Suenan campanas de boda en Puerto Rico

Con sus impresionantes paisajes y un clima tropical tan cálido como su gente, Puerto Rico se presenta como el destino ideal para rendir homenaje al amor.

Ya sea en sus playas de arena blanca o en sus exuberantes montañas, con el canto de la rana coquí como telón de fondo, la Isla del Encanto ofrece un sinfín de escenarios idílicos para bodas y lunas de miel.

Desde Discover Puerto Rico nos recomiendan hasta cinco lugares para una boda inolvidable: 

● Vieques y Culebra: los novios tienen para elegir casi 500 kilómetros de costa para una boda frente al mar. Por un lado, Vieques tiene más de 40 playas únicas, cada una con su propia esencia, desde la magnética Black Sand Beach hasta las aguas cristalinas de Playa Caracas. Por su parte, Culebra es un pequeño paraíso con decenas de cayos naturales perfectos para un evento exclusivo. 

● El Morro y San Cristóbal: las impresionantes vistas a la bahía de San Juan convierten al Castillo San Felipe del Morro y al Castillo San Cristóbal en dos de los escenarios más populares para bodas con un toque de historia. Según la ubicación, se pueden requerir permisos del Servicio de Parques Nacionales, del Gobierno de Puerto Rico o del municipio de San Juan. 

● Hacienda Siesta Alegre: ubicada en Río Grande, esta hacienda de estilo colonial brinda unas vistas espectaculares al Yunque, el único bosque tropical de Estados Unidos. Permite celebrar bodas íntimas o grandes recepciones con hasta 1000 invitados. El alojamiento cuenta, además, con siete habitaciones y una piscina al aire libre. 

● Museo de Arte de Puerto Rico: situado en Santurce, el Jardín Botánico de Esculturas del museo presume de un entorno bucólico. Rodeado de una exuberante flora, cuya pieza central es el estanque de peces koi rodeado de lirios, es el lugar ideal para una boda sofisticada y tranquila. 

● Hotel El Convento: en el corazón del Viejo San Juan, este icónico hotel deslumbra con su arquitectura colonial, suelos de mármol y vitrales intrincados. Su céntrica ubicación es perfecta para que los invitados disfruten de la popular vida nocturna de la ciudad tras la ceremonia.

Boda y luna de miel, dos en uno

Una de las ventajas de elegir Puerto Rico es la posibilidad de combinar la boda y la luna de miel en un mismo viaje. Nuestros compañeros de mibodaviajera confirman que, después de la ceremonia, las parejas pueden explorar la Isla y vivir experiencias inolvidables sin necesidad de desplazarse a otro destino.

Los recién casados pueden dejarse llevar por la magia de las cascadas y piscinas naturales de El Yunque; cenar a la luz de las velas en restaurantes de alta gastronomía, como el lujoso restaurante 1919 o el comandado por el chef Mario Pagán; sumergirse en la historia taína a través de la arquitectura o contemplar la puesta de sol en un idílico paseo por la playa. 

Las parejas aventureras pueden sentir la adrenalina practicando snorkel en las cristalinas aguas de la isla de Culebrita, lanzándose por la tirolina del Parque Natural de Aventuras Toro Verde o navegando en kayak al anochecer para admirar el espectáculo bioluminiscente en las bahías de Lajas, Fajardo y Vieques.

Por otro lado, para quienes busquen relajarse después de los preparativos, la Isla cuenta con spas de primer nivel que ofrecen experiencias de bienestar en entornos paradisíacos.

Expreso. Redacción. J.R