Hotel Araxa, esa otra cara de Palma

EXPRESO - 03.06.2007

Texto: Diego García-Rovés Losa

Texto: Diego García-Rovés Losa. Fotografías: D. G. y Hotel Araxa

Cuando el turista piensa en la isla de Mallorca, en el archipiélago español de las Baleares, es lógico que la primera imagen que le venga a la cabeza es la de una playa con sus consiguientes hamacas y hoteles a pocos metros. Sin embargo, hace ya tiempo que la isla intenta explotar el lado más cultural de su capital, Palma de Mallorca.

Son cada vez más los turistas que se acercan a la ciudad para pasar unos días y disfrutar de su arquitectura característica y sus monumentos, así como de la fantástica vista del puerto. Expreso ha encontrado un hotel urbano para los visitantes que busquen tranquilidad y buena situación.

Vista de la piscina

Araxa, construido en 1953, está ubicado en una zona residencial, a escasas manzanas al sur de la zona del Poble Espanyol. Es una zona tranquila, repleta de casas unifamiliares y edificios de gran originalidad, sin apenas ruido de tráfico.

Para entrar al edificio, el huésped atraviesa el jardín, verde intenso, con numerosas palmeras y plantas que incrementan esa sensación de tranquilidad nada más llegar, una sensación de sosiego que crece aún más con el cantar de los pájaros y el sonido del agua de un pequeño estanque.

Es aquí donde podremos disfrutar del sol palmesano en una de sus 26 hamacas que rodean la piscina mientras tomamos una bebida del bar exterior.

La vista del visitante chocará con la fachada de Araxa, de estilo decadente, que le guiará hacia la puerta de entrada. A partir de esta puerta es donde reside el verdadero encanto del hotel, una exquisita elección de la decoración y la disposición del mobiliario, de estilo casi rústico.

Hall del hotelAl cruzar las puertas de entrada transparentes son pocos pasos los que nos separan de la recepción, completamente de madera, donde el personal atenderá perfectamente cualquiera de nuestras dudas o reclamaciones.

Expreso recomienda que el visitante gire su vista en torno a este hall, donde la palabra comodidad y la expresión buen gusto cobran su mayor significado gracias a los muebles, los cuadros y los motivos decorativos que colman la estancia y las escaleras de acceso a las habitaciones.

Entre la curiosa decoración llama la atención una maqueta de un barco antiguo, un gran reloj de cuerda y la antigua centralita del hotel, llena de cables como hemos podido ver en las mejores películas clásicas.

Es en esta planta donde podremos entretenernos tomando algo en el bar de Araxa, en el que nos ofrecen todo tipo de bebidas entre las ocho de la mañana y las doce de la noche. Además, el bar tiene un servicio de snacks fríos y calientes hasta las once de la noche, un dato importante si tenemos en cuenta que es posible que no lleguemos a tiempo para el horario de comedor.

BarLas mesas del bar tienen forma circular y son también de madera, un material en el que el hotel ha confiado para la mayor parte de sus elementos y que han utilizado de manera excepcional. Las sillas son bajas, azules, muy cómodas, perfectas para deleitarnos con un café, muy bueno por cierto, o lo que se precie en un ambiente calmado y rústico como nos lo ofrece este bar.

A través de una puerta podremos acceder al restaurante, donde desde las mesas del recinto, al igual que en el bar, el comensal podrá disfrutar de la apacible vista del jardín gracias a las continuas cristaleras que separan ambos espacios.

Las paredes están parcialmente adornadas con cuadros, grabados y azulejos dedicados a la tauromaquia y es de comentar la perfecta iluminación del local, debido a las lámparas que cuelgan del techo que constituyen grandes globos de luz blanca.

El blanco de las paredes, cortinas y manteles está bien combinado con el beige de la tapicería de las sillas y las distintas gamas de marrones de los respaldos de éstas y otros elementos decorativos, así como las baldosas del suelo, también marrones.

Todo implica una mezcla de colores que nos lleva, de nuevo, al concepto rústico, algo a lo que también ayudan los distintos motivos que forman las paredes, unos simplemente adornadas de blanco, otras basadas en la piedra, otras en baldosines marrones.

RestaurantePara comer aquí, el cliente puede elegir entre un menú del día o la carta. El menú cuesta 15 euros, y Araxa nos ofrece un primer plato, a elegir entre tres, un segundo, a elegir entre otros tres, y el postre.

En cuanto a la carta, formada por platos de entre los 7 y los 20 euros, destacan las originales ensaladas y la comida típica de la zona, ésta última con reserva anticipada. Expreso recomienda en primer lugar el foie de pato al Armagnac, con un estupendo sabor y de textura firme.

Los dos grandes trozos de foie vienen acompañados en el plato de tres rodajas de huevo con mujo por encima, es decir, huevas de salmón, dos tomates cherry y hojas de canónigos.

En segundo lugar, la ensalada de langostinos, servida en plato redondo con pepino, tomate, espárragos, una mezcla de varias clases de lechuga, zanahoria cortada en juliana, cebolla, huevo y, por supuesto, langostinos. Todo ello perfectamente separado para que el comensal lo mezcle a su puro gusto. ¿A la vista? Un diez.

Detalle de la escaleraAdemás, el buen humor del simpático y bromista camarero hace la estancia en el restaurante más amena, incluso es posible que el visitante guste de mejor agrado el plato.

La comodidad es un rasgo presente en todos los rincones del Hotel Araxa, y no iba a ser menos en las habitaciones, 72 en total, 51 dobles y 21 individuales, donde la dirección del hotel busca el mayor confort exigible, de modo que el cliente pueda llegar a sentirse como en su propio hogar.

Por ello, tanto el espacioso armario, como las sencillas mesitas de noche y el espejo y escritorio no son nada del otro mundo, aunque la línea estilística que siguen sea deliciosa a la vista. Aquí volveremos a ver la confianza que depositan en la madera como material base, tanto en el mobiliario como en el parquet del suelo, de un color caoba cálido.

Perfectamente combinado con estos colores base, el cliente encontrará la ropa de cama y las cortinas, que ayudan a rematar la gama cromática predominante en el establecimiento.

Como servicios añadidos en la propia habitación están el minibar, revestido cómo no de madera, con el mismo motivo del resto de mobiliario, y sobre él un televisor con mando a distancia, de lo más normal.

HabitaciónLa iluminación de la habitación viene dada por unas gigantescas cristaleras que van de lado a lado de la habitación, por las que el huésped accederá a la terraza de siete metros de anchura por dos de longitud.

Bien es cierto que podrá encontrar un cierto desfase entre los dos espacios, pero la dirección del hotel tiene ya prevista como próxima reforma la remodelación de estas terrazas junto con la de la fachada, aunque no abandonarán el estilo retro que define al hotel.

Es curiosa la presencia de una lámpara de pie en la propia terraza, justificada por la relajación que el cliente podrá experimentar al estar sentado en las confortables sillas de mimbre durante las suaves noches palmesanas. Eso sí, también tendrá que tener cuidado con las curiosas miradas de los vecinos que habitan el edificio de enfrente.

A estas terrazas dan las pequeñas ventanas del cuarto de baño, un espacio luminoso debido al blanco y marrones claros que visten sus paredes. Un amplio espejo baja nuestra mirada al lavabo donde nos esperan los ya familiares amenities. Como curiosidad, además de una amplia bañera y el ya característico WC, Araxa añade un elemento casi perdido en muchos hoteles, el bidé.

El establecimiento está orientado sobretodo a un público ejecutivo, clientes de empresa, por lo que ofrece entre sus servicios tres salas de reuniones, en ocasiones utilizadas para celebraciones privadas.

GimnasioDos de ellas, las grandes, miden 95 metros cuadrados aproximadamente, y están dotadas de todo tipo de comodidades, tales como proyectores, conexión a Internet, aire acondicionado y barra de bar. En el semisótano del hotel está ubicada la tercera sala, de 50 metros cuadrados, que cuenta con conexión a Internet, teléfono y aire acondicionado.

Hace ya algún tiempo que la dirección del hotel decidió ofertar un servicio añadido para este tipo de clientes, un spa. Y es que en el sótano del hotel el visitante podrá encontrar un pequeño gimnasio con todo tipo de maquinaria dedicada al culto al cuerpo.

En este espacio, el rápido ritmo de la música y el olor a limpieza provocará en el cliente un cierto ánimo de ponerse en funcionamiento, algo a lo que colabora los azules y blancos de la sala, colores de tradicionales connotaciones a la salud.

JacuzziJunto al gimnasio, la sala de jacuzzi y sauna, de iluminación tenue y paredes decoradas con coloridos cubos de vidrio que dotan la estancia de una atmósfera apacible y relajante. Aquí también encontraremos una puerta que conduce a la sala de masajes, donde el valiente de turno podrá disponer de este servicio por unos escasos veinte euros.

Y evidentemente si seguimos el orden cronológico de estos sucesos saludables, vemos que después de unos minutos en las máquinas del gimnasio, un buen rato de eliminación de grasas en la sauna y el momento relajación del jacuzzi, lo lógico debería ser entrar en el vestuario, para lo que Araxa está debidamente dotado.

Y es que es este rincón uno de los que más llama la atención, debido a lo espacioso y estiloso. Las paredes están en parte revestidas con pequeños y elegantes azulejos negros, que contrastan con el blanco de la parte restante de las mismas paredes y de los sanitarios.

DirectorioLa suma de todos estos párrafos no hace otra cosa más que recordar que para encontrar un rincón encantador en el que descansar satisfactoriamente no hace falta irse a parajes lejanos ni pagar la salvajada del siglo. El Hotel Araxa es uno de ellos, y Expreso estuvo allí.

Agradecimientos:

Hotel Araxa. Alférez Cerdá, 22 - 07014 Palma - Islas Baleares - España. Tel. +34971731640 - palma@hotelaraxa.com

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