2. internacional
  3. Alentejo sin prisas y para cualquier edad

internacional

Alentejo sin prisas y para cualquier edad

EXPRESO - 20.12.2014

El Alentejo de Portugal es uno de esos extraños lugares en los que el tiempo pasa lentamente

alentejo_sin_prisasEl Alentejo de Portugal es uno de esos extraños lugares en los que el tiempo pasa lentamente. Haciendo un recorrido por su historia, sus paisajes y su gastronomía puede dar la impresión de que, incluso, se detiene. 

De norte a sur y de este a oeste se descubren paseos inolvidables mezclados con historia, saberes y sabores llenos de tradición. En Castelo de Vide, conocido merecidamente como la ‘Sintra de Alentejo’, merece la pena detenerse en su Castillo, la Fuente de la Villa, sus sinuosas calles y calzadas floridas de la judería medieval.
Las ruinas de la impresionante ciudad romana de Ammaia es otra parada obligada para los amantes de la historia al igual que el pueblo de Arronches, antiguamente una importante plaza de armas a la que hace referencia Luis de Camões en Os Lusiadas.
En Campo Maior los recuerdos del pasado están inscritos en las paredes mientras que Elvas exhibe un importante y monumental legado que actualmente está clasificado como Patrimonio Mundial de la Humanidad: el mayor conjunto de fortificaciones abaluartadas del mundo y el Acueducto de Amoreira. 
Muy presente por todo Alentejo es también el patrimonio religioso, y Sousel es testigo de ello. Estremoz es otro punto de referencia histórico con su magnífico Convento das Maltezas, la Capilla de la Reina Santa Isabel y la Iglesia de San Francisco, del s.XII. En Vila Viçosa, conocida como ‘Princesa de Alentejo’, destaca su Palacio Ducal, del s. XVI. Alandroal, Terena y Juromenha son tres pueblos que, por su belleza e historia, merece la pena visitar.
Y, por supuesto, uno no puede irse de Alentejo sin visitar Évora, Ciudad Patrimonio Mundial de la Humanidad.
En Reguengos de Monsaraz se pueden descubrir algunos de los monumentos megalíticos más importantes de esta zona y, un poco más adelante, la bellísima villa medieval de Monsaraz, para apreciar todo con calma.
En Serpa, la ciudad blanca, se imponen el acueducto y la noria, construcciones de finales del s. XVII, y su Museo del Reloj, que acoge más de dos mil piezas. Todo ello se puede disfrutar realizando un paseo en calesa por su centro histórico. La Iglesia de Santo Amaro, en Beja, presenta el conjunto más importante de piezas visigóticas del país.
Santiago do Cacém merece especial atención por albergar el trecho más concurrido del camino portugués de Santiago, el Camino del Atlántico, además de un patrimonio histórico importantísimo como su castillo musulmán, su iglesia del s. XIII y las ruinas romanas de Miróbriga.
Más adelante, sin olvidar pasar por Aljustrel y Castro Verde -con varios recorridos para descubrir la avifauna del municipio-, llegamos a Ourique donde se encuentra uno de los lugares de mayor devoción del Bajo Alentejo, el Santuario de Ntra. Sra. de Cola y, muy cerca, un conjunto arqueológico que abarca desde el Neolítico a la Edad Media.
Tras pasar por el Museo de la Escritura de Almodóvar, se puede finalizar este paseo por la historia en Mértola, a la que llaman ciudad-museo y donde se encuentra la única mezquita del periodo almohade en Portugal, además de un paisaje natural digno de apreciar como es el Parque Natural del Valle del Guadiana. 
El buen clima de Alentejo es perfecto también para descansar descubriendo ríos, riberas y las tranquilas aguas de sus embalses. A lo largo de toda la costa, la belleza de algunos de sus paisajes corta la respiración, como sus magníficas playas, donde se detiene el tiempo a través de sus impresionantes puestas de sol y sus deslumbrantes parques y reservas naturales. 
Entre paseos y rincones llenos de historia, nada como hacer una parada para saborear los manjares de la región. En todos los municipios hay especialidades y vinos excelentes, sabores y aromas únicos.
Una buena apuesta es seguir la Ruta de los Vinos donde se encuentran bodegas con las puertas abiertas para recibir tanto a expertos como aficionados. Su gastronomía también es única, hecha de sabiduría y gusto, rica en hierbas aromáticas y productos de la tierra.  Sin duda, visitar Alentejo es dedicar el tiempo a ser feliz… a cualquier edad.   
Expreso. Redacción. A.R   

Comentarios

Noticias relacionadas