Pecar en el Ritz de Madrid. Golosas tentaciones

EXPRESO - 24.10.2014

Este otoño, las meriendas del Hotel Ritz by Belmond Madrid se plantean como un verdadero lugar de culto al dulce, a la perdición de todo goloso… un espectáculo para todos los sentidos

Ritz_Madrid_pecarEste otoño, las meriendas del Hotel Ritz by Belmond Madrid se plantean como un verdadero lugar de culto al dulce, a la perdición de todo goloso… un espectáculo para todos los sentidos.

Además del tradicional té de la tarde, como si de la casita de chocolate de Hänsel y Gretel se tratase, será imposible resistirse a la increíble selección, propuesta por el Chef Jorge González, de tartas artesanales, chocolate, muffins, bizcochos, brownies, mini pastelitos, gominolas caseras y chuches, muchas chuches.   
El horario es ininterrumpido, de 16:00 a 20:00 horas a partir del día 1 de noviembre y el precio por persona, café, té o chocolate más degustación de dos o tres postres es de 32 euros.
La palabra pastel deriva del griego ‘pasté’, una ‘mezcla de harina y salsa’. El diccionario de la Real Academia Española define ‘pastelería’ como el arte de trabajar pasteles o pastas, ‘repostería’ como oficio del repostero: persona que tiene por oficio hacer pastas, dulces y algunas bebidas. 
La historia de la pastelería tiene una estrecha relación con la religión marcando el tipo de postres y pasteles elaborados durante el año litúrgico. Al igual que en la antigua Roma, los panaderos franceses también preparaban tortas y productos de pastelería, hasta que en 1440, una sociedad llamada ‘Cooperativa de Pasteleros’ decidió separarse de los panaderos.
España a través del descubrimiento de América, en el siglo XV, supuso la introducción del chocolate en pequeñas cantidades. Y junto con el azúcar se fue combinando y reemplazando a la miel como endulzante por su excelente combinación.
Uno de los momentos claves de la historia de la pastelería, fue la llegada a Francia de Catalina de Médici, desde Italia, en 1553. Con ella, trajo a sus cocineros y pasteleros, quienes introdujeron muchas recetas, entre ellas el frangipane.
En el siglo XVIII, en Francia se inició el desarrollo del hojaldre, marcando el comienzo de la pastelería moderna. A finales de este siglo se desplegó la línea bollería vienesa, más tarde Maria Antonieta popularizó el croissant. 
No fue hasta este siglo y los dos siguientes cuando comenzó a existir verdaderamente el arte de la pastelería. En 1863, se crearon las tartaletas de almendras de Ragueneau, en 1740 se introdujo en Francia el Baba, por medio del rey polaco Stanislas Leszczynsky. Y en 1805, Lorsa, pastelero Bordelés, creó la decoración con cornetes. 
El mayor innovador, sin duda, fue Antoine de Carêm. A principios del siglo XIX, publicó la obra ‘El Pastelero Real’, un libro considerado como la primera descripción de la repostería moderna, con un importante repertorio de recetas. Además se le atribuyó la croquenbouche, el merengue, el nougat, el voul aun vent y el perfeccionamiento de la masa hojaldre.
Expreso. Redacción. T.R

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