Calma Ubud Bali, un hotel para reconectar con uno mismo

EXPRESO - 07.06.2018

Calma_UbudCon tan solo diez habitaciones y dos villas privadas, en las que se combina la esencia de la tradición balinesa con las comodidades modernas, Calma Ubud es el lugar ideal al que acudir para volver a conectar con uno mismo y unirse con la naturaleza en ‘perfecta calma’.

Bajo la máxima de que la belleza está en la sencillez, una idea muy vinculada a la filosofía de vida de los balineses, surgió la idea de crear Calma Ubud. Este es un proyecto que engloba más de lo que es un hotel en sí mismo, puesto que se trata más de una experiencia que pasa por alojarse en un complejo de villas que es pura tranquilidad en un paraje natural espectacular.
Su creadora, la española Soraya Nicolás, quiso que la arquitectura tropical y el estilo contemporáneo se fundiesen aquí para dar lugar a un hotel de ensueño. Un oasis de calma de tan solo diez habitaciones y dos villas privadas que quedan envueltas en todas las gamas de verde que reúne la naturaleza circundante.  
En los interiores, la elegante decoración se ha trabajado con materiales autóctonos de Indonesia, incluyendo mobiliario tradicional en madera de teca y ratán natural, combinándolo con elegantes alfombras orientales y estampados de vivos colores para darle un toque de vitalidad a cada estancia a través de los elementos textiles.
Cada habitación tiene su propia personalidad y, en cada una de ellas, se despliegan preciosas muestras de la artesanía balinesa, obras de arte de artistas locales, así como con representativas piezas de anticuario.
‘Chandra’, que significa ‘Luna’; ‘Matahari’, que quiere decir ‘Sol’ y ‘Segara’, que es ‘Océano’, son algunos de los nombres que reciben las habitaciones que cuentan, todas ellas, con una pequeña terraza privada y, algunas, además, con baño al aire libre.  
En el exterior, una increíble piscina con forma orgánica que sigue la orografía del terreno preside el jardín principal flanqueada por palmeras, con vistas a la jungla y a la inmensa belleza de los bancales de los campos de arroz tan característicos del paisaje de esta isla privilegiada.
Como en casa 
En Calma Ubud todo está pensado al detalle para hacer sentir a los huéspedes como en casa y, es por eso que, se ha dispuesto una serie de servicios sin coste para hacer todavía más placentera la estancia.
Así, el desayuno, en el que están presentes productos locales como su deliciosa selección de frutas frescas tropicales recién cortadas y zumos naturales recién hechos, es gratuito.
Lo mismo que el té de la tarde, que se sirve acompañado de dulces elaborados por artesanos de la zona en el área del ‘living’, un espacio ideal para relajarse en cualquier momento y sentarse a leer o a disfrutar de un cóctel con la magia de la puesta de sol. También está incluido en el coste de la habitación el servicio de transfer a Ubud, la vibrante capital de Bali que queda a apenas unos minutos de distancia.
Además, si la estancia mediante reserva directa es de dos noches, se ofrece un masaje balinés de 15 minutos sin coste y traslado al aeropuerto gratuito si se trata de tres o más noches.   
A la hora del almuerzo o de la cena, Calma Ubud dispone de un menú basado en una propuesta saludable elaborado con productos locales. Así, la carta se compone de sugerentes ensaladas, smoothies, sabrosos platos de comida típica indonesia como el Nasi goreng, el Beef Rendang, el Tuna Sambal Matah o el delicioso pollo al curry.
También se preparan con el mismo cariño distintos platos occidentales como son las pastas o los ricos Escalopines con Salsa de Champiñones.       
Relax total o un poco de actividad 
Sentarse a leer un libro, meditar, practicar yoga o sencillamente dejar el tiempo pasar mientras la vista se pierde en el paisaje y el alma se contagia de la paz reinante son las actividades preferidas por los huéspedes que se alojan en Calma Ubud
No hay que olvidar que también merece mucho la pena reservarse un tiempo para disfrutar de su spa, una experiencia que comienza disfrutando de los beneficios de un reconfortante masaje balinés y que prosigue con un relajante baño en una bañera natural llena de flores. El estado de relajación absoluta que se alcanza en Calma Ubud puede resultar adictivo pero también resulta muy tentadora su vibrante actividad, que queda apenas a un kilómetro y medio del hotel.
En pocos minutos, se llega hasta allí en coche o en moto para probar algún restaurante, asistir a un concierto de música en vivo, visitar sus templos, perderse por sus animadas calles y, sobre todo, para contagiarse de su alegría y multiculturalidad con mayor facilidad todavía gracias al servicio de shuttle gratuito que funciona tres veces al día.  
El Calma Ubud es también punto de partida perfecto para lanzarse a recorrer la isla y sus rincones más remotos como el Templo Madre, Las Terrazas de Tegallalang, las plantaciones de café, la zona de Kintamani o el poblado tradicional de Penglipuran disfrutando siempre por el camino de inolvidables paisajes y de la amabilidad de su gente, dos de las cosas que hacen verdaderamente único a este destino.  
Expreso. Redacción. J.R

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