Terra de Celanova - Serra do Xurés, pedra viva

Hace ya diez años que la Xunta, a través de la Federación Galega de Turismo Rural (Fegatur), planteó el primer mapa de geodestinos de Galicia como base para un progreso ordenado del turismo. Con esta nueva herramienta, los principales protagonistas para la toma de iniciativas en cada zona pasan a ser los ayuntamientos, pudiendo proponer distintas agrupaciones en atención a las afinidades e intereses comunes para el desarrollo turístico de su comarca. Es el caso de la comarca Tierra de Celanova y Sierra del Xurés, en la que se están planteando la formación de su propio geodestino, agrupándose catorce municipios de la parte occidental del 'Geodestino 10, Celanova – Limia'. 

De este modo, a los seis del Xurés (Bande, Calvos de Randín, Entrimo, Lobeira, Lobios y Muíños) se unen los ocho de la comaca de Celanova (A Bola, Cartelle, Celanova, Gomesende, Padrenda, Quintela de Leirado, Ramirás y Verea) o, dicho de otro modo, Serra do Xurés y Terra de Celanova, con un único logo y un lema consensuados. El logo es una figura pentagonal que en sus "capillas" perimetrales acoge los cinco símbolos de la oferta turística: Una gota representa las aguas termales; un dolmen, el megalitismo; un arco mudéjar, la cultura; dos ondas paralelas, los ríos Limia y Arnoya, que cruzan la comarca, y una V invertida, las montañas del Xurés. 

El dibujo que resulta, que puede recordar en cierto modo una parrilla, podría simbolizar la sexta e importante oferta de la zona: la gastronomía. Eso en caso de que queramos desgajar los asuntos culinarios de su lugar en la cultura. Se completa el logotipo con un monograma que juega con la similitud de las palabras TERRA y SERRA, tierra y sierra en gallego (y en latín, por cierto), unificando la sílaba RRA al anteponerlas a CELANOVA y XURÉS. Esta composición, TERRA CELANOVA SERRA XURÉS, va subrayada con el lema pedra viva. 

Posiblemente la piedra sea el elemento que mejor define el nuevo destino. No sólo la encontramos en los picos desnudos de sus montañas y en la impresionante colección megalítica de la prehistoria; sigue muy viva en los monumentos, por citar los más representativos, Monasterio e Iglesia de San Salvador, en Celanova, nacidos del rayo equinocial que marca la Capilla mudéjar de San Miguel; iglesias únicas, como la prerrománica de Santa Comba de Bande o la barroca de Santa María la Real de Entrimo; los abundantes miliarios de la VÍA NOVA, construida en el siglo I por el emperador Vespasiano para comunicar mejor Bracara (Braga) con Asturica (Astorga), Augustas ambas; el complejo arqueológico Aquis Querquennis, en la misma vía, o las misteriosas piedras de la Escusalla, con fantasma incluido.

El elemento agua es relevante en esta comarca, por su situación, a caballo entre las cuencas del Arnoya y del Limia, que guardan tesoros termales como los que dieron nombre al ya citado Aquis Querquennis o el de Río Caldo, cuyo Balneario es además la principal instalación hotelera y su cocina una de las principales referencias gastronómicas del destino. El balneario, enclavado en plena Sierra, está muy cerca de la Portela do Homem que nos adentra por la Vía Nova en el Gerês, el gran Parque Natural portugués que abraza al Xurés por el suroeste. 

Precisamente esta unión dio lugar al proyecto de dinamización conjunto de la Reserva de la Biosfera Gerês-Xurés impulsado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, creando instalaciones al efecto con la denominación común Porta (Puerta) en los municipios portugueses de Melgaço, Terras de Bouro, Montalegre, Arcos de Valdevez y Ponte da Barca, al igual que en los seis municipios citados del Xurés.

Es  obvio que los interesados en el turismo de naturaleza y los entusiastas de los megalitos vendrán a disfrutar de este gran Parque Natural sin distinción de nacionalidades, lo cual es un valor añadido del nuevo geodestino. Lo mismo podríamos argumentar de los restantes valores turísticos y culturales, ya que, si hay un lugar en Iberia donde Portugal y España se unen hasta confundirse, ese es el ámbito de la antigua Gallaecia en la que se consolidó esta increíble comarca. 

Texto y fotos: Manuel Bustabad Rapa