Lisboa promueve los dulces tradicionales de su región

La Entidad de Turismo de la Región de Lisboa está destacando los sabores típicos de su región, poniendo un especial énfasis en los dulces tradicionales. 

Desde la entidad se ha informado de los ‘manjoeireiros’, los ‘mafarricos’, los ‘fofos de Belas’, los ‘palitos do Marquês’ y, originarias de Setúbal, los ‘galletas Piedade’. 

Así mismo, se destaca el origen de los productos, que en el caso del mafarrico es una especialidad de la pastelería Doce Camélia, ‘una variación del tradicional bolo-rei’, mientras que los manjoeireiros, que deben su nombre al municipio de La manjoeira de Loures, parecida a las queijadas de limón, que ha sido recuperada ‘por manos de doña Áurea, en el restaurante Solar dos Pintor’. 

Por lo que se refiere a los ‘fofos de Belas’, se elaboran desde 1850 en la Fábrica de Fofos de Belas, definiéndose como unos ‘pequeños bizcochos, rellenos de nata y espolvoreados con azúcar’, mientras que los palitos Marquês, antiguamente conocidos como Palitos d'Oeiras y con un origen que se remonta a 1871, se basan en huevos, harina, azúcar, ralladura de limón y canela, y se elaboran con una técnica que consiste en, ‘después de ser cocinados, ser cortados en rodajas y devueltos al horno para secarse’. 

Las galletas Piedade, que datan de 1855, se venden en la panadería del mismo nombre, habiendo sido creadas por la familia Piedade cuyas mujeres son las únicas que conocen la receta, los hombres sólo las venden.

Son unas ‘galletas duras, crujientes y con sabor a anís, un símbolo de la pastelería setubalense’. 

Expreso. Redacción. J.R