Nuevo hotel de Beachcomber en las cercanías de Marrakech

EXPRESO - 08.11.2013

El día 11 de diciembre abrirá sus puertas en Marruecos la última expresión del universo hotelero Beachcomber, hasta hoy concentrado en la región del  Océano Índico

Beachcomber_Royal_PalmEl día 11 de diciembre abrirá sus puertas en Marruecos la última expresión del universo hotelero Beachcomber, hasta hoy concentrado en la región del  Océano Índico.

Con 135 espectaculares villas y suites, el nuevo Royal Palm Marrakech presumirá de  ubicación, en la planicie de El Haouz, frente al Atlas y a 12 kilómetros del centro de  la ciudad.   
Una burbuja de oxígeno que combina su fácil acceso desde las principales ciudades europeas con la  intimidad de su exuberante propiedad 'Domaine Royal Palm', cuyas 231 hectáreas están sembradas de  viejos olivos, palmeras, limoneros, naranjos, almendros, granados y arbustos de lavanda.   
El arquitecto 'mauriciano' Jean-François Adam ha sido el responsable del proyecto, que huye de la línea de  los edificios históricos de la ciudad para acercarse a la arquitectura campesina del sur del país, con influencia bereber y volúmenes simples y gigantescos combinados con elementos decorativos en madera  inspirados en el Royal Palm de Isla Mauricio.   
‘Por primera vez’, explica además Adam, ‘en vez de instalar el hotel frente a una playa y el mar, lo hemos abierto sobre un campo de golf, estanques, vegetación... y el Atlas’.   
Sus elegantes suites y villas (éstas últimas dotadas con piscina y hammam privado) ofrecen espacios  generosos de entre 72 y 4.515m2, y lucen impresionantes vistas a las montañas del Atlas o sobre los bellos  campos de golf de la propiedad. Cada una de ellas es un cálido refugio de ambiente íntimo y confortable,  mitad salón mitad terraza, con la belleza del paisaje exterior penetrando la estancia con delicadeza.   
Su labor de interiorismo corre a cargo de Marilyn Spataro, que combina en cada estancia  mobiliario contemporáneo con artesanía marroquí, con multitud de referencias mozárabes en azulejos  'zellige', 'bejmat' y telas. Allí ningún sentido se sentirá menospreciado, desde el aroma embriagador de la  madera de cedro hasta el tacto suave del terciopelo o el tadelakt (estuco de Marrakech) de las paredes, la  naturaleza enmarcada en sus ventanas panorámicas o el silencio relajante de la planicie de El Haouz.   
La sensación de grandeza  asaltará a los visitantes desde el sendero de olivos que conduce al Royal Palm Marrakech y también sobre  la entrada elevada del hotel, que gobierna los incomparables paisajes de la zona con vistas infinitas. Y se verá reforzada en su zonas de ocio, especialmente frente a su gigantesca piscina de ozono de 2.000m  situada en sus jardines tropicales y climatizada todo el año.     
Su oferta gastronómica sorprenderá a base de diversidad y refinamiento, a través de cinco espacios bien  diferenciados comandados por Philippe Jourdin, poseedor del título de 'Meilleur Ouvrier de France' y con un  gran historial de estrellas Michelin a sus espaldas.
El toque marroquí correrá a cargo de AI AIN, un  escenario genuino situado en la primera planta del edificio principal y exclusivo para cenas con la mejor  cocina tradicional. Una oferta completamente diferente a la del restaurante gastronómico LE PALM, en su  planta baja, frente a algunos de los greens del circuito de golf y con menús nocturnos a la carta. Y eso sin  olvidar su lujosa brasserie LE CARAVANE -perfecta para desayunos, almuerzos y cenas a la carta-, su  restaurante de cocina contemporánea L'OLIVIER, con platos frescos y ligeros a mediodía junto a la piscina,  o su bodega de puros LE BAR, disponible de 9h a 1h y con animación musical por las noches.   
El bienestar está garantizado en su exclusivo spa Clarins, concebido -al igual que el Centro Deportivo-  como un ksar (pequeña fortificación rural). Un templo hedonista de 3.500m2 basado en el ritual del  Hammam y perfecto para descubrir los tratamientos marroquíes, con espacios para hombre y mujer como  sauna, piscina, 15 salas de masaje, hidroterapia, cuidados de la piel, sala de yoga, barbería, salón de  peluquería, boutique y hasta una zona especial de zumos naturales.   
Fiel a la energía 'golfista' de toda la colección Beachcomber, el Royal Palm Marrakech ofrecerá uno de los  mejores campos de golf del sur de Marruecos, y el único en un hotel de cinco estrellas. Un espectacular  circuito de 18 hoyos -par 72-, diseñado por el famoso arquitecto norteamericano Cabell B. Robinson, que ha  tenido en cuenta cada árbol y montículo y se encuentra rodeado de buganvillas y adelfas.   
Royal Palm Marrakech se basa en una filosofía  innegociable de respeto al medioambiente, con retos importantes como las emisiones de CO2, la  optimización de energía al aprovechar al máximo la sombra y la ventilación natural, el reciclaje de agua, la  ausencia de productos químicos en su piscina o el respeto de la biodiversidad en su granja, huerto y por  toda su propiedad, con especies de plantas y árboles estrictamente de la zona.   
El conserje del hotel sabrá sugerir gran variedad de actividades dentro y fuera de Domaine Royal Palm. Desde aventuras como paseos en globo o trekking en el Atlas hasta experiencias deliciosas como saborear  un buen cordero en la intimidad de su granja rodeada de olivos.    Y todo ello con el servicio de calidad que ha hecho famosos a sus hoteles en Isla Mauricio y Seychelles, y  con extras destacados como un completísimo Centro Deportivo con piscina climatizada de 25m y servicio de  coach, un club gratuito para niños y toda la gentileza y elegancia de la casa Royal Palm.              
Expreso. Redacción. A.F

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