Lituania atrae a sus visitantes con unas vacaciones llenas de contrastes

Tras levantar las restricciones de viaje para muchos visitantes internacionales, Lituania ofrece la oportunidad de protagonizar su propia película visitando un sinfín de lugares contrastados.

Así, nos proponen desde una escapada romántica a lugares de color esmeralda hasta un inquietante paseo por una colina llena de cruces.

Lituania ya ha levantado las restricciones de la COVID-19 para muchos viajeros extranjeros. Dado que más del 56% de los europeos están considerando los países vecinos para sus vacaciones de verano, esta joya del Báltico ofrece la oportunidad de experimentar su multitud de contrastes, desde las vastas dunas de arena desiertas en la orilla del mar, hasta el exuberante verdor de los 6.000 lagos de color esmeralda del país. 

Para ayudar a los turistas a encontrarse en lugares dignos de un largometraje, Lithuania Travel, la agencia nacional de desarrollo turístico, acaba de publicar un video en el que anima a los visitantes a ser los héroes de sus propias películas de aventuras y a explorar el encanto del país, que reside en los contrastes naturales y urbanos, similares a los de muchos de los géneros cinematográficos favoritos: romance, terror y comedia.  

La modernidad se entrelaza con las tradiciones en un escenario urbano dramático Vilna, la capital, encarna la confluencia de los contrastes lituanos.

Su casco antiguo, reconocido como patrimonio de la UNESCO, cuenta con calles empedradas que se adentran en estrechos callejones entre edificios de estilo gótico, barroco, renacentista y clásico.

Los viejos secretos se esconden en rincones que recuerdan al Gran Ducado de Lituania, mientras que los tejados rojos revelan vistas abiertas a muchas de las iglesias de la ciudad.  Sin embargo, la animada vida cosmopolita fluye por toda Vilna, manifestándose en su boyante escena gastronómica, su incesante vida nocturna y su vibrante arte callejero.

Por ejemplo, el distrito de Užupis encarna el espíritu bohemio de la ciudad y cuenta con estatuas, murales e instalaciones artísticas a su alrededor. 

Al acercarse a los contrastes culturales de Lituania, Kaunas, la segunda ciudad más grande y antigua capital temporal, lidera el anhelo del país de fusionar lo moderno con lo tradicional. Como Capital Europea de la Cultura 2022 y testimonio de los estilos modernista y Art Decó, la ciudad recibe a los visitantes con multitud de actividades artísticas, educativas y culturales: exposiciones de Yoko Ono, Marina Abramovič, William Kentridge, festivales y actuaciones. 

Sin embargo, los visitantes pueden salir del dramático ajetreo de la ciudad y acercarse a la singular historia lituana en el pueblo de Rumšiškės, situado a sólo 30 km de Kaunas. El museo etnográfico al aire libre muestra los edificios de todas las regiones lituanas, que datan de los siglos XVIII al XX. Un mercado empedrado, casas de artesanos y comerciantes dan paso a la vivienda de un noble en la casa solariega de Aristavėlė, mencionada por primera vez por los cruzados ya en el siglo XIV. 

Escapada romántica a remotas playas de arena y verdes lagos forestales

Aunque tiene un tamaño compacto, Lituania ofrece amplias oportunidades para escaparse a una miríada de lugares que enamoran y que difieren mucho de una región a otra.

La costa lituana del Báltico ofrece un aire fresco y rejuvenecedor, un mar inquieto y escondites remotos para una escapada romántica. Unas vistas desinhibidas coronan las vastas playas solitarias del Curonian Spit, una península catalogada por la UNESCO que cuenta con una naturaleza estrictamente protegida y que se encuentra a un ágil viaje en ferry desde Klaipėda, la despreocupada ciudad portuaria.

Uno de sus lugares más encantadores es la duna de Parnidis, en Nida. Con 52 m de altura, es una de las dunas más altas de Europa, y ofrece un panorama impresionante de playas de arena sin límites que se mezclan con fragantes bosques de pinos.  Los lagos del país suponen un fuerte contraste con la costa. Los visitantes que deseen rodearse de ricos y verdes bosques de pinos y aguas cristalinas pueden encontrar un lugar tranquilo en uno de los 279 lagos del distrito de Molėtai.

El más largo, Asveja, se extiende a lo largo de más de 21 km y se hunde 50 m de profundidad.  Por otro lado, los que anhelan un ocio de más intensidad pueden visitar el distrito de los lagos de Zarasai. Más de 300 lagos transparentes que cuentan con piscinas al aire libre, trampolines para bucear, parques acuáticos, catamaranes y embarcaciones transparentes para echar un vistazo a una exuberante vida submarina.

Al mismo tiempo, Vilna cuenta con varias playas carismáticas a un paso de la bulliciosa vida de la ciudad, ideales para un rápido chapuzón antes de seguir recorriendo sus calles empedradas. 

Un terreno de cuento de hadas salpicado de objetos sagrados

Los aventureros pueden sentirse tentados a visitar el castillo de la isla de Trakai, una encantadora ciudad medieval cercana a Vilna. No solo ofrece la oportunidad de deambular por sus calles de antaño rodeadas de agua, sino también de encontrarse en un lugar favorecido por los cineastas: el castillo fue elegido para la película de 2005 Dragones y Mazmorras: La ira del Dios Dragón, y la reciente adaptación noruega de Tres deseos para Cenicienta.

Los visitantes pueden empaparse de todo el efecto de cuento de hadas de la isla recorriéndola en barco, kayak o canoa. 

Pero las emociones cinematográficas no tienen por qué acabar ahí, ya que Klaipėda alberga un barco digno de aparecer en una película de temática pirata. El Meridianas es un velero y un restaurante atracado en pleno centro de la ciudad. Los antiguos asentamientos de pescadores y el moderno puerto deportivo de un pueblo cercano, Dreverna, también refuerzan la ilusión de una recreación histórica en tiempos modernos. 

A diferencia de las atracciones cinematográficas de la región costera, la Colina de las Cruces, situada entre los extensos campos del distrito de Šiauliai, en el norte del país, alberga miles de cruces. Aunque a primera vista es un lugar fantasmagórico, la colina es testigo de la perseverancia y la fuerza de los lituanos, y de la esperanza que brilla incluso en los tiempos más oscuros.

Ahora los visitantes de todo el mundo pueden dejar una cruz en la colina para custodiar sus oraciones y deseos. 

Expreso. Redacción. J.R