Tantos recuerdos… De un viaje a Cuba (I)

EXPRESO - 20.12.2011

Manolo Bustabad Rapa, periodista

“Tengo tantos recuerdos de Cuba…”, solía decir cuando salía la conversación. Y es cierto, sin haberla pisado, yo tenía (tengo) muchos recuerdos de Cuba...

“Tengo tantos recuerdos de Cuba…”, solía decir cuando salía la conversación. Y es cierto, sin haberla pisado, yo tenía (tengo) muchos recuerdos de Cuba.

Todos de mi niñez, de cuando mi abuela María nos contaba sus andanzas y trabajos en la Habana, en Cienfuegos o en la isla de Pinos (*).

Añoranzas de la ‘Bohemia’, con sus colores y fotografías descaradas, resaltadas por el fondo blanco y negro de nuestras tardes de domingo. Aquella revista que mandaban periódicamente los parientes cubanos, antes del 59.

Los mismos que algún año (me acuerdo de dos o tres veranos) venían unos días con sus pajillas y sus guayaberas y hablaban gallego aplatanado, mientras fingían interesarse por la marca de la loza para aprovechar el café derramado en el platillo. Y disfrutaban del tabaco sin más caladas al cigarro que las precisas para mantenerlo prendido.

Recuerdos de Cuba y de historias de ‘cubanos’, como mi tío José, al que nunca vi, porque cuando nació mi madre, su hermana, él ya se había ido para la Habana y nunca más dio razón de sí. 

O el Rito que hizo la plata vendiendo chucherías que llevaba en una bandeja colgada al cuello, hecha con la tapa de la maleta. O Ramón da Rega que, al regresar, en cuanto el barco bordeaba el Morro ya había olvidado a su mulata.

Ahora, en realidad, he afianzado esas lembranzas (**), porque tengo en mi retina, y no sólo en el magín, el Castillo del Morro, el malecón, el Centro Gallego (hoy Gran Teatro de la Habana), la necrópolis Colón…

La mayor sorpresa fue que no hacía calor. A pesar de ser noviembre, iba preparado para sudar. Me apetecía. Pues ni gota…

Con todo eso degusté los helados de fresa y mantecado, que me recordaron los de Pepe do Perulo, que nos los había traído de allí y los vendía en el campo de Santa Ana y en Santa Marta, en las fiestas de la Patrona (***). Por cierto que la Avenida de Cuba que tenemos en la villa, en aquella época era parte del itinerario de las procesiones cuando salía la Caridad del Cobre (****), aquella imagen pequeñita traída de allá por los ‘habaneros’ en los años cincuenta.

Pensando en tantos y tantos familiares y paisanos, desde el Hotel Armadores de Santander, cara a oriente, contemplando la amplia bahía de la Habana, caigo en la cuenta de que lo primero que veía nuestra gente, al desembarcar, era precisamente esta fachada al mar, compuesta por edificios de finales del siglo XIX, hoy bastante restaurados, a todo lo largo de la Avenida del Puerto, desde la Alameda de Paula hasta la Plaza de San Francisco de Asís.

Nos emociona ese presentimiento de lejanas y penosas travesías, pero con el alivio de la feliz arribada, espantando congojas con la ilusión de ‘hacer’ las Américas o, mejor, ‘hacer’ la Habana.

 

(*)       Actualmente, Isla de la Juventud.

(**)     En idioma gallego y portugués: recuerdos.

(***)   Las referencias corresponden al Ayuntamiento de Ortigueira, provincia de La Coruña, en España.

(****) El santuario de la Virgen de la Caridad, patrona de Cuba, está en el poblado de El Cobre, en plena Sierra Maestra.

 

No te pierdas el siguiente capítulo:

De un viaje a Cuba (II): Amanecer en el Puerto

 

Comentarios

María Bustabad (no verificado)

Qué bonito! Esperando la segunda parte...

internauta (no verificado)

Y tercera, y cuarta, y...

Gracias por leerlo, María

internauta (no verificado)

Quisiera felicitar al autor de este artículo. Bueno, a todos los que escriben en este diario. Son fabulosos.
En este artículo de Cuba se ve, se siente, se vive. Da gusto deleitarse en una lectura así.
Me parece muy interesante que en la pagina web no se de solamete información. Las opiniones son muy importantes.
No concozco Cuba, aún no he tenido la Lo dicho, muchas felicidades

manolo bustabad (no verificado)

¡Gracias!, en nombre de todos los compañeros de EXPRESO.

Es un lujo poder hablar de la Habana en primera persona.
No demores el viaje.

internauta (no verificado)

me ha encantado y estoy esperando las nuevas entregas del artículo; así da gusto acercase a un pais como Cuba, al que conocí allá por los años setenta.
Creo que también voy a necesitar de un viaje a la viaja Habana.

manolo bustabad (no verificado)

Contarlo para lectores así es un placer añadido.

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