Octubre, el mes preferido para hacer enoturismo

EXPRESO - 06.10.2024

La época de vendimia, el paisaje otoñal de los viñedos, el proceso del vino nuevo y el buen tiempo son algunos de los motivos que sitúan el mes octubre en el primer puesto en cuanto al número de visitas a las bodegas y museos de las Rutas del Vino de España. 

Acabamos de entrar en el mes preferido por los viajeros para practicar el enoturismo. Octubre es, según el decimosexto Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino asociados al club de producto Rutas del Vino de España, el mes en que las 37 rutas que actualmente forman parte de esta marca reciben más visitas.

El número total de visitantes durante octubre asciende a 328.893 (datos del año 2023, que es el periodo al que se refiere el último Informe). De ellos, 242.336 corresponden a visitas a bodegas y 86.557 a visitas a museos del vino.

Este dato obedece a diferentes motivos: por un lado, octubre coincide (en términos generales) con el periodo de la vendimia en gran parte de los territorios, uno de los momentos más llamativos desde el punto de vista agrícola, paisajístico y vinícola.

Aprovechando la vendimia, muchas de las bodegas que forman parte de las Rutas del Vino de España ofrecen experiencias turísticas especiales que solo se pueden vivir durante las semanas que dura esta actividad.

Estas propuestas también se ofrecen desde los museos del vino o incluso son organizadas desde las mismas Rutas. El hecho de que durante este mes se mantenga el buen tiempo influye también en la afluencia de visitantes, igual que la posibilidad de ver el proceso de elaboración del vino una vez que la uva recolectada llega a las bodegas.

El paisaje otoñal tan llamativo que los campos de viñas lucen poco después de la vendimia, con el cambio de coloración de la hoja, es otro de los motivos que atraen a los visitantes de las Rutas del Vino de España.

Unos visitantes que valoran cada vez más la propuesta turística de esta marca que se ha convertido en el referente del enoturismo de nuestro país, y que se basa en la calidad, el reconocimiento de las culturas rurales y agrícolas y la sostenibilidad (sostenibilidad medioambiental -con un turismo respetuoso, nada invasivo y bien planificado- y sostenibilidad socioeconómica -contribuye al desarrollo de las zonas rurales, a asentar la población y a frenar el despoblamiento-.

Agosto, con 307.631 visitantes, y septiembre, con 306.779 visitantes, son los siguientes meses en este ranking de visitas a lo largo del año.

También son meses en los que está  presente la vendimia (algunas zonas como el Marco de Jerez, Ronda-Málaga, Montilla- Moriles o Gran Canaria comienzan la recolección en agosto, especialmente si el año climático es cálido), pero cabe destacar que el mes de agosto ocupe el segundo puesto: lo hace, además, por segundo año consecutivo, y esto pone de relieve la consolidación del enoturismo como producto con entidad propia, pues el hecho de que el enoturismo alcance ese valor en agosto, que es el mes donde prevalecen los destinos de sol y playa, indica el alto grado de interés que despiertan los destinos relacionados con la cultura vitivinícola.

Los datos globales que ofrece este Informe (publicado el pasado mes de junio y elaborado a través del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España) reflejan la excelente evolución del enoturismo en España, además de la completa recuperación tras el parón mundial de 2020.

El número total de visitantes a las bodegas y museos del vino asociados a Rutas del Vino de España durante 2023 se eleva a 2.977.115, un 18,2% más frente a los registrados en 2022 y una cifra que prácticamente ya se sitúa en el máximo recogido durante los periodos anteriores. En cuanto al impacto económico de esta actividad, la cifra supera los 100 millones de euros (102.208.200 euros).

Y eso solamente teniendo en cuenta las visitas a bodegas y museos, los dos tipos de establecimientos a los que se puede imputar de manera objetiva una visita motivada netamente por interés enoturístico.

A ello habría que sumar el gasto implicado en el viaje del turista, atribuible a otros establecimientos (que también forman parte de las Rutas del Vino de España), como alojamientos, restaurantes o empresas de actividades.

De esta forma, el impacto económico total sería mucho mayor: se estima que el impacto económico global representado por el enoturismo de las 37 Rutas del Vino de España triplicaría la cifra registrada en bodegas y museos.

Expreso. Redacción. J.R

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