Buenos Aires en invierno. Una ciudad siempre abierta al visitante

EXPRESO - 16.07.2013

Es costumbre que en las vacaciones de invierno, porteños y turistas abandonen la ciudad de Buenos Aires para disfrutar de la nieve de la Patagonia o de los destinos históricos del norte del país

Buenos_Aires_Calle_CorrientesEs costumbre que en las vacaciones de invierno, porteños y turistas abandonen la ciudad de Buenos Aires para disfrutar de la nieve de la Patagonia o de los destinos históricos del norte del país. Sin embargo, la capital argentina mantiene el encanto que a caracteriza en cada una de sus calles, especialmente, las que más recorren los turistas.    

La Ciudad de Buenos Aires, la capital argentina, posee una veintena de barrios singulares que son ya conocidos por los visitantes. Recoleta, Palermo, San Telmo o Boedo, son algunos de los más buscados.
Recorrer las calles de la ciudad, en cualquier época del año es una delicia para el turista ya que encuentra  rincones inolvidables que se distinguen por su patrimonio histórico, lugares de compras, o abundantes salas de cine, librerías y teatros. Un itinerario para hacer en meses de invierno recorre las zonas de La Boca, San Telmo, Villa Crespo, Palermo y Retiro, entre otras.    
No hace falta alquilar un coche para conocer Buenos Aires, las opciones de recorridos son varias: red de ferrocarriles y subterráneos, taxis, el tradicional ‘colectivo’ y, cuando sea posible, nada mejor que las caminatas y la red de bicicletas.
En la actualidad, unos 13 millones de habitantes conviven en la ‘Reina del Plata’, esto es, aproximadamente, 24 millones de desplazamientos diarios.       
Avenidas emblemáticas 
Una de las mejores opciones para comenzar el circuito temático por las calles más distinguidas de la ciudad es recorrer las principales avenidas, que ostentan diversos atractivos naturales, históricos y culturales. Además, son arterias que ayudan al recién llegado a ubicarse geográficamente en la urbe.    
Una de las avenidas más famosas es la 9 de Julio, considerada entre las más anchas del mundo, con una conjugación perfecta de belleza y armonía. Una arteria que entre las avenidas San Juan y Santa Fe invita al desarrollo de paseos pedestres por anchas calzadas y boulevares forestados.
Actualmente se construye un metrobus que la recorrerá de una punta a la otra. Entre las más visitadas se encuentra la Avenida de Mayo, uno de los emblemas más destacados de la renovación urbana de Buenos Aires. Acompañada por la Línea A del subte, ofrece tradicionales cafés como Los 36 Billares y el Tortoni; tiendas y edificios institucionales, como el Cabildo, el Palacio de Gobierno porteño; la Casa de la Cultura (ex diario La Prensa); y el Palacio Barolo, el más alto de la ciudad hasta 1935, inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri.
Uno de los ejes comerciales más importantes de la Ciudad es también la Avenida Santa Fe, con propuestas residenciales de categoría y locales muy bien presentados de indumentaria y perfumería que la popularizaron como la Avenida de la Moda. Un poco más lujosa aún resulta la Avenida Alvear, declarada Área de Protección Histórica.
A lo largo de siete cuadras exhibe locales de grandes marcas como Louis Vuitton, Polo, Ralph Lauren, Escada y Valentino, a las que se suman propuestas argentinas de cuero y joyas tradicionales.
Entre Recoleta y Retiro, alberga también numerosos palacios y mansiones, muchas de los cuales se convirtieron en embajadas, hoteles y selectos clubes. Otra de las imperdibles para completar el eje más distinguido de la Ciudad es Avenida Del Libertador, que se extiende por más de 30 kilómetros, a la vera del Río de La Plata, desde Retiro hasta la localidad bonaerense de Tigre.
El itinerario incluye allí una visita a los Bosques de Palermo, el Hipódromo y el Monumento a los Españoles, entre muchos otros atractivos culturales, recreativos y deportivos. Además, transita por mansiones, palacetes y altos edificios en torre.      
Historia y cultura 
La Avenida Corrientes es el eje de la vida nocturna y bohemia de Buenos Aires, donde se concentran la mayoría de los cines y teatros, así como restaurantes tradicionales y librerías donde se encuentran discos de vinilo y ediciones de texto muy antiguas. Esta calle alcanza los 8,6 kilómetros de extensión y posee al menos 70 cruces.
Una de las esquinas más famosas es la de Avenida 9 de Julio, donde se alza el Obelisco, uno de los principales íconos porteños. Se trata de la ‘calle que nunca duerme’, con rostros variados según el barrio que cruce. Finaliza en el cementerio de la Chacarita, uno de los más grandes de la urbe y visitado por el turismo.    
Buenos Aires también se identifica por un conjunto de arterias que incluyen casas antiguas, cafés tangueros, teatros de revista y museos a cielo abierto.  El barrio de Boedo, es una de las zonas más arrabaleras, por sus tradicionales bares en los que solían compartir un café músicos y compositores de la talla de Homero Manzi y Osvaldo Pugliese.
El itinerario incluye el restaurantes de comida típica; el Café Margot, reconocido por las picadas con sidra o cerveza tirada; Pan y Arte; la Confitería Trianón; el Espacio de Teatro Boedo XXI; la escuela de tango El Astor; la Esquina Osvaldo Pugliese; y la esquina de San Juan y Boedo, declarada Sitio Histórico Nacional e inmortalizada en la letra del tango ‘Sur’.     
Para compras, la calle Defensa, en el casco histórico del Barrio San Telmo, con locales especializados en antigüedades, productos de diseño al mejor estilo Palermo Soho y puestos de artesanías, cuando los fines de semana se transforma en peatonal. En cada esquina abundan las propuestas gastronómicas, edificaciones coloniales, iglesias y casonas históricas. Las visitas imperdibles las constituyen Plaza Dorrego, el Mercado San Telmo y el Parque Lezama.    
Por último, bien vale una excursión por la calle Caminito, uno de los símbolos de La Boca, desde hace años convertida en peatonal con numerosos espectáculos de tango al aire libre y muestras de artistas plásticos. Por allí, antiguamente pasaba el ferrocarril, y tiene la particularidad de ser una artería sin puertas, veredas, ni zaguanes; sólo se ven altas ventanas con hileras de ropa colgada. A sólo 400 metros de la ‘Bombonera’, el campo de fútbol de uno de los principales clubes del país-, se distingue también por sus variados colores y conventillos.
Turismo de compras 
El itinerario por las calles emblemáticas de Buenos Aires continúa por algunas de las arterias que concentran mayor oferta de locales comerciales para la adquisición de elementos típicos argentinos, como son los cueros y las antigüedades.
La primera peatonal de Buenos Aires fue Florida, una arteria reconocida popularmente como el ‘Salón de la Ciudad’. Se trata, sin dudas, de la vía comercial más famosa de la Argentina, por su gran variedad y calidad de tiendas, librerías, cafés, galerías, espectáculos al aire libre, promotores turísticos y vendedores ambulantes.    
Entre los edificios tradicionales se encuentra Galerías Pacífico, un lugar con marcas de primer nivel; que además alberga el Centro Cultural Borges.    
Otra de las mecas para las compras porteñas es la calle Murillo -entre el 500 y el 700-, en pleno barrio de Villa Crespo, donde el turista encuentra más 50 locales y fábricas dedicadas de manera exclusiva al diseño y la costura de productos en cuero.       
Datos útiles 
Los barrios porteños más visitados son Abasto, Puerto Madero, San Telmo, Recoleta, Palermo, La Boca, Boedo y en el centro, los circuitos por Avenida de Mayo, Corrientes y 9 de Julio. Buenos Aires posee 175 salas de teatro, 189 cines y 3.500 restaurantes.
El tango es la música que atrae las miradas internacionales, en milongas, restaurantes y tanguerías.
Para desplazarse dentro de la Ciudad existe un completo sistema de transporte: taxis y remises, seis líneas de metro, más de cien líneas de colectivos y trenes interurbanos.
Expreso. Redacción. T.R

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