Un viaje a Puerto Rico a través de la música

EXPRESO - 14.04.2022

Puerto Rico ha creado un universo musical que ha traspasado fronteras.

En los últimos tiempos, el éxito del Reguetón entre las generaciones más jóvenes ha apuntalado su popularidad y ha ayudado a visibilizar los atractivos de la isla, no obstante, su fructífera trayectoria de producción musical se remonta a muchos más años atrás.

Discover Puerto Rico, la Organización de Marketing de Destino, celebra su pasión por la música con un recorrido que no puede sonar mejor. 

La Bomba podría considerarse como una de las primeras manifestaciones musicales conocidas, surgida en el siglo XVII a raíz de la llegada de los esclavos africanos a Puerto Rico. Con una base de maraca, cuá (dos palos de madera) y el barril de bomba (un tambor grande que se toca con las manos), este género afrocaribeño ha sufrido pocos cambios con el paso de los años. La actuación es, en esencia, un diálogo entre músicos y bailarines. “La Tribu de Abrante” es un ejemplo que fusiona la Bomba con ritmos modernos. 

Con raíces europeas, la Danza se desarrolla desde mediados de 1800, muy marcada por el legado español. Se trata de un género estrictamente folklórico, asociado con la música instrumental. De hecho, el mismo himno de Puerto Rico, “La Borinqueña”, es una Danza. “Felices Días”, compuesta por Juan Morel Campos, es otro de los clásicos que no falta nunca en el repertorio. De aquí surgirán otros géneros, como el Bolero, a mediados del siglo XX. 

La confluencia de culturas en la música puertorriqueña queda reflejada una vez más con el nacimiento a finales del siglo XIX de la Plena, prima hermana de la Bomba. Introducida a través de la cultura española, tiene también raíces árabes y consagró su popularidad a partir de los años 30 y 40 del siglo XX.

Se concibió inicialmente para ser interpretada en la calle, de hecho, los expertos afirman que era el “periódico del pueblo”, ya que las canciones contaban las últimas noticias o incluso chismes.

Con la llegada de la radio a principios de los años 50, se empezaron a grabar discos, lo que propició un mayor impacto del género. A modo de ejemplo, la canción “Bombón de Elena”, de Rafael Cepeda, dio la vuelta al mundo. Muchas personas se identifican con este género mestizo, cuyo instrumento principal es el pandero o la pandereta. La manera de tocar tiene, por su parte, influencia africana. De ahí que a menudo se diga que la Plena abraza ambas culturas, la africana y la europea. 

Los años que siguieron estuvieron marcados por una multiplicidad de géneros y estilos que moldearon, aún más, el imaginario musical de Puerto Rico. A partir de los años 40, con los Boleros, como “Preciosa”, de Rafael Hernández, o “Nuestro juramento”, de Benito de Jesús”, Puerto Rico siguió captando la atención del público internacional. La Salsa puertorriqueña, a pesar de no considerarse un género per se, emerge desde finales de los 60.

Con una gran influencia de la música cubana —conviene recordar que Cuba y Puerto Rico tenían una relación estrecha—, llegó, como evolución del son cubano y del son montuno, para darle sabor a la música. Hoy, la salsa se ha convertido en una seña de identidad de los países latinos.

La canción “Brujería”, de El Gran Combo de Puerto Rico, o “Mi gente”, de Héctor Lavoe, se encuentran siempre entre las más pedidas. El Cha cha cha, el Mambo y la Pachanga también llegaron de Cuba a Puerto Rico, mientras que desde Estados Unidos se importó el Boogaloo.

El Merengue, si bien es de origen dominicano, vivió su momento de auge en Puerto Rico en los años 90. Todavía hoy se pueden encontrar orquestas de Merengue, que interpretan una música más fácilmente bailable que la misma salsa.

De hecho, es difícil encontrar a alguien en Puerto Rico que no haya bailado “Suavemente”, de Elvis Crespo, alguna vez. El Merengue típico o perico ripiao es el estilo tradicional que utiliza instrumentos de cuerda como guitarras y bajo, acordeón, conga y otros tambores, y puede ser de ritmo rápido con un paso de baile de marcha, conocido como Merengue derecho, o de ritmo más lento con ritmo sincopado, conocido como pambiche. 

Clement de Freitas, guía turístico especializado en música, ha afirmado que ‘el puertorriqueño tiene la facultad de coger un ritmo y trata de darle su propia personalidad. Lo hace tan bien que consigue el éxito, como pasó con la Salsa y el Merengue’. 

Ninguna guía sobre la música en Puerto Rico estaría completa sin mencionar el Reguetón. Su historia es parecida a la de la Salsa, con ritmos y temáticas urbanas, y letras más explícitas; se canta lo que ocurre en los barrios, en las calles. Se trata de un ritmo prestado, que surgió cuando se empezó a cantar Reggae y Rap en español, con una mayor libertad a nivel de expresión y con el que a la gente no le cuesta identificarse.

El contenido de las canciones suelen ser fuente de controversia y se centran en el sexo, las drogas, la violencia y el amor. A pesar de que el género nació en los años 90, se internacionalizó con el tema “Gasolina”, de Daddy Yankee —el término Reguetón, de hecho, lo acuñó el mismo cantante como aumentativo de Reggae—.

El Reguetón también influyó en el desarrollo de la música Trap latina, liderada por Bad Bunny, Ozuna, De la Ghetto y Anuel AA, que fusiona el Trap convencional con ritmos y letras de reguetón en español. 

Tampoco puede olvidarse el Pop. Este formato más comercial aúna desde Baladas hasta canciones de Rock suave. Ricky Martin, Luis Fonsi, Chayanne o Pedro Capó son exponentes del Pop latino, habiendo conseguido un éxito internacional sin parangón. No es casualidad que la canción “Despacito” sea, junto a “Baby Shark”, el video musical con más visitas en Youtube, más de 7.000 millones. 

Esta rica historia pone de manifiesto la importancia de la música en la vida de Puerto Rico. Los viajeros, ya sea que se encuentren de paseo por San Juan —que sigue celebrando su 500 aniversario—, en algún pueblecito o tomando el sol en la playa, podrán experimentar de primera mano esta pasión.

Desde luego, en la isla se puede disfrutar de muchos más ritmos del folclore caribeño, como la Cumbia, la Trova, la Guaracha, la Bachata o incluso la música Jíbara. 

Dónde disfrutar de la música en Puerto Rico 

El destino organiza numerosos eventos en vivo durante el año, y cuenta con espacios como el Coliseo de Puerto Rico para grandes eventos; el recientemente inaugurado Distrito-T Mobile, con el moderno Coca-Cola Music Hall; o el Anfiteatro Tito Puente, al aire libre, entre otros.

En las calles urbanas de San Juan también se puede sentir un ambiente vibrante. La Placita Santurce, por ejemplo, es una de las paradas obligatorias para abrazar el espíritu musical de la isla.  Los viajeros interesados en conocer más sobre la música de Puerto Rico pueden realizar tours especializados, como los que ofrece CL tours PR.

Expreso. Redacción. J.R

Comentarios