Menú de navegación
¿Por dónde llega mi maleta?
EXPRESO - 01.08.2010
Federico Ruiz de Andrés, periodista
Otro vuelo más y ya son cuatro los que saturan la cinta número 2. El resto de sus compañeras, silenciosas. Como muertas. ¿Será por ahorrar energía eléctrica?
Terminal 1 del aeropuerto de Madrid-Barajas. Sala de recogida de equipajes. Ocho y pico de la tarde de un domingo de julio. ¿Temporada alta? No lo parece, la sala está desierta cuando llegamos.
De pronto, de un vuelo de easyjet procedente de Edimburgo desembarcan varias decenas de viajeros, tal vez un par de cientos, y comienzan a distribuirse por la sala vacía en busca de sus maletas. Todos han pagado por el transporte de su maleta.
Una pantalla, la segunda, anuncia la llegada del equipaje procedente de Edimburgo por la cinta número 2. Se abre una puerta, y varias decenas más de viajeros entran en la sala. Otro vuelo, y otro más, hasta cuatro se reúnen en un momentito.
La pantalla de la cinta número 2 comienza a anunciar simultáneamente los equipajes de cada uno de los vuelos. Los viajeros se apelotonan con carros y equipajes de mano frente a la cinta. No cabe ni un alfiler. Desde la ‘pecera’ de fumadores no se distinguen más que filas de cabezas.
Una mirada hacia la izquierda confirma que el resto de las cintas están completamente vacías. Paradas. Como muertas, en contraste con el bullicio de la cinta número 1, donde la mayoría de la gente comienza a ponerse nerviosa.
Sale la primera maleta, nadie sabe a cuál de los vuelos pertenece. Todos continúan anunciados en pantalla. Edimburgo, Túnez, Londres, otro más procedente de Londres.
Empujones, carritos, personas que hasta hace dos minutos eran viajeros tranquilos y ahora parecen jugadores holandeses de fútbol. Algunos se resignan a esperar al final y vuelven a la pecera de fumar. ‘No creo que nadie se lleve una maleta que no es suya, ¿no?’.
Otro vuelo más y ya son cuatro los que saturan la cinta número 2. El resto de sus compañeras, silenciosas. Como muertas. ¿Será por ahorrar energía eléctrica?
Por fin, la cinta número 3 comienza a moverse también, sale la primera maleta, pero la pantalla no desvela su procedencia. Algunos viajeros se acercan, otros permanecen en la primera cinta. Desconcierto, caos.
Sin llegar a la sofisticación de algunos aeropuertos, que controlan la recogida de equipajes comprobando el resguardo de cada viajero, a Barajas le falta mucho para lograr un funcionamiento correcto.
Y no nos quejemos demasiado, bendita terminal 1 que, bajo su apariencia de vejez y desgaste esconde mayor eficiencia y funcionalidad que su prima la T4, santuario de Iberia y donde la optimización del tiempo es más que una entelequia.
Allí sí que una horita justa es lo mínimo que uno puede esperar por sus maletas, desde que el tren de aterrizaje toma tierra en la pista madrileña. Eso, sin contar los interminables recorridos que hacen los viajeros desde que dejan el avión hasta que salen al aire libre. Auténticas expediciones que, la mayor parte de las veces, se antojan inútiles entre tanto espacio infrautilizado.
Estamos en verano, en plena temporada alta, pero hay meses en que es mucho peor. Cuántas veces Barajas ofrece la lamentable imagen de cuatro terminales medio vacías, todas abiertas a un tiempo. ¿No es eso un derroche de dinero?
Eso sí, a los controladores, honrados trabajadores que se prepararon durante meses o años por un puesto de trabajo de alta responsabilidad, que los zurzan. Recortes de sueldo al 50% por decreto. El Estatuto de los Trabajadores por el arco del triunfo, que para eso el Gobierno es quien manda.
Que sí, que cobraban mucho. ¿Cuánto es mucho? ¿Lo que había estipulado el propio Gobierno? Los controladores aéreos cobran una parte de cada billete de avión que se vende, así que sus salarios son financiados por los propios viajeros. Además, la mayor parte de sus escandalosos ingresos corresponden a horas extra que no harían si se convocasen nuevas plazas de controladores, proceso que lleva años paralizado en España.
Que hay que rentabilizar los aeropuertos españoles. Pues sí. Pero, visto lo visto, parece que hay muchas más cuestiones por donde comenzar a optimizar el gasto.
- Y mi maleta, ¿por dónde viene?
Con firma relacionados
-
Extremadura sorprende al mundo con su legado cultural, paisajes de belleza singular y una gastronomía única
-
Turismo de Galicia apuesta en sus presupuestos 2025 por la consolidación de la sostenibilidad integral del destino
-
El Clúster Turismo de Galicia impulsa la calidad como objetivo prioritario
-
Descubre los secretos del Caribe nicaragüense
-
Qué hacer en Medellín: la 'Ciudad de la Eterna Primavera'
-
Movilidad eléctrica y SMART: ¿el futuro de las ciudades?
-
Lo que debes saber antes de viajar a Múnich para la final de la Champions League en 2025
-
Santiago Ways: tu compañero ideal para el Camino de Santiago
-
Cozycozy: La búsqueda de alojamiento neutral y eficiente
-
Explorando San Francisco en caravana
-
Omio: analizando la innovación y los desafíos del turismo
-
Azores Airlines: entre desafíos y oportunidades
-
Galicia refrenda su compromiso con la calidad con 285 acreditaciones Q
-
Impulsando el crecimiento: tener el partner de viajes adecuado marcará la diferencia en el desarrollo de tu empresa
-
Nuestros mejores deseos, Xosé Manuel
internauta (no verificado)
01.08.2010 - 20:16
rock (no verificado)
02.08.2010 - 17:52