Recuerdos gastronómicos en Palma

EXPRESO - 12.08.2018

La isla balear regala a sus visitantes unas exquisitas opciones gastronómicas de tradición mediterránea que, por lo general, pueden disfrutar durante su estancia o llevarse como recuerdo

Palma_gastroLa isla balear regala a sus visitantes unas exquisitas opciones gastronómicas de tradición mediterránea que, por lo general, pueden disfrutar durante su estancia o llevarse como recuerdo. Todas ellas excelentes opciones para recordar la arraigada gastronomía de Mallorca.  

Productos autóctonos que ya son referencia a nivel mundial, e indispensables en la maleta de vuelta del viajero.
Ahí va una lista de los imprescindibles gastronómicos de la capital balear:  
Ensaimadas  
Para deleitarse en el desayuno, merienda o como postre, la historia de este delicioso pan se remonta al siglo XVII. De forma circular y espolvoreada con azúcar glas, existe una amplia variedad de este producto: con nata, crema o chocolate así como ensaimadas ligadas a fechas clave en el calendario, como la de tallades, típica de carnaval que incorpora sobrasada y calabaza confitada.
Aunque las más famosas son las lisas (sin relleno) y las de cabello de ángel, algunos recomiendan acompañarla con helado de almendra cruda.  
Palma está salpicada de panaderías con la Indicación Geográfica Protegida, adheridas a las correspondientes normas de calidad, siendo el Fornet de la Soca o Forn Fondo dos de los famosos templos de visita obligada para quien quiera degustar la famosa ensaimada.  
Un producto que se completa con otros ‘primos hermanos’ de antigua tradición panadera en la isla como los robiols, panades, crespells, cocarrois, cemadillos, panellets y por supuesto los famosos buñuelos.  
Sobrasada  
Es otro de los productos mallorquines más conocidos, y al igual que la ensaimada goza de la Denominación de Origen Protegida por la Unión Europea, embutido elaborado a partir de carne magra de cerdo, manteca y pimentón molido. 
La sobrasada no es lo único que el cerdo negro mallorquín, raza autóctona de la isla, ha regalado a locales y visitantes con el paso del tiempo, ya que a su legado se unen otros embutidos como el botifarró y el camaiot.
La tradición recomienda comerlos con pan moreno y aceite de oliva, aunque estos productos también cumplen con la doble función de ser condimento de los guisos más tradicionales aportándoles sabor.  
Cocas   
Forman parte de la foto tradicional en los escaparates de los hornos repartidos por toda la ciudad, ya sean dulces, de patata de Valldemossa, de albaricoque, de verduras o de pimientos asados. La coca más tradicional es la de trempó, una coca con diversas hortalizas que se consume especialmente en los meses de verano.  
Almendras  
Si hay unas almendras que encabezan el ranking de calidad a nivel mundial, esas son las mallorquinas. Condimento estrella del denominado Gató d’ametlla, un dulce hecho a base de este fruto y que suele ir acompañado de helado también de almendra, Palma y la isla de Mallorca al completo son un campo de almendros en flor durante enero y febrero.
También protegida con el etiquetado de I.G.P (Indicación Geográfica Protegida) la almendra mallorquina cuenta con atributos propios, como un mayor dulzor en el sabor y una textura más aceitosa.  
Aceite de oliva, Denominación de Origen estrella  
Tanto de variedad arbequina como picual, el AOVE propio de Palma bebe de las suaves condiciones climáticas del terreno. Denominación de Origen Protegida e ingrediente estrella de la famosa dieta Mediterránea, el aceite de oliva virgen extra de Palma se elabora y produce en la misma zona geográfica delimitada. Baluarte principal de la cocina de todo Mallorca, forma parte de los aperitivos más clásicos de la zona como las aceitunas en salmuera o simplemente el pan con aceite de dicha D.O.P.    
Vinos de la tierra  
Más de 60 bodegas conforman la próspera industria vinícola de Palma y del resto de la isla. Vinos cada vez más conocidos fuera de nuestras fronteras a través de sus diferentes variedades: Manto Negro, Callet y Premsal Blanc y que junto a denominaciones protegidas como la D.O.P. Binissalem, han conseguido hacerse un hueco cada vez más consolidado en los paladares nacionales internacionales.  
Hierbas 
Consumido desde el siglo XIII por sus beneficios saludables, las hierbas mallorquinas han ido ganando en popularidad hasta conformar una auténtica tradición propia tras cada evento en torno a la mesa en Baleares.
Bebida anisada bajo D.O.P., está elaborada con hierbas de la isla como la menta, hinojo, romero, hierba luisa, manzanilla, limonero, naranjo o toronjil. Al igual que ocurre con el muchos de los productos con etiqueta protegida de la zona, las hierbas mallorquinas están disponibles en las variedades dulces, secas y mezcladas.  
Licor de Palo 
De sabor amargo y aroma con gran personalidad, tuvo sus orígenes en los siglos XVI y XVII, para combatir enfermedades provocadas por las picaduras de mosquitos. Con base de corteza de quina, raíces de genciana y azúcar quemada, el licor de palo es el aperitivo perfecto previo a la comida. Puede tomarse sólo, con hielo o con sifón, muy común en la isla. El Palo también es Denominación de Origen Protegida Palo de Mallorca.  
Sal marina 
Ya cuando los fenicios habitaban la isla, cosechaban la sal en la zona mallorquina de Es Trenc. Pero no fue hasta el año 2003 hasta que este regalo marino se convirtió en todo un reclamo comercial de puertas para afuera.
Hoy en día el sabor aportado por la sal, el hibisco, la aceituna negra, especias y hierbas condimentan este producto marca Palma de Mallorca, producto que indiscutiblemente ya está considerado todo un ingrediente gourmet tras los fogones.
Expreso. Redacción. J.R

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