Mostrar La Habana (II): Septeto y agua de Italia

EXPRESO - 10.08.2012

Manolo Bustabad Rapa, periodista

El agua potable en la Habana es un bien escaso y caro. La música abundante y asequible. Hay músicos por todas partes, en la calle, en el restaurante, en el parque…, músicos solitarios, dúos, tercetos…, hasta septetos…

El agua potable en la Habana es un bien escaso y caro. La música abundante y asequible. Hay músicos por todas partes, en la calle, en el restaurante, en el parque…, músicos solitarios, dúos, tercetos…, hasta septetos.

Por eso, cuando entramos en la cafetería-restaurante Europa (c/Obispo c/v Aguiar, en la Habana Vieja) no fue una sorpresa toparnos con los artistas, más bien diríamos que llegamos tras el eco de un son, a la vez que para degustar un café ‘americano’.

El ‘Septeto típico de sones (Cuba 1924)’ (*) cautiva desde el primer momento por varias razones.

Sus ritmos no me resultaban extraños, pero sí algunos sonidos, como el de la marímbula, un cajón de madera con ‘barras armónicas’, consistentes en flejes que cruzan por el exterior sobre el hueco abierto en uno de sus lados. El familiar sonido del contrabajo brota de una ‘botija antigua’, también llamada bunga y botijuela, con un orificio en su panza, en el que se aplica directamente la boca.

Auténticas antigüedades son estos aparatos y también algunos de sus intérpretes, entre los que se encuentran dos integrantes del grupo fundador: Bebo Bacallao y Ernesto Oliva.

La voz cantante la llevan Luis Antonio Pérez Rodríguez, maestro del tres y profesor de este instrumento, y el trompeta José Armando León que siempre toca con sordina, en aras de una ‘mayor delicadeza’. El conjunto se completa con buena percusión de timbales, maracas y bambúes.

El profesor Luis Antonio nos explica la evolución de su instrumento, ese híbrido de guitarra y laúd criollo cubano, con seis cuerdas en tres grupos de dos, que se toca con púa de carey. Una maravilla este sonido directo, sin estridencias ni vatios añadidos. Tienen a la venta un CD con sus mejores grabaciones.

Pero… ¿y el agua? Muy sencillo, con tanta charla musical y la buena temperatura, un buen rato después del café, que por cierto resultó delicioso, apetecía agua fría. Sólo tenían en botella de vidrio de medio litro. Marca Acqua Panna. No la conocíamos, la tomamos con deleite y nos pareció excelente.

¿Cuál es la sorpresa o, mejor, desconcierto? Pues que, en medio de la notable penuria que se vive en la isla, de pronto surja un artículo de auténtico lujo en un establecimiento de tipo medio, con precios moderados para los turistas (aunque estos sean prohibitivos para la ciudadanía local). Porque chocante es que, costando el menú del día 7,50 cuc, cueste medio litro de agua 2,50 y el café 2,00.

Ya intrigados, averiguamos que este producto elitista, que nace en el corazón de la Toscana, a 1125 metros de altitud en los Apeninos, se recomienda por su ligereza para alimentar a recién nacidos o para eliminar residuos del metabolismo.

Se consigue en las tiendas de delicatessen de cualquier país. En Londres, por ejemplo, es muy conocida y usada en las catas de vinos.

En 1957 fue adquirida por la firma San Pellegrino, considerándose en la actualidad las mejores marcas de agua de Italia y de las más ligeras del mundo.

Con todos estos enredos, se nos hizo tarde y tenemos que darnos prisa para llegar puntuales al ‘paladar’ en que hemos reservado para comer.

En el próximo viaje tenemos intención de hacerlo al menos un día en el restaurante Europa. Bajando raudos por Mercaderes, nos cruzamos con una cisterna. Pero estas son historias para contar otro día.

(*) En la contraportada de su CD: ‘Fundado en 1924 por Victorino Barroso, Antonio Bacallao y Óscar Sotolongo, tres glorias de la música cubana, el Septeto Típico de Sones se ha caracterizado hasta nuestros días por su arraigo a las tradiciones musicales cubanas, conservando los matices sonoros más autóctonos, y por la integración de instrumentos típicos representativos que garantizan la pureza musical de nuestro entorno, tal como lo concibieron sus creadores’.

Están en el Catálogo de la agencia Ignacio Piñeiro (productor).

No te pierdas el próximo capítulo:

Mostrar La Habana (III): Mambí, ron y cruceiro

Lee el capítulo anterior en Expreso:

Mostrar La Habana (I): Opus Habana