Argentina, un buen país para el avistamiento de aves

EXPRESO - 09.06.2013

En Argentina se ubican unas 1030 especies de aves y llegar a observarlas implica mucho más que identificarlas, es una forma de conectarse con la naturaleza

Argentina_avistamientoEn Argentina se ubican unas 1030 especies de aves y llegar a observarlas implica mucho más que identificarlas, es una forma de conectarse con la naturaleza. En todo el territorio hay 273 áreas, 35 parques nacionales y casi 500 estancias para disfrutar la innovadora práctica del avistamiento.    

Cada vez más expertos y aficionados llegan a la Argentina para deleitarse con el vuelo, el canto y los colores que caracterizan a las más de mil especies de aves que habitan en el país. En pleno otoño, las zonas situadas más al sur en su mayoría las ven emigrar hacia áreas más cálidas y organizan safaris especiales para poder apreciarlas en actividad.
Este tipo de excursiones que forman parte del turismo ecológico, pueden integrarse a los más atractivos destinos de la Argentina, desde Buenos Aires a las regiones de Cuyo, Litoral, el Norte y la Patagonia.   
El país está en una ubicación prácticamente privilegiada, por ser América del Sur uno de los hábitats más importantes del mundo con cerca de 3.500 especies. La ventaja, es que los avistajes pueden desarrollarse fuera de las temporadas ‘altas’.
Tanto el otoño como la primavera, son épocas recomendadas para los paseos. Y esto contribuye no sólo a los menores costos, sino también a la posibilidad de hacer caminatas casi exclusivas y en mayor soledad. El silencio es una de las claves para acercarse y ver los animales en todo su esplendor y comodidad. Mejor aún con unos buenos prismáticos y un guía especializado.   
Lugares para destacar
Las 273 áreas que fueron identificadas como importantes para la conservación de aves cubren el 12 por ciento de la superficie del país, y es donde se encuentran no sólo las aves más características de la zona, sino también las más amenazadas y endémicas.
Entre los Parques más destacados donde hace poco se impulsó la instalación de miradores específicos están Tierra del Fuego, en la provincia homónima; El Palmar, en Entre Ríos; Pilcomayo, en Formosa; Perito Moreno, en Santa Cruz; y El Rey, en Salta. En cada lugar hay cartelería específica que permite a los aficionados adentrarse en el mundo exótico de las plumas coloridas y picos cantantes.
La vista resultará insuficiente para apreciarlas, agudizar el oído también permitirá identificar algunas especies. El avistamiento de aves es una tendencia en crecimiento, especialmente, en la Argentina. La diversidad del ecosistema es envidiable y forma parte de la ruta que hacen muchos pájaros desde otros continentes hasta las costas del mar Argentino. Además, los impactantes paisajes como la Cordillera de los Andes, las Cataratas del Iguazú o los Glaciares, contribuyen al momento de apreciar los vuelos.
En cada lugar, hay profesionales capacitados para guiar las visitas. Algunos itinerarios imperdibles son Laguna Salada, al este de la provincia de Santiago del Estero, una de las más importantes por la nidificación de aves acuáticas de paso de invernada, como el “Chorlo” del Hemisferio Norte.
También los Bañados del Río Dulce y la Laguna de Mar Chiquita, en Córdoba, declarados Sitios Hemisféricos de aves.
Protección y medio ambiente
La práctica resulta atractiva para todas las edades, y no es necesario adentrarse en paisajes selváticos o boscosos, sino también en espacios verdes urbanos. Una forma recomendada de conectarse con la naturaleza es empezar a escuchar y observar. Muchas aves pueden pasar desapercibidas sino se presta especial atención. Pero ser parte de su mundo, cambia la relación con el entorno.   
Estos animales contribuyen en el cuidado de la salud ambiental, y son claros indicadores del estado de conservación de un sitio. Además, poseen un valor ecológico y cultural que permiten descubrir conocimientos científicos y llenar -a la vez- de belleza nuestros ojos. De hecho, han sido fuente de inspiración de muchas culturas y son símbolo de libertad, sabiduría u opresión. Cada uno con su propio encanto, representa escenas de la vida misma en los lugares más desolados. Símbolos del paso de las estaciones, los cambios de la naturaleza y hasta las horas del día.   
Montaña, bosque y urbanización Si bien cualquier lugar es apto para observar aves, sin duda, en los ambientes naturales y de mayor conservación, es donde podrá verse la mayor diversidad de especies. Según los expertos, los mejores momentos del día para la excursión son el amanecer, el atardecer y el día posterior a una intensa lluvia porque eso las pone en mayor actividad.   
En el caso de Buenos Aires es posible hacer un circuito verde por las Reservas Urbanas, accesibles para todos. Una de las más importantes es Costanera Sur, unas 360 hectáreas protegidas, a muy escasos metros del centro financiero de la Ciudad, en la ribera del Río de la Plata. Entre abril y octubre el horario de visitas es de 8 a 18.
Hay recorridos guiados los fines de semana. Incluso, hay paseos bajo la luz de la luna y especiales para personas no videntes. Otra alternativa son los bosques y selvas de montañas en el noroeste argentino, donde algunos relevamientos permitieron encontrar especies que no habían sido registradas y eso la convirtió en una de las mecas elegidas por los observadores más experimentados.
Se destacan el Parque Nacional Calilegua y el Baritú, donde se podrán escuchar bandadas de loros aliseros, carpinteros, y cerqueros cabeza castaña. El Parque Nacional de Chaco también es sede de la actividad, por encontrarse en la zona más de 350 especies. En la Patagonia, hay espacios ideales.
Está la zona precordillerana, donde hay águilas, codornices, lechuzas blancas, tórtolas y zorzales; y la de los lagos, con especies rapaces -como el cóndor- y acuáticas. En los Esteros del Ibera se descubren hábitats donde anidan hasta 400 especies de fascinantes plumajes y costumbres. la provincia de Entre Ríos ofrece safaris en casi todas sus localidades.
En Federal, es característico el cardenal amarillo, declarado Monumento Natural Provincial. También la Reserva Natural Privada Las Piedras, en Gualeguaychú. Y el Parque Nacional El Palmar, con más de 200 especies entre carpinteros, y reales de nuca roja y blanco, donde hay dos observatorios, el Bosque y el Pastizal.
Expreso. Redacción. A.R

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