Burgos será la capital de la miel con el certamen Mieladictos

El X certamen nacional Mieladictos ha recibido 140 mieles para que un jurado profesional escoja 12 mieles finalistas y, entre ellas, la mejor miel de España el día 9 de noviembre en la Fundación Oxígeno de Burgos.  

El concurso está cumpliendo su objetivo de ensalzar la miel de apicultor, ya que el 70% de las mieles recibidas son de apicultores profesionales, el 15% tienen más de 100 colmenas y el resto son lo que el jurado considera ‘proyectos interesantes en el mundo de la apicultura, es decir, gente joven o no, con interés en el mundo de las mieles o proyectos de vida basados en abejas y miel’.   

Según la procedencia, el 48% de las mieles participantes en el concurso son de Castilla y León, el 24% de Castilla-La Mancha y Galicia a partes iguales, seguido de Baleares, Valencia, Aragón, Asturias, Madrid y Cataluña.   Sobre los tipos de mieles, destacan las de milflores, aquellas de bosque y montaña, lavanda, brezo, castaño, miel de azahar, romero y tomillo.

También hay una pequeña representación de miel de almendro, mielato de pino, miel de algarrobo o miel de retama.  

Cata a ciegas de mieles  

Para determinar cuál es la mejor miel de España de entre las doce que llegarán a final, un jurado de seis profesionales catará a ciegas las muestras, en la que valorarán características como los aromas, la textura o el color.  

El panel de cata en esta décima edición está formado por Patricia Combarros, doctora en veterinaria por la Universidad de León y especialista en Sanidad y Producción Apícola por la Universidad Complutense de Madrid; Miguel Ángel Fernández Muiño, catedrático de la Universidad de Burgos del departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos; Diego González, propietario de Tiempos Líquidos, mejor sumiller de España en 2019 y 2022, y segundo en el Top 100 Sommeliers España; José Luis Máñez, biólogo y apicultor aficionado; Charo Gutiérrez, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, y Noelia Manrique, asesora financiera y especialista en mieles.

¿Cómo se cata una miel?  

Son diversas las características organolépticas que debe tener en cuenta el jurado para determinar la calidad de una miel y cuál es la mejor miel.  En las mieles monoflorales, por ejemplo, es fundamental que el producto corresponda con el origen botánico declarado.

Primero, en el examen visual, se valora el estado físico de la miel (líquida o sólida), su limpieza y homogeneidad, el color y la presencia de impurezas o espumas.

En el examen olfativo se tiene en cuenta el nivel de intensidad de la miel según si tipología y se presta especial atención a la posible presencia de defectos. 

En cuanto el gusto, se ha de indicar si el sabor es dulce, salado, amargo o ácido o sus combinaciones, así como su intensidad. Los catadores deben hacer una descripción gustativa.   También es importante la textura de la miel, donde es preciso considerar su viscosidad, consistencia y la existencia de cristales.    

Expreso. Redacción. A.F