y venta de pescado recién llegado del mar. Es una actividad tradicional que en Palamós se conserva con orgullo. Las barcas llegan después del mediodía y la venta comienza aproximadamente una hora más tarde. Los horarios suelen variar según la estación del año.

En el Museo de la Pesca se muestra el pasado, el presente y el futuro de la pesca y de un conjunto de actividades vinculadas a dicha actividad. Es único en su especialidad. También es muy interesante el poblado ibérico de Castell. Está ubicado en un promontorio unido a tierra firme por un pequeño istmo. Data del siglo VI a.C. y estuvo ocupado hasta la llegada del Imperio Romano, cuando sus pobladores se instalaron en las fértiles llanuras del interior.

Inaugurado en 1900 frente al Paseo del Mar y la Bahía de Palamós, nos muestra hoy, tras una renovación total en el 2005, su cara más innovadora. En su interiorismo destacan las maderas pulidas, los colores atrevidos e intensos sobre fondo blanco y un diseño contemporáneo con un toque de glamour. Los espacios son amplios y con mucha luz y en la decoración han utilizado alfombras étnicas, detalles marineros y un mobiliario ecléctico.

Algunas de las 82 habitaciones han sido transformadas en amplias suites con nombres de clientes célebres como Ava Gadner, David Niven o Truman Capote.

El restaurante ofrece cocina mediterránea de mercado con una excelente relación calidadprecio y entre sus especialidades destacan los arroces. Tiene una terraza delante del mar que es ideal para desayunar en verano. En el interior, el Bar Ruark es una zona tranquila donde tomar un aperitivo o leer, porque no, en la mesa donde Truman Capote acabó "A sangre fría".

La piscina exterior está frente al mar y dispone de una apetecible zona de chill-out.

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