Túnez, grato encuentro

EXPRESO - 01.02.2017

Manolo Bustabad Rapa, periodista

Esta vez el encuentro con Túnez tuvo lugar en Madrid, con ocasión de 'Fitur 2017'. Nos había convocado el señor Ramy Jebali, responsable de la Oficina Nacional de Turismo de Túnez en Madrid...

Esta vez el encuentro con Túnez tuvo lugar en Madrid, con ocasión de 'Fitur 2017'. Nos había convocado el señor Ramy Jebali, responsable de la Oficina Nacional de Turismo de Túnez en Madrid y representante oficial para Portugal y España, con otros reporteros, para agradecer nuestra "contribución con el destino" durante el año 2016. Sinceramente, creemos que la labor de la ONTT en Madrid es fundamental para potenciar la recuperación de visitantes. Desde estas páginas hemos reiterado nuestras buenísimas sensaciones sobre la seguridad de los viajeros en Túnez, equiparable a los más fiables y por encima de muchos destinos europeos, porque así lo creemos.

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Por lo demás, desde Expreso tratamos de dar la respuesta que se espera de un diario de viajes y turismo, independientemente de que para nosotros es un lugar especial. Este acto nos movió a echar la vista atrás y hemos comprobado que en los últimos cinco años Túnez estuvo presente en estas páginas en torno a trescientas veces, computando noticias, entrevistas, reportajes y artículos; es decir, de media, una referencia por semana. Varios reporteros del diario, entre ellos nuestro director y la redactora jefa, visitaron la antigua Ifrikia en distintas ocasiones y, aunque predominaron los desplazamientos profesionales, fueron muchas las  excursiones y los viajes por simple curiosidad y placer.

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Mi relación personal data de diciembre del 2005, cuando Pilar y yo decidimos emplear unas cortas pero intensas vacaciones para huir del frío invierno orensano, pero también para conocer un destino mediterráneo de moda desde varios años antes: Yasmine Hammamet. Ni que decir tiene que quedamos prendados de los lujosos hoteles (no sólo el nuestro), que reunían las mejores propuestas del momento: cuidada arquitectura, cocina de altísimo nivel potenciando la variada gastronomía tunecina, moderna urbanización en primera línea de playa y, lo principal, trato atentísimo, selecto y profesional de todos los trabajadores.
 
La anécdota surgió un día que comimos en Chez Achour, en el pueblo de Hammamet. De la estupenda comida sólo recuerdo que era a base de pescado, que tomamos vino tunecino y que nos atendió un camarero con algunas canas y coleta, experto y solícito a más no poder. El caso es que nos gustó tanto y nos infundió tal seguridad, que decidimos dar una sorpresa a nuestra hija y su pareja, que tenían previsto visitar la zona unas semanas después, dejándoles pagada una comida. Por supuesto, resultó todo muy bien y lo recordamos a menudo, con cariño y gratitud hacia una persona que pasó, en pocos minutos, de ser un desconocido a inspirarnos plena confianza. Siento haber olvidado el exquisito menú, porque fue el origen de la idea, pero en cuanto surja la ocasión, sin duda repetiremos.
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Mi última visita al paraíso del jazmín y el olivo fue en mayo del 2016, en un viaje de prensa organizado por la oficina de Turismo de Túnez en Madrid, al que nos acompañó Ramy Jebali en todo su recorrido. Concurrieron varias circunstancias para que el periplo pasase a la lista de los memorables: la primera, el grupo de colegas, que al final semejaba más una 'panda' de amiguetes; los lugares, desde la Medina de Túnez que siempre nos depara alguna sorpresa, las casas trogloditas de Matmata que conviven con los nidos de ametralladoras de la "línea Mareth", el inmenso Chott El Jérid que nos cautivó a todos y excitó a los fotógrafos... Y luego esos prodigios que propician la vida entre los desolados arenales: los oasis, con Tozeur a la cabeza.
 
Pero, de nuevo, el mejor recuerdo, una persona. En este caso, nuestro guía Chihab Belkhechine, que nos prestó por unos días su sabiduría y su palabra para revelarnos el matiz diferencial de cada momento, de cada paraje; y hablarnos no sólo de arte, de historia o de costumbres, sino con incursiones en la familia, la educación, el futuro, el pensamiento... Tanto fue así, que en Expreso me permitieron transformar la crónica en una serie de 'Cartas a Chihab'.
 
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Amigos de Túnez: un gusto haberos conocido y el deseo de reencontraros. Hasta siempre.

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