Toronto, una gran ciudad que piensa en verde
EXPRESO - 24.10.2009
La primera impresión que tienes cuando te vas aproximando a Toronto y divisas su skyline, es que te encuentras ante otra metrópoli cubierta de rascacielos, donde la construcción de nuevos edificios prolifera como en tantas grandes ciudades. De hecho es la mayor ciudad de Canadá y la quinta más grande de Norteamérica, sólo por detrás de México D.F., Nueva York, Los Ángeles y Chicago.
Sin embargo, lo que ofrece Toronto, una vez que te adentras en ella, es muchísimo más que eso. Es una ciudad llena de contrastes, donde cada calle que cruzas parece trasladarte a un lugar diferente. Y una ciudad preocupada por la naturaleza, que lleva a cabo políticas ecológicas estrictas para conservar el medio ambiente.
Con casi 6 millones de habitantes en el área metropolitana de Toronto, la ONU le otorgó el título de ciudad más multicultural del mundo. Alrededor de la mitad de la población es originaria de Canadá. El resto lo conforman principalmente las comunidades asiática, jamaicana, griega y portuguesa.
Hoy en día, los inmigrantes llegan, en su mayoría, de países como India, Bangladesh y Sri Lanka. Todas estas nacionalidades y culturas se mezclan formando un claro ejemplo de convivencia.
Canadá es un país con dos lenguas oficiales: inglés y francés, pero en Toronto el idioma predominante es el inglés. Su acento es bastante neutro y fácil de entender, aunque en una ciudad en la que se hablan más de 100 lenguas, el idioma no supone mayor problema para el viajero que no domine el inglés.
Aunque, si así fuera, los habitantes de Toronto no dudarán en esforzarse para ayudar en la comunicación, puesto que son realmente atentos ante cualquier necesidad, pregunta o curiosidad del visitante, y destacan por su buen humor.
Comenzamos nuestra inmersión en la ciudad por uno de los barrios más movidos y variados: The Entertainment District.Está presidido por la omnipresente CN Tower, símbolo inequívoco de Toronto, que se puede observar desde casi todos los rincones de la ciudad. Concebida inicialmente como centro de comunicaciones de TV y radio, se inauguró en 1976, y fue, con 447 metros, el edificio más alto del mundo durante casi tres décadas.
Hoy en día es, básicamente, un centro turístico que ofrece varias posibilidades a los visitantes. Una de las más atractivas es, sin duda, el restaurante 360º. Situado a unos 350m de altura, ofrece unas vistas privilegiadas de Toronto y del Lago Ontario.
Tarda 72 minutos en dar una vuelta completa, por lo que podrás degustar una excelente comida por un precio módico, mientras disfrutas de una panorámica impresionante.
Aunque no es complicado obtener mesa, sí es recomendable llamar con anterioridad para reservar. Además, si decides incluir la comida o cena en tu visita, el acceso al resto de instalaciones es gratuito.
A continuación, puedes bajar un piso hasta el Glass Floor. Aquí encontrarás un suelo de cristal de 6 cm de ancho, a una altura equivalente a 113 pisos, desde donde podrás experimentar sensaciones increíbles, no aptas para personas con miedo a las alturas. Si lo prefieres, puedes salir al mirador exterior, y observar las vistas tras una valla enrejada.
El ascensor de subida es de cristal y apenas tarda 58 segundos en llegar a lo alto, por lo que podrás ser consciente en todo momento de la altura que vas tomando.
Por el contrario, el ascensor de bajada tiene dos pequeñas ventanas en el suelo que permiten ver recortarse la distancia a la calle según vamos descendiendo.
Justo al lado de la CN Tower está el SkyDome, más conocido como Rogers Centre. Inaugurado en 1989, este estadio marcó un hito arquitectónico al tener la primera cubierta completamente retráctil del mundo.
Es sede de los equipos de béisbol, Toronto Blue Jays, y fútbol americano, Toronto Argonauts, y aquí se celebran también conciertos y espectáculos de diferente índole. Este barrio de ocio también nos ofrece muchos restaurantes y teatros, donde, a veces, los musicales llegan incluso antes que a Broadway.
En esta época se pueden ver, entre otras, las representaciones de ‘Sonrisas y lágrimas’ o ‘Dirty Dancing’ en los teatros Princess of Wales y Royal Alexandra respectivamente.
Al este del Distrito de Entretenimiento se encuentra el Old Town Toronto, barrio donde nació la ciudad.
Arrasado por el gran incendio de 1904, fue reconstruido posteriormente, y en la actualidad ofrece una de las más grandes concentraciones de arquitectura victoriana de Ontario.
La entrada al barrio está presidida por el Gooderham (o Flatiron) Building, una joya de la arquitectura del siglo XIX. A poca distancia está el St. Lawrence Market, parada obligatoria que ofrece todo un mundo gastronómico y cultural.
El edificio sur está abierto de martes a sábado y en él podremos encontrar todo tipo de puestos de comida.
De entre todos, destacan el de frutas y verduras orgánicas, regentado por Murray Graziano, toda una institución en el mercado; y el de Anton Kozlik, donde podremos degustar multitud de tipos de mostaza diferentes.
Pocos saben que alrededor del 90% de la mostaza que se consume en el mundo procede de Canadá. El edificio norte sólo abre los sábados, día de más actividad en el mercado, cuando los granjeros de la zona y los artesanos locales muestran sus productos.
Otro de los edificios interesantes que debes visitar es el de la oficina de correos, uno de los pocos que sobrevivió al gran incendio, donde, como curiosidad, puedes utilizar una pluma auténtica para escribir a la antigua usanza, por ejemplo, tu nombre y llevártelo como recuerdo.
A pocos metros está la Catedral de St. James, construida por orden de Jorge V de Inglaterra. Destacan las vidrieras, muy distintas a las catedrales españolas, donde las imágenes no son religiosas, sino que representan a reyes, héroes o batallas. Al lado de la Catedral está el parque de St. James, con unos pequeños jardines donde se mezclan diferentes aromas florales.
Dando un pequeño paseo llegamos a otro de los puntos que no debes dejar de visitar: The Distillery District.La antigua destilería Gooderham and Worts cerró en 1990 y en 2001 fue reconvertida en un recinto peatonal, lleno de tiendas, galerías de arte y restaurantes.
El encanto del Old Town tampoco ha pasado desapercibido para la industria del cine.
Aquí se han rodado películas como Chicago, X-men, Cinderella Man o Huracán Carter.
Si, además de callejear por el barrio, quieres conocer la apasionante historia de todos los rincones del Old Town Toronto, nada mejor que dejarte llevar por Bruce Bell.
Además de deleitarte con su gran sentido del humor, te contará como nadie todos los detalles del barrio y los orígenes de la ciudad.
Entre el Distrito de Entretenimiento y el Old Town está el Distrito Financiero de Toronto, donde se encuentra la mayor concentración de rascacielos de la ciudad.
Puedes dar un paseo por la superficie para disfrutar de la arquitectura moderna, o bien adentrarte en el PATH, una ruta de 27km de calles subterráneas, utilizadas principalmente en invierno para refugiarse de las bajísimas temperaturas que suelen alcanzar los 20º bajo cero.
Este enramado subterráneo tiene salidas a la superficie y a los principales edificios, así como enlaces con las principales estaciones de metro, además de contar con restaurantes y tiendas de todo tipo.
Al norte del distrito financiero se encuentra el Downtown. Atravesado por Yonge St., que llegó a figurar en el Libro Guinness como la calle más larga del mundo, a ambos lados puedes ver algunos de los modernos edificios de Toronto.
Una de las mayores plazas de la ciudad es la Nathan Philips Square, donde habitualmente tienen lugar mercados y ferias de arte.
Aquí se encuentran también el nuevo y el antiguo ayuntamiento, construcción de estilo neorrománico que contrasta con la modernidad de los edificios que lo rodean.
Otra de las atracciones de este barrio es el gran centro comercial Eaton Centre, con más de 280 tiendas, es el paraíso para las compras.
Aunque, si prefieres tiendas pequeñas y diferentes, no debes dejar de pasear por Queen St. West, donde podrás encontrar todo tipo de boutiques, librerías, y otros establecimientos curiosos.
En esta calle, además, se encuentra el exclusivo restaurante Ultra, así como algunos de los mejores bares y pubs para disfrutar de la noche de Toronto.
Caminando por Yonge St. dirección norte, llegamos a Bloor Yorkville, uno de los barrios más lujosos de Toronto.
Aquí podemos encontrar boutiques y tiendas de firma, al estilo de la 5ª Avenida neoyorquina, y elegantes restaurantes.
Uno de ellos es el bar-lounge Panorama, situado en el piso 51 del edificio Manulife Centre. En él puedes disfrutar de las vistas de la ciudad, especialmente de noche, mientras tomas uno de los cocktails que ofrece su variada carta.
Otros barrios que merece la pena visitar son ChinaTown, lleno de restaurantes, tiendas, mercados y locales con sabor oriental, o CabbageTown, barrio residencial con casas antiguas de estilo victoriano, donde hasta las señales de tráfico dan sensación de tranquilidad.Por su parte, el Gay District alberga la mayor comunidad gay de Canadá; y Little India, una de las grandes comunidades sudasiáticas de Norte América.
Si te acercas a Harbour Front, situado al borde del lago, descubrirás que cuenta con multitud de cafeterías, restaurantes, tiendas, parques y el gran centro de ocio Ontario Place.
Además de callejear y descubrir los rincones de esta gran ciudad, Toronto también posee una serie de museos que merece la pena visitar.
Uno de esos museos es el Art Gallery of Ontario, situado en los límites de ChinaTown, es un moderno edificio diseñado por Franck Gehry, que alberga obras pictóricas y esculturas, así como exposiciones de las diferentes culturas mundiales.
Cuenta además con el moderno restaurante Franck, donde podrás degustar su cocina creativa al terminar tu visita.
Aunque, si lo que prefieres es tomar una cerveza tranquilamente, puedes simplemente cruzar la calle y entrar en el Village Idiot Pub, donde encontrarás una selección de cervezas de todo el mundo.
Otro de los museos más curiosos que puedes visitar en Toronto es el BataShoe, un pequeño museo dedicado al calzado, donde podrás ver zapatos de diferentes épocas, países y culturas.
Casa Loma es uno de los pocos castillos de Canadá, construido por el financiero canadiense Sir Henry Pellatt a principios del siglo XX.Cuenta con una cuidada decoración, pasajes secretos, una torre con vistas a la ciudad, y con amplios jardines (abiertos sólo de mayo a octubre), con multitud de flores y plantas diferentes, por los que merece la pena perderse.
Pero el que es, sin duda, la joya de los museos de Toronto es el Royal Ontario Museum. Posee una gran colección de culturas mundiales donde se pueden ver muestras de arte griego, chipriota, chino, japonés, egipcio, europeo o canadiense, entre otras.
Además, tiene una planta dedicada a la historia natural, con animales de antes y de hoy, en la que, especialmente los niños, disfrutarán con las actividades que se organizan.
En la actualidad, y hasta el 3 de enero de 2010, se puede visitar una exposición única en el mundo, Los manuscritos del Mar Muerto: Palabras que cambiaron el mundo.
Se trata de una ocasión increíble para ver in situ 16 de los auténticos manuscritos descubiertos en el Mar Muerto, que representan los primeros escritos de los patriarcas y profetas del Judaísmo, Cristianismo e Islam.
Otra de las sorpresas que nos ofrece Toronto es su gran compromiso con la ecología y el medio ambiente, así como la cantidad de zonas verdes donde evadirse del ajetreo de la ciudad. Podrás encontrar pequeños parques y jardines en los distritos Old Town, Yorkville, Entertainment y HarbourFront.
Asimismo, podrás dar un paseo por el Philosopher’s Walk en el campus de la Universidad de Toronto, o adentrarte en High Park, el mayor parque de la ciudad, que cuenta con jardines, instalaciones culturales y educativas, así como con una reserva natural de robles.
Para los aficionados a la botánica, nada mejor que visitar los Allan Gardens. Se trata de un complejo que cuenta con 6 invernaderos que incluyen más de 16.000m2 de plantas estacionales, así como una colección permanente de plantas perennes.
Otra de las visitas obligadas para los amantes de la naturaleza y los animales es la granja Riverdale Farm. Cuenta con zonas arboladas y estanques, y aquí se pueden ver todo tipo de animales: vacas, caballos, burros, ovejas, cabras, pavos, patos…
En los alrededores de la granja podemos pasear por el Riverdale Park West o echar un vistazo al Necropolis Cemetery, uno de los más antiguos cementerios de Toronto, lugar de descanso para un gran número de celebridades y personajes históricos de la ciudad, que cuenta con una interesante colección de esculturas y construcciones victorianas, como su capilla.
Si el tiempo acompaña, puedes acercarte a Leslie Street Spit, una península de 5 Km de largo, donde podrás disfrutar de su playa, Cherry Beach, y bañarte en el lago Ontario. Además, está rodeada por el Tommy Thompson Park, hábitat de cientos de plantas y aves diferentes, perfecto para recorrer en bicicleta.
Si te apetece disfrutar del lago Ontario, el menor de los 5 Grandes Lagos, lo ideal es coger un barco, desde donde disfrutarás de las mejores vistas del skyline de Toronto.
También puedes desembarcar en las Toronto Islands, que incluyen más de 230 hectáreas libres de coches, perfectas para pasear, ya sea caminando o en bicicleta, y disfrutar de la naturaleza en estado puro a poca distancia de la ciudad.
Para realizar este recorrido ecológico por Toronto y sus alrededores, puedes dejarte guiar por la especialista en turismo sostenible Louisa Mursell, quien, además de enseñarte todas las zonas verdes, te explicará la política medioambiental de la ciudad.
Son cada vez más las empresas canadienses concienciadas con la importancia del cuidado del medio ambiente.Por ejemplo, la fábrica de cerveza Steam Whistle Brewing usa ingredientes completamente naturales para la fabricación de la cerveza, y utiliza energías renovables y materiales biodegradables para toda su producción.
Otra empresa ecológica, la cadena de tiendas Mountain Equipment Co-Op, especializada en material y ropa para deportes de aventura, ha sido una de las primeras empresas en utilizar el ‘tejado verde’ (green roof).
Mediante esta innovadora técnica de tejados verdes se ahorra energía, se aprovechan las lluvias y el calor, y se reduce la contaminación.
Es tal el compromiso de Toronto con la naturaleza que, a partir de enero de 2010, todos los edificios nuevos que superen los 2000m2 deberán llevar incorporado un tejado verde.
Otro de los edificios que ya cuenta con un jardín en su tejado es el Fairmont Royal York Hotel. Este jardín se usa, además, para cultivar plantas y verduras que se incluyen en la dieta del hotel y sus restaurantes.
Incluso tienen varias colmenas de abejas con las que producen una miel natural, que ha sido premiada recientemente en la feria Royal Agricultural Winter Fair. Ésta es sólo una de las razones por las que el Fairmont Royal York Hotel es la mejor opción para alojarse en la ciudad.
Se trata de uno de los hoteles más grandes de Toronto, con más de 1.100 habitaciones, y es uno de los edificios históricos de la ciudad.
Posee una elegante decoración y un completo servicio, además de contar con reconocidos restaurantes, de entre los que destaca el Epic.
Por sus habitaciones han pasado estrellas del cine y la música, reyes y jefes de estado. Sin embargo, su precio es más que razonable, teniendo en cuenta su categoría.
Además, dispone de distintas ofertas para sus huéspedes, de entre las que destacan la posibilidad de acudir al St. Lawrence Market acompañados del chef del hotel, o los paquetes de estancia con visita incluida al ROM.
El hotel está situado en el corazón del Entertainment District y enfrente de la estación de tren Union Station, por lo que es el punto de partida ideal para visitar la ciudad y disfrutar de todas las sorpresas que nos ofrece esta metrópolis canadiense, una ciudad que definitivamente piensa en verde.
Volando a Toronto con Jet Airways
Ir a Toronto desde Europa es muy fácil. Una buena opción es la aerolínea Jet Airways, que tiene vuelos diarios desde Bruselas a la ciudad canadiense.
En las ocho horas que dura el viaje, la mayor compañía india privada, que cuenta con una de las flotas de aviones más jóvenes, ofrece a los viajeros un impecable servicio.
El menú, que puede elegirse de comida india u occidental, con opciones para quien necesite alimentos especiales, llega a su máxima expresión en First Class y Premiére, donde además de una extensa carta de vinos se pueden saborear los platos exclusivos del chef belga Yves Mattagne.Los clientes disfrutan además de camas completamente horizontales de 180º y, si prefieren trabajar, de una auténtica oficina a bordo, con una mesa de gran tamaño, acceso a laptop, teléfono, SMS, email y últimas noticias.
En todas las clases, cada pasajero tiene a su disposición una pantalla individual con diferentes películas, programas informativos o deportivos, en inglés y francés, que ayudan a hacer más ameno el viaje.
Incluso viajando en turista, el espacio entre filas es amplio, los asientos ergonómicos están diseñados para reducir la tensión muscular al mínimo y todos cuentan con reposapiés incorporado, un detalle muy importante en los vuelos largos.
El vuelo directo desde Bruselas sale cada día a las 10.10 de la mañana, y llega a Toronto a mediodía.A la vuelta, el vuelo diario despega a las 18.50 y aterriza en la ciudad belga a las 07.50 de la mañana del día siguiente.
La conexión de Jet Airways con España se realiza por medio de Brussels Airlines, que vuela diariamente desde Madrid a la capital europea.
En el aeropuerto de Bruselas, además, hay una sala VIP exclusiva de Jet Airways con todas las comodidades y un diseño muy cuidado.
Texto y fotos: Ana García Iglesias
Agradecimientos:
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