La Ruta Costera del Atlántico de Irlanda en 10 experiencias gastronómicas

EXPRESO - 28.04.2024

Un fantástico recorrido por carretera gastronómico nos espera en Irlanda, concretamente en la denominada Ruta Costera del Atlántico.

Desde la oficina de turismo de Irlanda nos recomiendan una decena de experiencias culinarias:

1. Visita a Croithlí, en el condado de Donegal: aquí conoceremos los secretos del whiskey

Cerca del aeropuerto de Donegal, considerado uno de los aeropuertos más panorámicos del mundo, y de las escarpadas cumbres de Errigal, allá donde San Columbo destilaba alcohol en el siglo VI, encontramos el pueblo de Croithlí, que alberga la primera destilería de whiskey que obtuvo licencia en Donegal: la destilería Crolly. De aquello hace 180 años y aun hoy sigue en funcionamiento.

Abre todos los días al público y ofrece interesantes visitas y degustaciones para conocer todos los secretos del whiskey. Croithlí es también una localidad Gaeltacht, una palabra irlandesa que identifica ciertas regiones de la isla donde el gaélico es la lengua de uso mayoritario entre la población.

2. Ostras en la Bahía de Sligo, donde las condiciones para cultivarlas son ideales

Atención si eres amante de las otras, porque en Sligo vas a poder saborear unas de las mejores del mundo gracias a Sligo Oyster Experience. La bahía de Sligo tiene numerosas ensenadas que proporcionan unas condiciones ideales para cultivarlas.

De hecho, en ella se cultivan ostras desde hace más de dos siglos. ¿Te apasiona la idea? Pues aún hay más: podrás visitar su criadero y pedir el sándwich Po Boy que sirven en su WB´s Coffee House y que también lleva ostras.

Más allá del condado de Sligo, podemos seguir la ruta creada por Taste the Atlantic – A Seafood Journey, para encontrar otros grandes productores de marisco y pescado de Irlanda. Entre ellos se encuentran Connemara Smokehouse, DK Connemara Oysters, Burren Snokehouse, Flaggy Shore Oysters y Woodcock Smokery.

3. Condado de Mayo y su Gourmet Greenway: un itinerario que se saborea con sólo mirarlo

Cuarenta y nueve kilómetros forman la Great Western Greenway, que conecta el bullicio costero de Westport con la tranquila isla de Achill. Se trata de una ruta que rescata el antiguo trazado de una vía férrea y atraviesa pantanos, bosques y campos de cultivos.

Con ese paisaje como telón de fondo y en asociación con productores del condado de Mayo, el hotel Mulranny Park ha ideado la Gourmet Greenway, formando un tándem perfecto de gastronomía y paisaje.

Chocolateros, tostadores de café, panaderos, productores de sal marina, carniceros y maestros artesanos de la cerveza se unen para dar a conocer la maravillosa cocina de Mulranny, Newport, Westport y Achill y crear un itinerario que se saborea con sólo mirarlo.

4. Más otras (y salmón ahumado) en Kilcolgan, en el condado de Galway

Morans Oyster Cottage, situado en The Weir, en Kilcolgan (condado de Galway), es uno de esos lugares que todo gourmand de viaje por el oeste de Irlanda debería conocer. Famoso por su excepcional pescado y marisco, especialmente el salmón ahumado y las ostras, aquí han comido presidentes, primeros ministros y estrellas de cine.

La joya del lugar es la ostra que proviene de los criaderos de Clarenbridge. Si el tiempo lo permite, elige una mesa exterior para disfrutar también de las vistas.

5. Tours gastronómicos en Galway: dos horas y media de auténtico disfrute

La ciudad costera de Galway es un semillero de talento gastronómico así que contratar un tour para conocer sus propuestas culinarias es una muy buena idea. La empresa Galway Food Tours, capitaneada por cinco mujeres, ofrece un interesante recorrido a pie de dos horas y media para conocer los sabores locales —desde cervezas y queso hasta repostería y sushi— y los mejores restaurantes, pubs, tiendas y mercados para encontrarlos.

Dos recomendaciones más si hay tiempo: pasear entre los puestos del mercado que se monta los sábados en la plaza de la iglesia de San Nicolás y visitar Sheridan’s Cheesemonger, un tesoro nacional con deliciosos quesos y vinos.

6. Descubriendo el patrimonio del Burren: granjas, ahumaderos, festivales ¡y chocolate!

Viajar hasta el Burren es toda una experiencia en sí misma, con sus hermosas colinas kársticas de piedra caliza de aspecto lunar que forman un paisaje único.

El patrimonio gastronómico de este Geoparque Mundial de la UNESCO es también fascinante y se puede descubrir a través de interesantes experiencias: visitas a granjas locales y ahumaderos de pescado, talleres para aprender a abrir ostras, mercados semanales y festivales gastronómicos, como el Burren Slow Food Festival (en mayo) o el Burren Winterage Festival (en octubre).

Otro singular punto gastronómico del Burren es la fábrica Hazel Mountain Chocolate, que elabora deliciosos chocolates y organiza tours por sus instalaciones.

7. Cerveza artesanal en la ciudad de Limerick

En Limerick, a orillas del río Shannon, en un edificio con más de 250 de historia, nos espera una interesante experiencia de la mano de la cervecería artesanal Treaty City. Allí, junto a un maestro cervecero, aprenderemos la historia de la elaboración de la cerveza en Limerick desde 1700, conoceremos los procesos e ingredientes de elaboración contemporáneos y disfrutaremos de una degustación.

Y si estás de visita en Limerick durante el fin de semana, no te pierdas el colorido, moderno y creativo Milk Market, donde encontrar gastronomía artesanal, antigüedades, música y arte. Con medio centenar de puestos y una veintena de tiendas, este mercado cubierto garantiza una inmersión en la vibrante escena gastronómica de Irlanda.

8. Clases de cocina en Dingle, uno de los pueblos con mayor encanto de la isla

Dingle, en el condado de Kerry, es, posiblemente, uno de los pueblos con mayor encanto de la Isla Esmeralda. Contribuyen a ello su puerto, lleno de barcos de pesca, sus fachadas de colores y un paisaje fascinante.

A nivel gastronómico, ofrece numerosas opciones interesantes, como Solas, donde podremos tomar unas tapas. Y los pubs, desde Foxy John´s hasta Dick Mack´s, son legendarios. Si alguien quiere ampliar sus habilidades culinarias y conocer mejor el panorama gastronómico de Irlanda, la Escuela de Cocina de Dingle es el lugar perfecto para hacerlo.

Está dirigida por el chef Mark Murphy, defensor de los ingredientes frescos y locales y orgulloso embajador de la emergente escena gastronómica irlandesa. Una de las propuestas estrellas de esta escuela de cocina es la experiencia Catch and Cook, que incluye salir al mar en un barco de pesca, aprender a preparar y cocinar el pescado capturado ese mismo día y, por supuesto, degustarlo.

9. Talleres con Max Jones para aprender sobre la conservación tradicional de los alimentos

Leap, en el condado de Cork, es un encantador pueblecito rural de ambiente tranquilo y tradicional. Allí, en Myross Wood, se encuentra el espacio de investigación The Booley, que forma parte del proyecto Up There the Last, liderado por un activo defensor de la conservación tradicional de los alimentos, y también fotógrafo, escritor y educador, Max Jones.

The Booley está inspirado en los refugios que antiguamente utilizaban los ganaderos de la zona. Max Jones organiza en él talleres de elaboración de quesos y mantequillas naturales. En la costa, su trabajo consiste en conservar las tradiciones.

Para ello, organiza festivales y talleres prácticos. Jones también ayudó a establecer The Keep en Woodcock Smokery. Se trata de un centro educativo donde la última ahumadora de salmón salvaje de Irlanda, Sally Ferns Barnes, con más de 40 años de experiencia, dirige talleres, cursos y eventos.

10. Mitos, leyendas e hidromiel en Kinsale, en el condado de Cork

En 2016, una pareja de emprendedores irlandeses, Kate y Denis Dempsey, establecieron en Kinsale la primera fábrica de hidromiel de Irlanda en 200 años, trayendo al siglo XXI la bebida alcohólica más antigua del mundo, la preferida de los reyes y jefes celtas, cuya preparación se fundamenta en la fermentación de una mezcla de agua y miel.

Kinsale Mead Co elabora hidromiel de reconocido prestigio internacional y organiza unos divertidos tours que permiten descubrir el antiguo arte de elaboración de esta bebida. En ellos se relatan mitos y leyendas relacionados con esta bebida, se explican las antiguas leyes irlandesas que protegían a las abejas, se hacen degustaciones y se conocen de cerca los procesos de fermentación, maduración y embotellado.

Expreso. Redacción. J.R

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