Mercure Madrid Santo Domingo hace realidad los sueños

EXPRESO - 18.03.2012

Mercure_SantoDomingo_Habitacion_QuijoteHoy en día viajar se ha convertido en una suma de rutinas: las mismas colas y controles en los aeropuertos, los mismos aviones, las mismas habitaciones en la mayor parte de alojamientos… Encontrar un hotel cuyo leit motiv es la apuesta por la diferenciación y personalización, es un gran descubrimiento. 

Así, sumergirse en una cama como si del fondo del mar se tratara en pleno centro de Madrid, disfrutar de una panorámica de 360º desde una azotea mágica que roza el cielo… Todo esto y mucho más se cumple en el Hotel Mercure Madrid Santo Domingo, localizado en la calle San Bernardo, 1, de la capital de España, un emplazamiento con ubicación exclusiva, junto a Callao y la Gran Vía.
Aquí, cada ambiente sorprende al visitante y lo traslada, a través de los cinco sentidos, a un universo casi onírico.
Nada más cruzar la puerta, el lobby da la bienvenida con destellos dorados, reflejo de las cúpulas blancas con pan de oro que lo coronan. Amplio y luminoso, supone un atractivo aperitivo visual de lo que está por llegar. Porque las 200 habitaciones, equipadas con todas las comodidades, se adaptan a todos los gustos, edades y bolsillos.
Habrá quienes prefieran descansar en un dormitorio clásico, o quienes se aventuren a hacerlo en la mismísima Quinta Avenida. Y es que hay más 80 decoraciones distintas. Muebles, tejidos, pinturas e iluminación se mezclan creando atmósferas originales, confortables y totalmente personalizadas, que permiten vivir una experiencia única.
Mercure Madrid Santo Domingo dice contar con mil y un detalles singulares. Incluso los baños son desmontables, lo que permite su renovación sin obras en tiempo récord.
En breve, y una vez se complete la integración del sistema informático de gestión con el nuevo programa de ‘habitaciones a la carta’, el cliente, al reservar o a su llegada, podrá elegir la que más le agrade.
Desde el serio hombre de negocios hasta el niño al que sus padres quieren dar una sorpresa, pueden encontrar un dormitorio a su gusto, pues el abanico de opciones es casi infinito. Porque hay más de 20 habitaciones temáticas: cabañas tropicales, salvajes junglas, Don Quijote persiguiendo el sueño imposible...
Otros ejemplos son la denominada Acuario, revestida en cristal salvo el techo, con un color azul mar profundo, poblada por delfines y tortugas, y con focos especiales que producen irisaciones. De esta forma, el cliente parece sumergirse en pleno océano. O la Allegro, la más lírica ya que sus paredes –incluso el baño- están vestidas con partituras...
De la primera a la última, recrean diversos ambientes, se inspiran en películas memorables, genios de las artes, paraísos terrenales, antiguos imperios… Todas ellas, sorprendentes y con identidad propia, se encuentran en una dirección: el Hotel Mercure Madrid Santo Domingo.
Cabe destacar el máximo lujo de las tres fabulosas suites. Dos de ellas están situadas en la parte clásica del hotel, regia, imponente, y en la que pueden contemplarse cuadros de pintores que tienen obra en el Museo del Prado -Madrazo, Esquivel o Balaca-, o antigüedades como una silla de manos del siglo XVII o una colección de zapatos de los siglos XVII y XVIII.
Otra en la zona vanguardista, la suite Unique, que además de ofrecer unas vistas maravillosas de las cúpulas del Madrid de los Austrias desde su salón, cuenta con una agradable terraza y está dotada con una ducha con aromaterapia y cromoterapia. Por la mañana brinda una dosis extra de energía, por la noche induce a la relajación y tiene un punto intermedio para cualquier momento del día. A todo ello se suma una ventana cuyo cristal, pulsando el interruptor, se convierte en trasparente o translúcido.
Se trata de una de las más demandadas por las parejas que van a casarse, ya que gracias a promociones especiales, puede llegar a reservarse por 225 euros. El pack romántico incluye pétalos de rosa en la habitación, cava y bombones y desayuno buffet. Pero hay infinidad de opciones que, sin duda, es mejor descubrir en persona.
Sin duda, una de las ‘joyas’ que sorprenden en este original hotel son sus baños. Los hay clásicos, con bañeras y bidets adornados con cenefas de mármol; y más modernos e innovadores, en los que el suelo es de cristal y bajo él, se encuentra, por ejemplo, un decorado de hojas secas y piedras.
También los hay que recrean puentes que llevan hasta el borde de un caudaloso río, una gruta marina o unos muchachos que parecen estar suspendidos en el techo buceando. Con grifos que caen en cascada, duchas de cromoterapia, luz de cortesía nocturna o enormes encimeras. Todo esto es posible en el Hotel Mercure Madrid Santo Domingo.
Edades...
Porque cada cliente se merece un escenario a medida, hay dormitorios para todos. Los niños y los jóvenes, a buen seguro, disfrutarán rodeados por las ilustraciones de extraordinarias criaturas inspiradas en la película Avatar y que brillan en la oscuridad.
Aunque tal vez prefieran trasladarse –por una noche- a otro continente... El lejano Oriente, la indómita selva o el Egipto de los faraones son algunos de los exóticos ‘destinos’ al alcance de los visitantes.
El público más adulto posiblemente quede fascinado con la Daliniana o la de Don Quijote, en honor a los genios que las inspiran; pero también la oriental, las de las geishas, o las más serias de lacados y suelos grises, fucsias… que desprenden auténtica creatividad. Otros quizás elijan la calma de los campos de lavanda, a los que transporta otro de los dormitorios, o las tapizadas con telas clásicas de toda la vida –y que recrean la decoración de las habitaciones originales-. Sin duda, hay multitud para elegir.
Y bolsillos
El hotel cuenta con precios que oscilan entre los 95 y los 390 euros, según el tipo de habitación, número de personas, temporada y ofertas.
Pero que nadie identifique los valores añadidos que ofrece con precios de lujo. Al contrario, la política del hotel es estar siempre situado entre los más asequibles dentro de su categoría –son el tamaño y prestaciones de sus habitaciones lo que le diferencia realmente-. Las estándar son las más económicas y de tamaño más reducido, con cama de 1,60 metros. Resultan ideales tanto para parejas jóvenes, que no viajen con demasiado equipaje, como para estancias de pocos días.
El  segundo nivel de precio pasa por las superiores, equipadas con Wifi Premium. Algunas de ellas con terraza, hidromasajes…y otras, como las Corner, que gracias a sus impresionantes ventanales en curva, brindan una panorámica sin igual. Dan la sensación de estar durmiendo en un escaparate cuyo telón se maneja a voluntad. Asimismo, su baño tiene duchas acristaladas, donde se puede ver el exterior sin ser visto.
Por último, las tres suites -dos clásicas y una vanguardista- son perfectas para los clientes que buscan exclusividad a un importe razonable.
No sólo eso, sino que además…
Mercure Madrid Santo Domingo es mucho más que un lugar donde dormir. Para los impulsores del proyecto, los objetivos prioritarios son aportar diferenciación y valores añadidos a los clientes en los grandes y pequeños detalles, y conseguir el máximo compromiso de ecosostenibilidad en todas las instalaciones.
En las alturas, otra gran sorpresa visual: la azotea y las magníficas vistas de la ciudad -el Palacio Real, los tejados del Madrid de los Austrias, etc.-, donde en verano se descubre una maravillosa piscina. De vuelta a la planta baja, el Bares perfecto para tomarse un snack, un tentempié entre reuniones o un buen café. Asimismo, el hotel dispone de una zona de restauración y ocio, destacando el especial desayuno buffet, que tras la ducha tonificante de la mañana, permite iniciar el día con nuevas energías y optimismo.
Para la celebración de presentaciones, cócteles y todo tipo de eventos de carácter social y profesional, están sus amplios salones. Desde el Natura, situado bajo el jardín vertical y su imponente cascada -en primavera se podrá contemplar en todo su esplendor y dará mucho de qué hablar-, hasta el Belvedere, con techo móvil y un espléndido ventanal.
Incluso el parking es original. El artista Juan Avellano –que también firma las ilustraciones realizadas en algunas de las habitaciones- imprime su sello pintando una singular jungla, habitada por majestuosos gorilas que parecen custodiar los vehículos. Y las otras tres plantas, a modo de trampantojo -véase el metro, a punto de tomar ‘la estación’ Mercure-, llevan el sello de los grafiteros que ganaron el concurso promovido por el propio establecimiento como apoyo a valores emergentes.
Expreso. Redacción. A.F

Comentarios