Enclaves naturales imprescindibles en la provincia de Salamanca

EXPRESO - 03.03.2022

Las cumbres nevadas de la Sierra de Béjar y Candelario, los espectaculares cañones de las Arribes o los encinares de la dehesa son solo algunos de los parajes que sitúan al destino a la vanguardia de la sostenibilidad.

La provincia de Salamanca pone a disposición de los viajeros más concienciados con la protección del entorno y amantes de la naturaleza una gran variedad de lugares de gran valor medioambiental.

Y es que el territorio alberga un amplio abanico de áreas de elevada biodiversidad que permiten a sus visitantes empaparse de la cultura de la provincia en plena interacción con la naturaleza.

Parque Natural Arribes del Duero

Ubicado al noroeste de la provincia, el Parque Natural Arribes del Duero se ha consolidado como una de las joyas naturales del territorio, incluido en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica. En él, el río Duero ha creado la red de cañones fluviales más extensa de la península.

Además, el agradable clima de la zona permite recorrer en cualquier época del año sus numerosos senderos para descubrir los lugares más singulares del parque, como las cascadas del Pozo de los Humos o el Cachón de Camaces.

Asimismo, resulta imprescindible contemplar la grandeza de la vegetación mediterránea y las especies animales, extintas en otros lugares del país, en los asombrosos miradores que se cuelgan sobre el Duero.

Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia

Un laberinto de montañas e intrincados valles conforman el parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, las mismas que Lope de Vega definió como un ‘perpetuo lugar de felicidad’.

Este mágico valle, rodeado por las cumbres de la Sierra de Francia, deja sin palabras a todo aquel que lo visita por su entorno, vistas y la posibilidad de ver fauna local como el macho montés o el águila real. Cruzar las aguas cristalinas del río Batuecas, visitar el monasterio carmelita del Desierto de San José u observar las pinturas rupestres son algunas de las posibilidades complementarias que ofrece este parque natural y reserva de la biosfera.

La Sierra de Béjar y Candelario

Con más de 10.000 hectáreas de terreno montañoso y con cumbres de en torno a 2.400 metros de altitud, este magnífico enclave natural está protegido como Espacio Natural e incluido en la Reserva de la Biosfera Sierras de Béjar y Francia.

Es un espacio idóneo para desarrollar actividades de senderismo, escalada o ciclismo, que ascienden a los más bellos lugares de alta montaña de la provincia de Salamanca.

Las Quilamas

Al sur de la provincia de Salamanca, se encuentra Las Quilamas, un espacio de transición entre la llanura del Campo Charro y las montañas de las Sierras de Francia y Béjar. Se trata de un espacio natural, rico en flora y fauna autóctona, ideal para hacer senderismo.

Durante las caminatas, dice la tradición que es posible oír los susurros de la reina Quilama, que vaga por estos parajes custodiando un tesoro escondido en lo más profundo de su cueva, frente al pico del Castillo.

El Rebollar

Al sur de Ciudad Rodrigo, se oculta este privilegiado espacio natural, con una extensión que supera las 50.000 hectáreas, donde se asientan los bosques de roble rebollo más extensos de toda la península, parajes que constituyen el hábitat habitual del lince ibérico. Los afluentes del río Águeda forman en la zona atractivos ‘bosques de galería’, llamados así por la sugerente forma de túnel que adopta el arbolado e idóneos para jornadas de desconexión.

La Isla del Soto en Santa Marta de Tormes

La Isla del Soto es un paraje fluvial situado en el cauce del río Tormes. Un gran pulmón verde de 14 hectáreas idóneo para pasear, realizar deporte, montar en bicicleta, observar la fauna y flora y disfrutar al aire libre con mascotas, además de practicar la pesca, en sus cuatro puestos habilitados para ello.

Expreso. Redacción. A.F

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