Escocia se prepara como cada año para una Nochevieja diferente

Una de las fechas más divertidas del año en Escocia es el 31 de diciembre, que los escoceses celebran de una manera muy peculiar, rememorando costumbres paganas y vikingas.

De hecho, el Hogmanay, en Fin de Año, es un acontecimiento mucho más importante que el día de Navidad, una fiesta que dura varios días y en la que es costumbre regalar mantecadas y buen whisky.

Este acontecimiento dura varios días y es muy popular especialmente en las ciudades de Glasgow y Edimburgo,  con la tradicional procesión de antorchas, actuaciones callejeras, fuegos artificiales, conciertos, ‘ceilidh’, y la carrera de Año Nuevo para inaugurar el año por todo lo alto.

Mientras, en Stonehaven se celebra el mismo día el Festival de las Bolas de Fuego, el Fireball, que consiste en una procesión de sus habitantes por la calle principal de la localidad mientras balancean bolas de fuego que les protegen de la oscuridad del invierno y dan la bienvenida al Año Nuevo. Se trata de uno de los pocos festivales tradicionales del solsticio de invierno que se conservan en la costa oriental de Escocia.

En el interior del país, a orillas del mítico Lago Ness, el Festival de Nochevieja dura nada menos que seis días e incluye una programación muy completa de excursiones guiadas, partidos de shinty y de fútbol, bailes con merienda a media tarde, una carrera de patos y demostraciones culinarias, entre muchas otras actividades.

Lo más destacado del festival es el ceilidh al aire libre celebrado en Nochevieja, que comienza con una procesión de antorchas tras una multitud de bandas de gaitas. En la web de Turismo de Escocia se puede encontrar información de todos estos eventos.