Microviajes por otros mundos

EXPRESO - 24.03.2013

Ana Bustabad Alonso, periodista

Creo firmemente que a veces es necesario cambiar el enfoque para descubrir el resto de mundos. Que el nuestro ya lo tenemos muy visto. Y un microviaje puede ser una buena manera de comenzar…

microtazas Desde siempre me han gustado las cosas pequeñas. No sé si será por eso -o al revés- que mi habitación de niña estaba llena de miniaturas de objetos cotidianos, de animalitos microscópicos. No lo puedo evitar, me atrae cualquier trasto a escala menor que 1:1.

Prueba de ello es el juego de café que acabo de traerme de Puebla, México. Un conjunto de microtazas de cerámica de Talavera en las que no cabe ni el expreso de mediodía pero, bonitas, son bonitas a rabiar.

De aquel curso de monitor de tiempo libre que hice en Cruz Roja hace tantos años recuerdo las noches de fiesta en casas varias, los chocolates con churros al amanecer en la plaza de Cuatro Caminos de Coruña, y mil cosas más. De todo lo que aprendí, lo que más me gustó fueron los micropaseos, viajes en miniatura para los que no hace falta ni siquiera equipaje.

En la primera de las preceptivas salidas al campo, uno de los profesores nos enseñó a fijarnos en esos pequeños mundos que a menudo pasan desapercibidos al ojo humano. Todo un descubrimiento que les recomiendo probar:

Hay que escoger un trocito de suelo, de unos 10×10 centímetros. Acercarse lo más posible y observarlo durante un rato, dándose un micropaseo por él. Les sorprenderá todo lo que pasa en ese cuadradito.

No hace falta irse al campo para hacer microviajes, aunque es verdad que allí la vida es más intensa. En la ciudad también hay otros mundos, más pequeños. Esos baldosines con relieve, aquellas letras grabadas hace cien años en una tapa de alcantarilla, las minijuergas que se montan los ácaros en la estantería de los libros viejos…

Creo firmemente que a veces es necesario cambiar el enfoque para descubrir el resto de mundos. Que el nuestro ya lo tenemos muy visto. Y un microviaje puede ser una buena manera de comenzar.