El Atlántico, llave en mano

Novotel Porto Vermar

Texto: Federico Ruiz de Andrés. Fotografías: Ana Bustabad Alonso

Camino de Aguçadoura, en la zona más moderna de la localidad portuguesa de Póvoa de Varzim, el Novotel Porto Vermar ofrece una imagen ambigua que realmente desconcierta en su clasificación: ¿nos encontramos ante un hotel urbano o de playa?

Un amplio aparcamiento gratuito exterior, exclusivo para huéspedes, conduce hacia el acceso a este cuatro estrellas.

Su vestíbulo es amplio y bien decorado; el personal encargado del check-in se deshace en amabilidades. Fernando es ejemplo de ello. Una gran disponibilidad y apoyo al recién llegado con la inestimable ayuda de la documentación que se le ofrece: mapas y planos de Póvoa y Oporto.

En este espacio, una pequeña tienda de recuerdos, prensa y tabaco. Aunque, desde el 1 de enero de 2008, no se puede fumar en ningún espacio del hotel, salvo en las habitaciones.

El resto de la planta baja queda cubierto por salones de reuniones, sala infantil de juegos, la cafetería (amplia, relajada y silenciosa con un singular espacio reservado para las tripulaciones de Portugalia) y el acceso al restaurante Coté Jardin, completan su distribución.

208 habitaciones se alzan, en torre y media, sobre la inminente playa de Lagoa con unas envidiables vistas, sólo imputables a la estancia en las habitaciones ‘vista al mar' (con suplemento).

Las habitaciones siguen el estandarizado estilo Novotel que la cadena gala ha popularizado por su espíritu familiar. Disponen de mini bar, Tv, acceso wi-fi a Internet (de pago) y una cierta necesidad de actualizar su equipamiento.

Por lo que al baño se refiere cabe reseñar lo ciertamente reducido de las amenities que éste ofrece, reduciéndose a dos jaboncillos, un gel y un champú.

Pero lo grande, lo destacable de estas habitaciones, está fuera y son sus vistas espectaculares hacia el furioso Atlántico que todo lo puede y que a todos nos llega. De hecho, su furia, su rumor, llega al dormitorio y uno intuye la proximidad de las olas.

La hormigonada terraza permite un contacto visual más intenso y el reposo en ella bien merece llegar hasta Póvoa, cuyo centro dista sólo diez minutos a pie por el paseo marítimo.

El hotel se sitúa, junto a esa enorme playa que engalana la ciudad de Póvoa de Varzim, a unos 30 kilómetros al norte de Oporto.

Dispone de dos piscinas exteriores, una zona de césped con ambicionadas sombrillas en tiempo cálido, una pista de tenis y otra de baloncesto, así como del popular bar-jardín y un espacio de juegos infantiles.

Por lo que se refiere al restaurante, Coté Jardin, nos muestra detalles de la charme francesa que subraya la propiedad de la cadena, tanto en su decoración como en los platos. Éstos pueden ser degustados en régimen de buffet en temporada alta, o a la carta cuando ésta es baja. En cualquiera de ellas, la calidad es buena.

En cuanto a los desayunos, el buffet es reducido pero con buenos productos, excepción hecha del consabido ‘zumo de naranja' (de extraña procedencia y sabor) y del café, algo imperdonable en un país tan cafetero como Portugal.

Es, en definitiva, una interesante instalación para nuestras escapadas, para un corto periodo vacacional o para buscar el relax que Póvoa nos brinda si queremos desconectar unos días.

Un hotel con posibilidades, en el que el huésped recibirá un exquisito trato pero del que quizás se extrañe no añada algún tipo de complemento para que pueda tener un adicional atractivo a sus clientes.

Quizás un área de spa que nos haga conocer el poder de las aguas de la zona, por lo demás históricamente reconocidas.

Novotel Porto Vermar. Rua da Imprensa Regional. Póvoa de Varzim. Portugal. Tf. +351 252 298 900. h2124@accor.com. Novotel.