Experiencias exclusivas que merecemos vivir en Chequia

EXPRESO - 03.10.2024

Los viajes, como la vida, se componen de momentos especiales y, aunque en Chequia cada instante es único, también se puede organizar para que sea algo absolutamente inolvidable al elegir las experiencias más exclusivas.

Un aniversario, una promesa, un capricho, un ‘porque sí…’ no faltarán las excusas para gozar de estas propuestas. 

Chequia se suele identificar con castillos y palacios, con ciudades balnearias, con una naturaleza abrumadora y con una cerveza que es casi una religión, pero también brinda experiencias que van más allá de las tradicionales.

Para estos próximos meses, en los que apetece más que nunca viajar por Europa, os sugerimos elegir alguna de las siguientes propuestas para convertirla en vuestra principal excusa para escapar a Chequia. ¿Acaso no estaría justificado volar algo más de tres horas desde España para tomar un café en el Castillo de Karlštejn, para dormir en un hotel con una sola habitación en Praga o para traerse una pieza de cristal de Bohemia elaborada por uno mismo? Sin duda, en Chequia cualquier viajero puede hacer realidad su sueño.

Dormir en un hotel de una habitación con Praga a los pies

¿Qué puede haber más exclusivo que dormir en un hotel de una sola habitación? Quizás que sea original, tenga buenas vistas, un restaurante en las mismas instalaciones y un buen servicio. En la capital checa hay uno que cumple todas estas condiciones, y se encuentra en la torre de televisión de Žižkov.

Es el edificio más alto de la capital y su vista panorámica es excepcional; además, la única habitación del Sky Suite Hotel se sitúa a 70 metros del suelo. Sin salir de la cama se podrá admirar el amanecer, y cenar en su restaurante o tomar una copa mientras se disfruta de las vistas de Praga al ocaso. No es mal plan, ¿verdad? También espectacular y un poco más céntrico es el hotel de la Casa Danzante, donde también se puede dormir y tomar un cóctel desde su terraza-bar mientras se encienden las luces del Castillo de Praga. 

Kutná Hora o Karlštejn desde el aire

Entre los sueños que es factible cumplir está el de volar y ver el mundo a vista de pájaro. Una de las experiencias más emocionantes que se puede realizar en Chequia es volar en globo para admirar desde el aire ciudades como Kutná Hora, castillos como el de Karlštejn o espacios naturales tan impresionantes como el Paraíso Checo.

Es una actividad ideal para compartir en pareja de una forma romántica brindando desde las alturas o entre risas con nuestros mejores amigos.

Existen diversas empresas especializadas en vuelos con globo aerostático, pero si se visita Praga se puede recurrir a Bohemia Balón, y en Moravia del Sur a Flyballon que ofrece vuelos por Brno, Pálava, Olomouc, Kroměříž, Vyškov, Blansko (cruzando el Karst de Moravia), Boskovice, Jihlava y Třebíč. 

Visita privada a Moser

Conocer la belleza y la historia atrapada en cada pieza de cristal de Bohemia es una experiencia tan especial que es un privilegio poder vivirla de forma privada en la histórica factoría Moser. Situada en la región de Karlovy Vary, propone una inmersión total en el mundo del cristal, ya que durante el recorrido es posible observar cómo el vidrio incandescente va tomando formas mágicas.

Tras esta visita, se valorarán aún más las piezas de la galería y el museo de Moser, ya que allí se exponen diseños que actualmente forman parte de las cristalerías de las familias más acaudaladas del mundo.

Una curiosidad: los reyes españoles, Felipe VI y Letizia Ortiz, brindaron en su boda con unas delicadas copas con bordes dorados de Moser. Los visitantes del Gold Tour de la factoría (3.100 CZK, unos 120 euros por persona), además, colaboran en la elaboración de una pieza que posteriormente se llevan a casa de recuerdo. 

Visita privada y café en un castillo

Entre los deseos más anhelados de cualquier persona se encuentra el de vivir como un rey, o al menos con los privilegios de los que goza habitualmente la realeza.

Como no es algo fácil de cumplir, lo que proponen en Karlštejn es una experiencia denominada ‘Un café con el gobernante del castillo’, que consiste en recorrer de forma privada sus lujosas estancias y la preciosa capilla de Santa Cruz para terminar tomando unos aperitivos y un café con el gestor del castillo.

Esta construcción medieval, una de las más espectaculares del país, fue levantada por expreso deseo de Carlos IV para albergar los tesoros reales, las joyas de la coronación y las santas reliquias. Es una visita de tres horas, en la que pueden participar un máximo de 6 personas, y el precio es de 3.500 CZK (unos 140 euros). 

Mimos y bienestar en palacios y spas

Aunque las ciudades y bosques checos invitan al relax, no está de más dejarse mimar en lugares especializados en terapias de bienestar. Quienes visiten Praga pueden disfrutar de Infinit Sen, en Senohraby, cuyas saunas incluyen rituales sorprendentes para que sus efectos sean más profundos.

A sólo una hora de la capital se sitúa Chateau Mcely, que brinda un espacio de paz idóneo para desconectar de las rutinas rodeado de los mejores tratamientos.

Los visitantes de Moravia del Sur encontrarán en Brno a Maximus, que ofrece un espacio de 7.800m2 con piscinas termales, doce saunas, algunas con pequeños lagos, y bañeras de hidromasaje.

Un poco más al norte de Moravia, el exclusivo Palacio Petrovice, la antigua residencia de la baronesa Marie Louise von Wallaresee, sobrina de la emperatriz Sissi, ofrece siete saunas, diversos tratamientos y el VIP Spa. Por último, las terapias ayurvédicas y el yoga del Resort Svatá Kateřina, en la región de Vysočina, dejarán como nuevo a cuantos lo elijan su destino de vacaciones.

Arte, golf y descanso de altura

No es sencillo concentrar arte, diseño, arquitectura, deporte y gastronomía en un solo lugar pero en el Hotel Miura se produce esa feliz coincidencia, y la experiencia, por tanto, es sublime. Con sus formas cúbicas y enormes ventanales, posado en una pradera entre las montañas Beskydy, este moderno cinco estrellas destaca ya desde el exterior.

Si se traspasa el umbral de su puerta, esos grandes espacios se convierten en una galería de arte en la que desfilan cientos de obras de artistas checos e internacionales como Andy Warhol, David Černý, Henry Moore, Tony Cragg, John Armleder, Damien Hirst, Luca Pancrazzi y Petr Pastrňák.

Confortables habitaciones, un excelente restaurante, una zona de bienestar y un campo de golf son la guinda a una estancia llena de privilegios que es perfecta para darse un capricho rodeado de arte.

Capricho gourmet, con o sin estrella Michelin

Que en Chequia se come de maravilla y que cuenta con una cocina variada ha sido hasta ahora uno de los secretos mejor guardados, pero poco a poco se va descubriendo la calidad y variedad gastronómica de Praga y del resto del país.

En la capital se encuentran restaurantes ya míticos como Field, con el chef Radek Kašpárek al frente y una brillante estrella Michelin. Su menú degustación más completo consta de doce pases (4.600 CZK, unos 180 euros). Como novedad, se ha inaugurado este año “420”, otro restaurante comandado por el mismo chef pero con una carta más amplia e incluso menú para niños.

También con estrella Michelin está el elegante restaurante La Degustation Bohême Bourgeoise, donde el chef Oldřich Sahajdák también ofrece menús degustación (2.850 CZK, unos 115 euros) en los que destaca la esencia de la materia prima pero con toque de autor.

Pero en Praga no es necesario buscar estrellas para comer bien porque existen otros restaurantes como Salabka , a las afueras de la ciudad, que además de un espacio de diseño cuenta con su propia bodega y ofrece catas y menús degustación; y Grand Cru, un moderno local con una exquisita cocina dirigida por el chef Jan Punčochář y excelentes vinos. ¿Qué os han parecido estas experiencias? Ahora sólo queda elegir cuál es la más motivadora para viajar a Chequia este otoño.

Expreso. Redacción. J.R

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