Las haciendas de Yucatán

EXPRESO - 20.06.2011

Dolores Vázquez Blanco, periodista

Más allá de la visión clásica que se tiene de este tipo de propiedades, se han convertido en un atractivo para los visitantes, lo que ha llevado a recuperar un patrimonio arquitectónico, cultural e incluso industrial ligado al pasado del país...

El Consejo de Promoción Turística de México y la Secretaría de Fomento Turístico del Estado de Yucatán han aprovechado la Feria del Mundo Maya para dar a conocer los distintos tipos de haciendas que funcionan en esta región como reclamo turístico.

Más allá de la visión clásica que se tiene de este tipo de propiedades, actualmente se han convertido en un atractivo para los visitantes, lo que ha llevado, en los últimos años, a una gran apuesta privada por recuperar un patrimonio arquitectónico, cultural e incluso industrial ligado al pasado del país, para hacer de ello una oportunidad de negocio.

El entorno de la ciudad de Mérida, que hemos visitado esta tarde, permite conocer tres apuestas distintas para este tipo de espacios, como son las haciendas Misné, Yaxcopoil y Chichi Suárez.

Misné fue adquirida hace 20 años para emprender una gran transformación y convertir el recinto en un lujoso resort.

Con elementos arquitectónicos que ligan la colonización española con las influencias francesas y junto con una cuidada zona verde, lleva tres años abierta al turismo ofertando 50 habitaciones como alojamiento y espacios para la celebración de distintos eventos, ya que dispone de dos salones con auditorios para 120 o 60 personas.

Yaxcopoil está centrada, aunque también es un parador turístico, en la parte museística. La casa principal muestra los vestigios de riqueza de otra época, cuando la hacienda llegó a contar con más de 11.000 hectáreas de terreno.

En su huerta se encuentra la piscina y en un edificio cercano a la casa principal se pueden ver la maquinaría de principios de siglo XIX de la planta desfibriladora de henequén. Su particular conservación la ha convertido en escenario cinematográfico en varias ocasiones.

Chichi Suárez es un espacio destinado, desde hace seis años, a eventos sociales, desde cenas íntimas a actividades que congreguen hasta 5.000 personas.

En la casa principal, que tiene un gran frontón neoclásico y un corredor de arquerías, se puede ver el gran trabajo realizado en la rehabilitación de esta hacienda, que en otro tiempo también contó con una fábrica en su interior, de la que ahora ya solo quedan restos.