Medio siglo de Parador de Tordesillas

El Parador de Turismo de Tordesillas conmemora este año su cincuenta aniversario; medio siglo de historia en el que el establecimiento hotelero ha contribuido a fomentar el turismo de Tordesillas -Valladolid, España- y su comarca.

Para conmemorar su medio siglo de historia, Paradores ha organizado un acto conmemorativo en el que participaron el presidente consejero delegado de Paradores de Turismo, Miguel Martínez, el subdelegado de Gobierno de Castilla y León, Cecilio Vadillo, la alcaldesa de la localidad, Milagros Zarzuelo y la directora general de Turismo, Rosa Urbón.

Los actos dieron comienzo con el descubrimiento de la placa conmemorativa y la firma en el libro de oro del hotel. Miguel Martínez, presidente de Paradores ha destacado la importancia del Parador de Tordesillas como motor de dinamización turística, subrayando su importancia como escuela de profesionales y lugar de encuentro de la sociedad vallisoletana.

Martínez también hizo referencia a los planes de futuro de los Paradores en Castilla y León, subrayando la importancia de los proyectos incluidos en el Plan Estratégico recientemente presentado, que supondrá una inversión de 59 millones de euros en la comunidad y afectará a los establecimientos de Benavente (Zamora), Cervera de Pisuerga (Palencia), León, Segovia, Villafranca (León) y Zamora, además de los nuevos establecimientos en Béjar y Villablino.

Para terminar, el presidente de Paradores agradeció a la ciudad el cariño que siempre ha profesado al Parador, haciendo especial hincapié en el personal del mismo que, a su juicio, es quien ha hecho crecer en prestigio e importancia a este emblemático establecimiento hotelero.

Rosa Urbón ha señalado que la imagen de Paradores conjuga con la imagen del turismo en Castilla y León. Y afirmó que ‘es la mayor red hotelera de la región, ya que contamos con quince establecimientos en Castilla y León con 2.500 plazas hoteleras, y conjuga perfectamente con los requisitos de calidad y servicio que ofrece el turismo de la región'.

Urbón destacó la importancia de la política de responsabilidad social corporativa de Paradores, ‘porque sus centros están habilitados para que puedan utilizarlos personas con algún tipo de discapacidad'.

El pasado 20 de septiembre, se celebraba el 50 aniversario de la apertura del Parador de Turismo de Tordesillas, un albergue de carretera emplazado a 400 metros del cruce de la carretera de Valladolid a Salamanca con la general de Madrid a la Coruña, con una superficie de cinco hectáreas, en una gran parte pinar, acoge una casa solariega de nueva planta, que respeta la tradición arquitectónica de la zona.

Noble, señorial y palaciega son adjetivos que definen a la pefección sus líneas externas y su interior. Destaca la armoniosa combinación de mobiliario ilustre, regios salones y piezas decorativas de gran valor.

Hace ahora 50 años que se inauguraba el Parador de Tordesillas, Franco acababa de finalizar sus vacaciones en Vigo y de camino a Madrid, tras almorzar en el albergue de carretera de Puebla de Sanabría, se dirigió a Tordesillas, donde fue recibido por el gobernador civil, Antonio Ruíz Ocaña.

En el parador les esperaba el ministro de Turismo, duque de Luna; el alcalde y los concejales de la ciudad, el general en jefe de la región aérea, teniente general Longoría; el jefe de la sección de Alojamientos de Turismo Enrique Silvela, el arquitecto Valverde y el decorador del albergue, el marqués de Miranda.

Tras los saludos y en compañía del ministro, el dictador se dirigió hacía el hall de la instalación hotelera, donde su esposa fue agasajada con varios ramos de flores. El arzobispo, revestido de pontifical, bendijo el inmueble, seguidamente se recorrieron las distintas dependencias, a las que dedico elogios. Para terminar se sirvió un refresco y tras una hora de estancia en el Parador reemprendió su viaje a Madrid.

El Parador se presentó amueblado con sencillez pero con gusto, el interior da acceso a un amplio zaguán, con salón social, bar y un espacioso comedor orientado al mediodia y comunicado por una terraza. En sus orígenes contaba con las comodidades propias de la época, central telefónica y un espléndido jardín.

Los dormitorios, 18 de dos camas con baño y teléfono y 7 de una, estaban bien decoradas, además de contar con calefacción central, presión en el agua. Asimismo el albergue contaba con estación propia de gasolina. Para la decoración se procuró darle un aspecto típicamente castellano, adornándolo con tapices, cuadros antiguos y grabados.

La información de la inauguración recogida por el diario ABC del 22 de septiembre se completaba con un artículo de César González Ruano, que bajo el título de Paradores y Albergues, se hacía eco de la reciente aparición de un artículo de opinión en la revista ‘Times' donde se elogiaba la labor de Paradores y se ofrecían los datos sobre los planes de expansión de la época, que incluían los Paradores de Córdoba, Villafranca, Villacastín y Cañadas del Teide.

El artículo finalizaba destacando la importancia que Paradores de Turismo ocupaba como lugar destacado en el marco del sector turístico español, siendo referente en el desarrollo del sector servicios en España y en otros países del entorno, una función vigentes hoy en día, adaptando edificios singulares al uso turístico, y abriendo nuevos destinos en áreas no desarrolladas turísticamente.

Las últimas obras de mejora del establecimiento tuvieron lugar durante 2002, momento en el que con una inversión de 4,06 millones de euros, se vieron remodeladas tanto las zonas comunes como la totalidad de las habitaciones y baños.

La decoración, fue realizada por el equipo técnico de Paradores de Turismo, quienes intentaron realzar el ambiente campestre de la casona que alberga el Parador, el cambio de aspecto del majestuoso edificio, ahora color teja, el patio central y en general la totalidad de elementos refrescan un ambiente de campo, rodeado por un hermoso pinar castellano, un oasis de tranquilidad.

Muebles de estilo clásico Español, alfombras de nudo hechas a mano, lámparas de forja, conjugan a la perfección con los cuadros de motivos florales y poemas de los más diversos literatos españoles y la armoniosa combinación de mobiliario ilustre y piezas decorativas de gran valor.

El comedor, donde degustar la rica gastronomía castellano y leonesa, se ha vestido de colores más claros, dejándose dominar por la luz, entre sus especialidades el gallo Turresilano, el bacalao y el manjar de la Vega.

Los ratios de actividad obtenidos por el Parador de Turismo de Tordesillas durante este ejercicio sitúan el índice de ocupación por encima del 64%, destacando el número de cubiertos ofrecidos, que ascendió a un total de 26.178.

El número de extranjeros supone el 19% del total y entre ellos destacan los británicos, con un 16,47%, seguidos de portugueses (14,08%) y franceses (12,16%).

Expreso. Redacción. A.F