Dos caras de Jamaica: lugares turísticos y alternativas menos concurridas

EXPRESO - 18.07.2022

El turismo hacia Jamaica se recupera a pasos agigantados con un fuerte aumento de visitantes procedentes de las Américas y de Europa.

Todos buscan en la isla buenas vibraciones o los muchos atractivos y alicientes de la isla, más allá del sol y la playa, que hacen de Jamaica un destino único.

Estos son algunos de los lugares que no pueden faltar en cualquier itinerario por Jamaica que se precie —sobre todo, si se trata de la primera toma de contacto con la isla— y otros no tan conocidos para quienes busquen alejarse del bullicio del reggae pero sin renunciar al efecto wow.

Uno de los sitios más instagrameables de la isla es Holland Bamboo Avenue, en la parroquia de St. Elizabeth. Originalmente diseñado en el siglo XVII, es un tramo de carretera entre Lacovia y Middle Quarters bordeado de plantas de bambú que forman un túnel sombreado. Y hablando de fotografía, el arte de Kingston no solo se aprecia en la Galería Nacional sino también en sus calles.

Lo que comenzó como un almacén abandonado, ahora es la sede de Paint Jamaica, un movimiento de arte urbano que desmitifica el estigma que rodea el área. 41 Fleet Street rompe barreras y es un llamamiento para artistas locales e internacionales, donde cada mural cuenta una historia.

Seven Mile Beach es, sin lugar a dudas, la más popular de Jamaica y una de las mejores del Caribe. Tal y como su propio nombre indica, alberga una costa de unos 11 kilómetros (7 millas) de arena blanca bañada por aguas turquesas, así que no hay problema para encontrar un hueco donde tirar la toalla.

En el lado casi opuesto de la isla, a unos 15 minutos en barco desde Port Royal se encuentra una de las joyas ocultas de Kingston (literalmente hablando debido a la marea alta): Lime Cay, un islote de 380 metros, esconde uno de los mejores lugares para hacer snorkel en la costa sureste de Jamaica.

Aunque la pequeña isla está deshabitada, durante el fin de semana suele estar más frecuentada, por lo que se recomienda visitarla entre semana a fin de disfrutar de mayor tranquilidad.

En cuanto a bares se refiere, Rick’s Café es el más popular de Jamaica, tanto por sus desafiantes acantilados como por sus espectaculares atardeceres, ambientados con música reggae y mucha fiesta. Es el lugar ideal para los que les gusta sentir la suave brisa marina mientras saborean un sundowner o bien un chute de adrenalina lanzándose desde una altura de hasta 10 metros hacia las aguas cristalinas.

Para los que prefieren algo más tranquilo y en un entorno montañoso, EITS Café es un restaurante rústico de estilo francés con unas vistas increíbles a las icónicas Blue Mountains. Sirve una deliciosa fusión de cocina europea y jamaicana con ingredientes de cosecha propia o de agricultores locales.

El paraíso tropical no está muy lejos de Portland… Bajo un telón esmeralda, donde agua dulce y salada se unen, se halla Frenchman’s Cove Beach, una de las playas más idílicas del mundo. Aunque cabe notar que es el codiciado columpio al final del río el que acapara todos los flashes.

Siguiendo con las actividades cargadas de adrenalina, en Campbelton Adventures ofrecen una oportunidad única de balancearse en un columpio gigante de 30 metros de largo para abrazar la naturaleza jamaiquina como nunca antes.

Estas dos atracciones no solo comparten el nombre, sino que también gozan de una admirable belleza natural. Blue Hole, a unos 15 minutos desde Ocho Ríos, invita a sacar el lado salvaje que todos llevamos dentro usando una cuerda cual Tarzán para zambullirse en sus turquesas aguas. Y Blue Hole Mineral Spring es una de las actividades más auténticas que hacer en Negril.

Para acceder a sus aguas minerales hay dos opciones: bajar cómodamente por una escalera o, como no podía ser de otra forma, de un salto. Además, a diferencia de su “hermana gemela”, no suele recibir tantas visitas.

En torno a las cascadas, las más concurridas con diferencia son Dunn’s River Falls, escenario de múltiples películas y una de las pocas del mundo que desemboca directamente en el mar Caribe. Aunque trepar o sobrevolar con zipline los saltos de agua no es el único reclamo turístico: ahora Dunn’s River Falls Park cuenta con una nueva atracción, ‘Tek-a-hike’, una ruta de senderismo de unos tres kilómetros para conocer mejor la fauna y la fauna del entorno y descubrir las ruinas históricas de Belmont.

En cambio, hay otras cascadas no tan conocidas, como Somerset Falls, que no carecen precisamente de encanto. Lo curioso es que la cascada principal no es su mayor atractivo, sino que esconde unas cascadas en forma de lágrima (adecuadamente apodadas como Hidden Falls) accesibles únicamente en bote y una gruta en forma de cueva esperando a ser explorada.

Expreso. Redacción. A.F

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