Verano de fiestas en Cantabria

EXPRESO - 17.06.2013

Coincidiendo con la llegada del verano, en los últimos días del mes de junio y primeros de julio, Cantabria celebra algunas de sus fiestas más emblemáticas, y muchos pequeños pueblos sus fiestas patronales

Cantabria_veranoCoincidiendo con la llegada del verano, en los últimos días del mes de junio y primeros de julio, Cantabria celebra algunas de sus fiestas más emblemáticas, y muchos pequeños pueblos sus fiestas patronales. 

Una de las más populares es la noche del 24 de junio, cuando pueblos y ciudades de la región celebran  el rito purificador del fuego.
La cita más popular es la que tiene lugar en la playa de San Juan de la Canal, en el municipio de Santa Cruz de Bezana, muy cerca de Santander. Cada año se trasladan hasta esta playa miles de personas que se reúnen para celebrar juntos en el ritual del fuego y el agua para dar la bienvenida al verano. 
Fuegos artificiales, baños a la luz de la luna es parte de esta fiesta, en la que comparten espacio familias, jóvenes, parejas…
Pero no es esta la única gran conmemoración, en las playas de El Sardinero de Santander, la de Suances, Laredo…, en el interior, en casi cada pueblo se dan cita cientos de personas para participar en esta fiesta con reminiscencias mágicas que da el pistoletazo de salida a las fiestas del verano.  
San Pedro y San Pablo también cuentan con múltiples fiestas. Por singulares destacamos la que tiene lugar en el pueblo de Tresviso, en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, y la de San Pedro del Romeral, en los valles pasiegos. 
En Tresviso el día de San Pedro celebran el Ramu que conserva toda la tradición de décadas. Víspera de San Pedro los mozos del pueblo se acercan al monte de hayas próximo en busca de un árbol con buen aspecto y consistencia al que llaman ‘jovera’.
Por su parte, las mozas del pueblo preparan el ‘ramu’, que es un arco trenzado y adornado con flores y roscos de pan. El día de San Pedro tras la celebración de la misa y de la procesión por las calles de la aldea, los vecinos se trasladan hasta la bolera del pueblo donde se halla la ‘jovera’ untada con grasa o con jabón, por la que tendrán que subir los mozos, mientras las mozas subastan los roscos del Ramu. 
San Pedro del Romeral celebra el 29 junio sus fiestas patronales, durante las cuales, se organizan todo tipo de manifestaciones folclóricas y deportes tradicionales de los valles pasiegos, como competiciones de bolos pasiegos y de salto pasiego, entre otros. San Pedro del Romeral es una de las tres villas pasiegas, con su territorio establecido en los frondosos y altos valles del Pas. Su paisaje, salpicado de multitud de típicas cabañas pasiegas, constituye su principal atractivo.
El espíritu pasiego marca las costumbres de su población, cuyas tradiciones a menudo chocan al visitante por su carácter singular. Entre las costumbres más seculares de los pasiegos está la del ‘salto pasiego’, especie de pértiga de que se valían los hombres para salvar los riachuelos y riscos de su tierra, con una agilidad sorprendente.
En décadas pasadas, los pasiegos se trasladaban por los valles de la zona utilizando esta pértiga, actualmente esta tradición se conserva en forma de deporte rural.  Otra fiesta singular es la que se celebra en Ramales de la Victoria el sábado siguiente a la festividad del Patrono de la Villa, San Pedro Apóstol, la verbena del Mantón.
Esta fiesta rememora la decisión de las mujeres de Ramales de la Victoria de convertir esta prenda en un símbolo de paz y convivencia. Algunas de estas prendas que aún se lucen pertenecen a la partida de mantones decomisados a soldados carlistas en la Primera Guerra Carlista.
Es una verbena castiza, amenizada por los acordes de un ‘viejo organillo’ a cuyos sones bailan las parejas formadas por damas de la localidad y otras llegadas desde diversos puntos de la región e, incluso, de regiones vecinas. Para poder participar, los caballeros tiene que lucir etiqueta y las damas deben ir ataviadas con el clásico Mantón de Manila.
Algunos de estos mantones son auténticas obras de arte, dignos de ser exhibidos en los mejores museos. Desde Ramales nos vamos a Castro Urdiales, donde el primer viernes de julio se celebra el Coso Blanco, la fiesta del color y la música, es una de las más importantes de la ciudad y está considerada de interés turístico nacional.
Lo más singular del Coso Blanco es el desfile nocturno de carrozas, auténticas obras de arte creadas por expertos carrocistas. Miles de personas acuden a esta cita nocturna, en la que no falta la explosión de fuegos artificiales. 
Y desde la costa nos trasladamos de nuevo al Parque Nacional de Picos de Europa, a los puertos de Áliva, donde el 2 de julio tiene lugar la fiesta de la Virgen de la Salud. Cada año, al alumbrar el mes de julio, miles de peregrinos acuden a pie, a caballo o en coche todo terreno a lo más alto de los Picos de Europa a venerar  a la Señora, Virgen de la Salud.
Llegan a todos los puntos del valle de Liébana, Cantabria y Asturias, y, también asisten a cumplir la tradición los emigrantes de Camaleño repartidos por todos los confines del mundo.  La virgen se pasea majestuosa a hombros de sus fieles durante la procesión que tiene lugar, con sol o con lluvia o con viento, concediendo gracias y favores de salud y adueñándose del paisaje y de los corazones de quienes la veneran.
Posteriormente se celebra una comida campestre y una romería en la campa de Áliva.
Expreso. Redacción. A.F

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