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Diez experiencias imprescindibles para disfrutar un viaje a Senegal
EXPRESO - 27.08.2012
Texto y fotos: Ana Bustabad Alonso Senegal es famosa en todo el mundo por su Lago Rosa, tantas veces televisado como meta del París-Dakar, y por las magníficas playas de la estación balnearia de Saly
Texto y fotos: Ana Bustabad Alonso
Senegal es famosa en todo el mundo por su Lago Rosa, tantas veces televisado como meta del París-Dakar, y por las magníficas playas de la estación balnearia de Saly. Pero este país atlántico, bañado por la incomparable luz de África, es además un lugar de momentos únicos.
Para que no te pierdas nada, aquí van diez experiencias que te harán disfrutar al máximo de tu viaje por Senegal. Aunque, sin duda, lo que traerás de vuelta grabado en la retina es la elegancia natural de sus habitantes, que conquista nada más poner el pie en el país.
Diez experiencias que no puedes perderte en Senegal
1. Liberar pajaritos enjaulados
El Monumento de La Renaissance, situado a las afueras de Dakar, es una colosal, costosa y polémica escultura de bronce con la imagen de una mujer, un hombre y un niño, que representa el Renacimiento Africano y se erigió para conmemorar el 50 aniversario de la independencia de Senegal.
En la parte baja de esta colina con vistas al Atlántico, al pie de las impresionantes escaleras, encontrarás muchos vendedores de bisutería hecha a mano. Por ejemplo, collares elaborados con piezas de incienso, una manera original de perfumarse.
Pero lo más curioso que se encuentra en este monumento, el más grande de África, son muchachos portando pequeñas jaulas de madera repletas de algo parecido a gorriones. Su libertad está en venta, y cuesta solo unas pocas monedas. Para los locales se trata de una especie de ofrenda, en cualquier caso te sentirás muy bien cuando echen a volar.
2. Abrazar un baobab
Estos árboles sagrados, uno de los símbolos de África, que hizo famosos Antoine de Saint-Exupéry en su obra El Principito, se encuentran en Senegal por todas partes, hasta en el propio escudo del país.
Sal de la ciudad por cualquier carretera y piérdete en un bosque de baobabs. Te sorprenderá el paisaje apocalíptico que forman sus ramas, casi siempre desnudas, y sus enormes troncos, algunos de hasta 10 metros de diámetro, que pueden superar los 1.000 años y almacenar miles de litros de agua en su interior.
Prueba a abrazar uno, dicen que transmiten la energía positiva de la Tierra. Eso sí, si encuentras comida o algún objeto al pie del árbol no debes tocarlo, seguramente se trata de una ofrenda dedicada a los espíritus.
Encontrarás muchos baobabs, por ejemplo, camino de la región del Sine Saloum, de la Isla de las Conchas o del Parque Nacional de Niokolo Koba, una región de sabana donde verás búfalos, simios, y con un poco de suerte al famoso león de Senegal.
3. Regatear una pieza de artesanía
En Senegal se pueden comprar verdaderas preciosidades de arte africano en madera de ébano, cuero, telas e incluso piel de cocodrilo. En cualquiera de los puntos turísticos verás mercadillos. En todos ellos es costumbre regatear.
En Dakar, visita el del Kermel, al este de la plaza de Soweto, encontrarás puestos de flores, abalorios y artículos tradicionales. El de Sandaga, en la avenida Emile Badiane, es el mejor para comprar telas, y en el de Tilène, en el barrio popular de la Medina, se pueden conseguir amuletos y pociones mágicas.
Te encantarán los alegres tejidos africanos que visten la mayoría de las mujeres, que cubren su cabeza con un pañuelo llamado kala. Pide a alguna de ellas que te enseñe a anudártelo, te sentirás realmente elegante.
El mercadillo más turístico y variado es la Village Artisanal de Soumbedioune, en la Corniche, donde medio millar de artesanos venden productos de todas las regiones de Senegal. En la Isla de Gorée venden las pinturas más bonitas.
4. Pisar la arena del Lago Rosa
A 40 kilómetros al norte de Dakar, el Lago Rosa es famoso por haber sido durante muchos años el punto final del rally París-Dakar. El color de sus aguas varía del rosa pálido al malva, dependiendo de la luz, y se debe a las bacterias y la alta concentración de sales.
En sus orillas, además de un paisaje infinito de barcas, encontrarás muchos vendedores de artesanía elaborada con arena. Son los propios trabajadores que se encargan de extraer la sal, y para protegerse, cubren su piel con manteca de karité, que puedes comprar pura, sin refinar, en los mercadillos.
Con un poco de suerte te encontrarás con Cheik, que habla español perfectamente, 'lo aprendí con un pequeño diccionario'. Aprovecha la visita al Lago Rosa para hacer una excursión en 4x4 por las dunas y visitar Peulhs, un típico pueblo nómada.
5. Hacer un viaje en el tiempo
Detenida en el siglo XIX, deteriorada pero orgullosa aún con su delicada fachada, la Estación Central de ferrocarril de Dakar es una joya de la arquitectura colonial. De sus andenes partió por primera vez en 1885 el tren que unía esta ciudad con Saint-Louis, la antigua capital, en la desembocadura del río Senegal.
En 1924 se construyó otra línea ferroviaria desde aquí hacia el Sudán francés, la actual Malí, con lo que Dakar se convirtió en el principal puerto de exportación de cacahuetes de África.
Actualmente son pocas las líneas de ferrocarril del país, pero todavía sobrevive este tren expreso que une la capital senegalesa con Bamako dos veces a la semana, un viaje de día y medio de duración.
En los andenes descubrirás trenes y locomotoras que te harán viajar al pasado y, al otro lado de las vías el Marche de la Gare, un mercadillo de productos artesanales donde puedes comprar alimentos y manteca de karité.
6. Cruzar en barco a la Isla de Gorée
Al otro lado de la calle, frente a las vías del ferrocarril, está la Estación Marítima de donde salen varias veces al día los ferrys hacia Gorée, uno de los lugares imprescindibles que hay que visitar en Senegal.
Colonizada por los portugueses a mediados del siglo XV, y más tarde por holandeses y franceses, desde esta pequeña isla de menos de un kilómetro de largo declarada Patrimonio de la Humanidad salieron durante cuatro siglos más de 20 millones de esclavos hacia el otro lado del Atlántico.
Te encantará su arquitectura colonial de casitas de colores, sus buganvillas, la colina del Castillo, con vistas sobre toda la Île de Gorée, y te sobrecogerá la Maison des esclaves, donde los seres humanos eran almacenados y clasificados. Una de sus puertas da directamente al mar, por la que embarcaban hacia América.
7. Disfrutar de sus playas
Senegal es uno de los destinos africanos de ‘sol y playa’ más turísticos. Por supuesto, el país es mucho más, pero no por eso hay que perderse un baño en sus aguas. En la propia Dakar, si sigues el paseo marítimo de la Corniche que bordea la ciudad, te irás encontrando con muchas como la Plage des Enfants, la de Yoff, la del Virage, con ambiente surfero, o la de N’gor, la más popular de todas.
Te sorprenderá que algunas son de pago, y la cantidad de personas que hacen ejercicio en la arena al caer la tarde, especialmente en la zona de Soumbedioune. La preferida por los surfistas es la de la isla de N’gor, a cinco minutos de la costa, a la que puedes llegar en un barco de pescadores. Dicen que aquí están las noches más divertidas de Senegal.
La zona de playas más turística es la de Saly, a unos 85 km al sur de la ciudad, donde están la mayoría de hoteles. Las mejores se sitúan al sur, en Cap Skirrin y Diembéring, en la región de Casamance, una zona que hasta hace poco sufría conflictos armados.
8. Comer los pescados más frescos
Justo al lado de la Village Artisanal de Soumbedioune, en la Corniche, encontrarás una lonja a la que llegan cada día los pescados más frescos de la ciudad: lenguado, merluza, mero de Gorée, salmonetes, barracudas, gambas…
Senegal tiene una gran tradición pesquera y muchos restaurantes donde disfrutarla. En el Point d’Interrogation, en la Rue Amadou Assane Ndoye, junto al hotel Ganalé, puedes comer especialidades senegalesas a muy buen precio. Pide un Domoda Poisson.
Si prefieres carne, uno de los platos más célebres de Senegal es el Yassa Poulet, arroz con pollo. Para beber, prueba un ‘bissap’, una bebida tradicional del Occidente de África elaborada con hojas de hibisco rojo, que suele llevar un toque de naranja y hierbabuena.
Otro lugar especial es el Pointe des Almadies, un restaurante al aire libre de especialidades francesas y vietnamitas en la punta más occidental del continente africano, Les Almadies. Estas aguas son perfectas para la práctica del submarinismo, especialmente entre febrero y abril.
Si quieres sentirte como un pescador senegalés, la agencia Africa Travel Group ofrece un paquete de pesca para grupos pequeños con diferentes técnicas, a sedal o arrastre, y almuerzo a bordo en un barco, e incluye el material.
9. Callejear por el centro de Dakar
Dakar no es una ciudad especialmente bonita, pero en su centro histórico, el Plateau, encontrarás vestigios coloniales y edificios realmente interesantes como el Palacio Presidencial, de color blanco y rodeado de frondosos jardines, la Cámara de Comercio o la propia estación de ferrocarril.
En el 30 de la Rue de la République está el Café de Rome, un lugar muy agradable para comer o simplemente tomar un café, donde solían reunirse los diplomáticos y expatriados residentes en Dakar.
Muy cerca, en la plaza Soweto, el Museo IFAN alberga una importante colección de máscaras y estatuas tradicionales africanas, y también instrumentos musicales y herramientas agrícolas de toda África Occidental.
Pero las exposiciones más sorprendentes y vanguardistas están en L'Institut Français du Sénégal, con muestras también al aire libre, en su encantador jardín interior.
10. Bailar al ritmo del Mbalax
Senegal es música. Sus habitantes llevan el ritmo en los genes, y necesitan poca cosa para improvisar un ritmo endiablado de percusión perfecta que lleva inevitablemente al trance.
La música tradicional es impresionante, pero también sus sonidos más actuales. En los últimos años se ha internacionalizado la música Mbalax, algo así como un cruce entre ritmos africanos con música caribeña, que mezcla instrumentos autóctonos como el djembé con otros más occidentales, como guitarras o flautas.
Si buscas discos, anota estos nombres: Ibra Kassé, el fundador de la Star Band de Dakar en la década de 1960; Youssou N'dour, la figura más famosa de la música senegalesa; Touré Kunda, otro exponente del mbalax; Ismaël Lô, autor de Tajabone, que Pedro Almodóvar incluyó en la banda sonora de la película Todo sobre mi madre; y algunos de los más jóvenes, como Baaba Maal o Cheikh Lo.
Para escucharla en vivo, uno de los mejores lugares es el Club Kilimanjaro, un centro cultural con reminiscencias francesas donde se reúnen cada noche muchos intelectuales y artistas. Está al lado del mercado de pescado de Soumbédioune.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar y moverse
Desde Madrid, Air Europa e Iberia –esta también desde Gran Canaria- cuentan con vuelos directos a Dakar, de unas 4 horas de duración. También se puede volar con escalas en otras compañías que operan desde España, como Royal Air Maroc, Air France, TAP, Brussels Airlines o Air Algerie.
En el interior del país, Senegal Airlines ofrece vuelos diarios desde la capital, Dakar, hacia Ziguinchor y Cap Skirring, y conecta también con otros países del África Occidental.
El aeropuerto internacional Leopold Sedar Senghor está en el barrio de Yoff, a unos 15 kilómetros de Dakar. Desde aquí, llegar al centro en taxi cuesta aproximadamente 3.000 CFA. Más barato, el autobús P8 te deja en la plaza de la Independencia.
Senegal cuenta actualmente con una red de carreteras segura y moderna, y está construyendo un aeropuerto de última generación a medio camino entre Dakar y Saly, el de L’Aibd, que será el más grande de toda África.
Desde julio de 2003 está prohibida la importación a Senegal de vehículos de más de 5 años de antigüedad. Si se viaja en coche y el vehículo supera esa antigüedad podría ser retenido en la frontera, así que es preferible consultar antes con la Embajada de Senegal en Madrid.
La ruta que une la zona turística de Cap Skirring con Zinguinchor, en Casamance, reviste a veces problemas de seguridad, por lo que es preferible hacerla de día o en circuitos turísticos organizados. El grupo Africa Travel Group cuenta con muchas opciones para contratar excursiones, visitas, transportes y alojamientos por todo el país.
Dónde dormir
Senegal ofrece una plataforma hotelera con cantidad de alojamientos de lujo, tanto en la capital como en las zonas turísticas, muchos de ellos integrados en el paisaje, construidos con materiales de la zona.
En Dakar, el hotel Radisson Blu es un cinco estrellas perfecto para escapadas urbanas. Muy cerca, y asomado también al Atlántico, el hotel Terrou-Bi, de cuatro.
En la punta más occidental de África, al norte de la ciudad, el Hotel des Almadies, antiguo Club Med, está un poco desfasado, pero tiene una ubicación inmejorable al borde del mar.
En la Petite Côt de Saly, el lugar más turístico de Senegal, el Royam Hotel es un cuatro estrellas de cabañas muy agradables rodeadas de cocoteros.
También la cadena Decameron tiene un hotel en esta costa, el Decameron Baobab, que opera en régimen de todo incluido.
Muy cerca, el Lamantin Beach Hotel, de cinco estrellas, seguramente el más exclusivo del país. Cuenta con un centro de pesca deportiva, una playa privada, tres restaurantes y el primer centro africano de Tahalasso Energie, un spa de auténtico lujo.
También en la costa de Saly, el hotel Les Amaryllis, de ambiente más joven y personal muy amable, cuenta con habitaciones diferentes repletas de color.
Más al sur, en la región del Delta del Saloum, Les Collines de Niassam es un hotel muy especial de ecolodges construidos con materiales tradicionales, algunos sobre la laguna y otros en los árboles.
También en el Delta, algo más sencillo, el Keur Saloum cuenta con medio centenar de habitaciones, seis suites y una enorme terraza panorámica con hamacas desde donde observar las aves y los barcos.
El más lujoso de esta zona es el Delta Niominka, en la pequeña Isla de Dionewar, con habitaciones y cottages asomados a una playa de arena blanca.
Notas para viajeros
La vacuna de la fiebre amarilla es obligatoria para todos los viajeros procedentes de zonas infectadas. España no está incluida en ellas, pero hay que tenerlo en cuenta si se viaja desde algún otro país de la región.
El clima es tropical y agradable, con temperaturas entre los 20 y 30 ºC durante el día. Al atardecer y al amanecer hay que utilizar repelente de mosquitos, especialmente durante la temporada de lluvias, de junio a septiembre.
El periodo seco, en cambio, es perfecto para hacer submarinismo. Las aguas están más claras entre febrero y abril, una época muy buena también para observar la migración de las aves.
La moneda de Senegal es el Franco CFA, moneda común a la mayoría de países de África Occidental. El cambio aproximado es de 1.000 CFA, un euro y medio. Al entrar y salir del país es obligatorio declarar cantidades superiores a 1.000.000 de francos CFA (unos 1.500 Euros).
Las tarjetas de crédito pueden utilizarse en la mayoría de los hoteles y en Dakar, donde hay cajeros automáticos, escasos en el resto del país.
Senegal es un país de mayoría musulmana con una sociedad bastante conservadora, por lo que es especialmente importante ser respetuoso con las costumbres y tradiciones locales. A los senegaleses, por ejemplo, no les suele gustar nada que los fotografíen, y pueden reaccionar mal.
También hay que tener en cuenta que las leyes son muy restrictivas en algunos aspectos. Las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales y pueden acarrear condena de cárcel, igual que el consumo de drogas, aunque sea en pequeñas cantidades.
Las zonas fronterizas con Gambia y Mauritania y la región de Casamance han sido escenario en los últimos años de enfrentamientos armados, por lo que es preferible seguir las recomendaciones actualizadas de seguridad del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación al respecto.
Una guía para el viaje
Pasaporte turístico de Senegal es una pequeña guía que ofrece unos apuntes de historia, antes de entrar a describir una a una las regiones turísticas de Senegal, explicando sus diferentes etnias y las costumbres de este país.
La publicación incluye un mapa turístico de Senegal y un plano de la ciudad de Dakar.
Pasaporte turístico de Senegal. Varios autores.
Edita: Booking-Senegal.com.
Lugar de la edición: Francia. Fecha de edición: 2011.
I.S.B.N. número: 03-0426-033. Número de páginas: 42.
Idioma: español. Precio de venta: 11,90 euros.
Web de Turismo de Senegal: www.tourisme.gouv.sn
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cheikh (no verificado)
29.08.2012 - 23:58
si el lago es unico del mundo mundial el baobab siqnifica muchas coso aqui el senegal es un paiz muy bonito
Cheikh Ndoye (no verificado)
30.08.2012 - 20:24
Senegal es muy grande pero passionat vien opar cruosite pero estará de vuelta por la pasión. Baobab es el Acrobat un sitio en el oeste de África bienvenues.
Cheikh Ndoye (no verificado)
30.08.2012 - 20:26
Senegal es muy grande pero passionat vien opar cruosite pero estará de vuelta por la pasión. Baobab es el Acrobat un sitio en el oeste de África bienvenues.Situé ustedes son el corazón de un bosque de baobabs Accrobaobab Adventure Park ofrece trepar a los árboles, al aire libre actividades de ocio, y una cortesía cottage . 65 km al sur de Dakar ya 15 km de la estación de Saly, el parque es de fácil acceso para todo tipo de vehículos. Para llegar hay que tomar la carretera nacional 1: derecha pista en frente de la Reserva Bandia, 5 km después de Sindia. Ponte en contacto conmigo diapo12@yahoo.fr 775 340 604 00 221 para el visitante tal está cerca de todos los meses y el lado más oscuro fermler Samdi y todos son bienvenidos Simanche