El Salvador, pulgarcito de América, secreto de surfistas

EXPRESO - 05.11.2017

Muelle de La Libertad y Playa del Tunco El Salvador no sólo es el más pequeño en el continente americano, sino que posiblemente sea de los menos conocidos para el turista latino

Muelle de La Libertad y Playa del Tunco

El Salvador no sólo es el más pequeño en el continente americano, sino que posiblemente sea de los menos conocidos para el turista latino. Recientemente hemos tenido oportunidad de visitar algunos de sus pueblos más emblemáticos, moviéndonos a través de sus buenas carreteras (su red vial está entre las tres mejores de América Latina, con Chile y Panamá), y constatando que, además de paisaje, biodeversidad, artesanía, monumentos..., cuenta con magníficos alojamientos, buenas playas, cuidada gastronomía y, lo más importante, una gente acogedora que contribuye a hacer real el lema de su publicidad: "más tuyo, más cerca y más accesible".

Quizá sea un poco exagerado aquello de que "todo está a 45 minutos", pero sí es cierto que desde San Salvador no necesitas más tiempo para llegar al Puerto de La Libertad, un complejo turístico desarrollado por la administración salvadoreña en torno al viejo Muelle. Cuenta ya con una Escuela de Turismo y sus lugares más visitados son la Plaza marinera y el cuidado paseo peatonal, que conecta con las playas adyacentes y nos lleva hasta el local social y las concurridas terrazas, el mejor lugar para degustar sabrosos y tropicales jugos de frutas.

Pues la esencia de todo esto aún está allí; es un antiguo muelle perpendicular a la costa que se introduce en el mar unos ciento cincuenta metros, acogiendo todavía un buen número de barcas de pesca, algunas mutadas en puestos de artesanía, o improvisados secaderos de cocochas y pescados, donde los marineros reparan las lanchas y los aparejos. El viejo guindastre emplazado en el extremo sigue activo y, una vez terminada la faena, ninguna embarcación queda a flote, con el Pacífico nunca se sabe..., se izan y se colocan todas sobre el embarcadero.

Pero lo que verdaderamente llama la atención es que la primera parte del muelle es el auténtico mercado cubierto donde se expone y se vende todo el producto de la pesca. Las pescantinas ocupan y cierran los laterales y vamos caminando entre ellas sin saber a donde mirar entre tanta frescura y color. Hablamos con Guadalupe Montes de Fernández, de 62 años, natural de San Salvador, que, con su esposo, Marco Antonio, llevan trabajando allí 40 años. Ellos nos desvelan los secretos que contienen las cestas de mimbre: cacaricas, langostinos o alacranes de mar, camarón mantis, cangrejo candado, camarón yumbo (a 8,- $ la libra) y langosta (a 6,50). Los pescados son numerosos y ya están limpios y listos para el fogón (*).

Por si fueran pocos los atractivos de Puerto de La Libertad, descubrimos que se encuentra en el borde mismo del Parque Nacional Walter Deininger, ideal para quienes buscan naturaleza, silencio y contemplación de animales. Además de numerosas aves, los venados, tepezcuintles y garrobos tienen allí su hábitat natural. Y siguiendo la linea de costa, tanto hacia el Este como al Oeste, las playas se suceden encadenadas. Los surfistas llegan de todas partes, conocedores de que sus 'olas de izquierdas' están entre las mejores, no en vano El Salvador está entre los diez mejores destinos de surf del mundo.

Paseamos al lado del mar y llegamos hasta la playa del Tunco, donde el empresario Luis Delgado, 34 años ya en el lugar, nos relata la evolución: "antes sólo era turismo nacional; ahora, desde hace unos diez años, recibimos de 4.000 a 5.000 personas cada fin de semana, sobre todo norteamericanos atraídos por la gran batucada" y por "la 8ª ola de surf a nivel mundial".

Volvemos a nuestro auto para seguir la costa en dirección Este. Vamos hacia la Costa del Sol, en busca de los canales y manglares de Jaltepeque, por una estupenda carretera que de vez en cuando atraviesa frondosos túneles de ceibas y conacastes.

(*) El Ministerio de Turismo, consciente del extraordinario atractivo de este lugar, con un millón de visitantes al año, mantiene vivo su desarrollo y mejora permanente, con proyectos de gran calado para llevar a cabo en un futuro próximo. Fuentes del máximo nivel de ese organismo nos confirman la inminente construcción de un Auditorio al aire libre y un moderno mercado que permita la reubicación ordenada e higiénica de todos los puestos de pescado. El objetivo principal y capítulo más importante de estas obras se refiere a la planta para tratamiento y depuración de aguas y residuos.