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Cómo ayuda Google a una empresa a elaborar mejores vinos
EXPRESO - 25.07.2016
Son las 10 de la mañana de un día de julio en el viñedo de Noelia Bebelia
Son las 10 de la mañana de un día de julio en el viñedo de Noelia Bebelia. Noelia y Simón recorren las filas de su viñedo; de vez en cuando acercan su teléfono a una cepa para escanear su código.
Con este simple gesto se rellena un formulario de Google Forms, que servirá para crear un mapa en Google Earth de aquellas plantas con problemas de corrimiento de uva por una poda corta. Así, en la poda del año que viene al escanear esta planta, el sistema les avisará que deben dejar más yemas.
‘Nuestra viticultura High-Tech nos permite monitorizar cada una de las 6.000 plantas de nuestro viñedo con una gran precisión. Ello nos permite cultivar uvas de mayor calidad y de forma más sostenible’, afirma Simón.
Un enfoque radicalmente distinto, la viticultura del siglo que viene
Muchas de las bodegas que hoy están en auge están optando por una vuelta a lo antiguo, recuperando las técnicas de cultivo que se utilizaban siglos atrás. Viticultura biodinámica y orgánica son términos que están muy de moda y afloran en cualquier conversación en torno a una copa de vino.
Sin embargo Noelia y Simón optaron por un enfoque diametralmente opuesto, ellos no quieren recrear la viticultura del siglo pasado sino del siglo que viene.
‘En las últimas décadas se ha investigado mucho sobre las viña y sus relaciones con su entorno. Hoy en día conocemos en gran profundidad la biología de la vid. Por otra parte la tecnología de captación y análisis de datos ha avanzado muchísimo y está al alcance de cualquier bolsillo. Nos parece una lástima no aprovecharnos de ello y aplicarlo en nuestro viñedo para mejorar nuestros resultados’, sostiene Simón.
Viticultura intervencionista, elaboración minimalista
Noelia Bebelia es una microbodega orientada hacia el terroir, conducida por sus propietarios, Noelia y Simón. Elaboran todos sus vinos a partir de una única parcela situada en las subzona de Soutomaior, perteneciente a la denominación de origen Rías Baixas.
La elección del emplazamiento del viñedo y su diseño ha sido precedida por numerosos estudios, prestando la máxima atención a cada detalle. Dicen practicar una viticultura muy intervencionista con el objetivo de obtener uvas en perfectas condiciones de vinificación y así poder elaborar vinos sin correcciones en bodega y con bajas dosis de sulfuroso. Datos, datos y más datos
Lo que no se puede medir, no se puede gestionar ni mejorar. Esta debe ser la máxima que practica Noelia Bebelia, pues si algo caracteriza la viticultura que hacen estos chicos, es la cantidad de datos e indicadores que manejan en su viñedo. Curiosamente, en lugar de utilizar sofisticados programas informáticos para tal fin, han sido capaces de valerse de la familia de aplicaciones que gratuitamente ofrece Google.
Mediante Google Forms pueden recopilar y consultar datos. Google Fusion Tables es el motor que enlaza todos estos datos que son almacenados en tablas. Google Drive es el almacenamiento en la nube que alberga toda la información. Google Earth es la herramienta utilizada para georreferenciar todos estos indicadores.
Si además añadimos Google Calendar y Google Keep para organizar las citas y el trabajo del día a día, tendremos un gran framework de trabajo basado en la familia de aplicaciones Google.
‘Empezamos a usar Google Drive para almacenar datos. Luego se fueron incorporando el resto de aplicaciones hasta crear un gran entramado que nos da soporte a nuestra manera de hacer viticultura. Además, al tratarse de aplicaciones Google, podemos acceder a cualquier dato en cualquier momento y lugar. Desde un PC, una tablet o tu smartphone’, afirma Simón.
A pesar de los avances, una búsqueda sin fin
Desde tiempos ancestrales, las decisiones viticulturales de plantación, poda, fertilización y vendimia, han sido dictadas por la experiencia y, a menudo incluso un grado de misticismo. Y muchas bodegas de élite no van a cambiar los métodos que se han probado durante siglos.
El genoma de la uva fue secuenciado en 2007, y los científicos son optimistas de que van a empezar a desenmascarar las relaciones entre el terroir, la vid, el vino y la percepción en los próximos años. Pero por ahora, estas relaciones siguen siendo tan mágicas y desconcertantes como siempre.
‘Cuanto más sabemos, menos sabemos’, dice Simón Barcia. Incluso después de 9.000 años haciendo vino, todavía existe un amplio margen para la innovación tecnológica en el cultivo de la viña.
Noelia Bebelia ha iniciado un camino en la búsqueda de los límites de una variedad, la albariño, vinculada a un territorio, Rías Baixas, en un mundo de cambios en los patrones del clima y la disminución de los recursos naturales.
Expreso. Redacción. A.F
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