Viaje a Nápoles con el marqués de Sade

EXPRESO - 15.11.2009

El viaje como último resquicio de  libertad

El viaje como último resquicio de libertad. Así vivió el marqués de Sade su viaje a Nápoles, donde se refugió entre enero y mayo de 1775 para escapar de la justicia francesa que lo había condenado a muerte, acusado de envenenar y sodomizar a unas prostitutas de Marsella.

Un viaje también como último recuerdo de la libertad perdida, cuando, estando en la cárcel varios años después, soñaba con exiliarse a un lugar como Nápoles y terminar quizá el Viaje a Nápoles que completaba su Viaje a Italia, su primera obra literaria seria.
Sade explora frenéticamete los tesoros artísticos de la ciudad, la belleza de los alrededores y de la bahía. Para ello recorre tanto los museos como las iglesias y los palacios, así como también las cuevas, las catacumbas y los tesoros que las excavaciones de Herculano y Pompeya han empezado a desentrañar por orden del futuro rey de España Carlos III.

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