Las mejores rutas en coche para visitar Perú

EXPRESO - 07.08.2024

Las carreteras del Perú nos llevarán por los destinos más impactantes del país sin que se quede ni un solo rincón sin descubrir. Lima, Cuzco o Arequipa son paradas obligatorias en una opción de viaje ideal para los turistas más curiosos.

Los viajes por carretera en destinos internacionales son una tendencia en auge, impulsados por el deseo de explorar paisajes desconocidos y sumergirse en culturas diversas de manera auténtica.

Los viajeros buscan la flexibilidad y la personalización que ofrece un viaje por carretera, permitiéndoles descubrir rincones ocultos y destinos fuera del circuito turístico convencional.

Además, el mercado del alquiler de vehículos en Iberoamérica vive una época dorada: en la próxima década, el sector aumentará su volumen de ventas un 7.4%, según Global Market Insight, impulsado por la demanda de turistas que buscan libertad a la hora de organizar sus viajes.

En este contexto, Perú se posiciona como el destino perfecto para recorrer sobre ruedas.    Desde la cordillera de los Andes hasta la Amazonía, pasando por las playas doradas de la costa del Pacífico, el coche es el transporte idóneo para que no se quede ni una esquina del país sin visitar.   

Una de las rutas más reconocidas dentro de este plan está en el sur del Perú: un recorrido que serpentea Lima, hacia regiones como Ica, Cuzco y Arequipa.   

Comenzar el viaje desde Lima hasta Ica es una experiencia que combina la emoción de la carretera con la exploración de paisajes únicos y atractivos turísticos fascinantes. El viaje, que dura aproximadamente 4-5 horas, circula por la Carretera Panamericana Sur, donde destaca el contraste entre las vistas costeras y desérticas.   

Entre las visitas más recomendadas en Ica se encuentra la Huacachina, un oasis rodeado de altas dunas donde se pueden realizar paseos en 4x4. También es esencial visitar las bodegas de Pisco, donde se puede aprender sobre la producción y degustar esta bebida emblemática. Asimismo, es imprescindible conocer las enigmáticas Líneas de Nasca, que se observan mejor desde un sobrevuelo en avioneta.

Finalmente, la Reserva Nacional de Paracas, con sus playas vírgenes y fauna marina excepcional, es perfecta para los interesados en la naturaleza y la vida silvestre.   

Un alto en el camino obligatorio debe ser Cuzco, el corazón cultural del país y antigua capital del Imperio Inca. En el Valle Sagrado se pueden conocer centros arqueológicos como Ollantaytambo, Pisac y Moray. Aunque no se pueda acceder directamente con automóviles, una visita obligada en cualquier ruta hacia el sur, es el Santuario Histórico de Machupicchu, una de las siete Maravillas del Mundo.   

Para complementar la experiencia, es necesaria una escapada al centro histórico de Cusco y visitar la Plaza de Armas, la Catedral de Cuzco y la Iglesia de la Compañía de Jesús, edificaciones clave en el desarrollo cultural de la ciudad.   

Por último, el templo del Qorikancha, templo dedicado al dios sol, el culto más importante del Imperio Inca, y el complejo de Saqsaywaman, una construcción ceremonial ubicada a solo 2 kilómetros del centro de la ciudad, pondrán la guinda del pastel a la parada en Cuzco.   

El recorrido podría tener como punto final a la región de Arequipa, ubicada en la sierra sur de Perú. Conocida como la Ciudad Blanca por su arquitectura en sillar, cuenta con impresionantes atractivos turísticos como la Plaza de Armas, ubicada en su casco histórico.   

En ella se encuentra la Basílica Catedral de Arequipa, con 400 años de antigüedad. En su interior se encuentra uno de los órganos más grandes de Sudamérica y un extraordinario museo donde se conservan piezas de diferentes momentos históricos de la ciudad.   

El Monasterio de Santa Catalina es otro de los conjuntos de arquitectónicos religiosos más espectaculares de Arequipa: fundado en 1579 cuenta con 20.000 metros cuadrados de coloridos patios y claustros, como el Patio del Silencio o el Claustro de los Naranjos, que albergan siglos de historia en ellos.   

Casi tantos como las Picanterías, los establecimientos clásicos arequipeños donde sirven una oferta gastronómica auténtica de la zona en un entorno sin igual y que suponen una oportunidad para reponer fuerzas de cara a la recta final de un viaje tan completo como auténtico.  

Expreso. Redacción. J.R

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