El Alcázar de Segovia, de historia milenaria, un icono cinematográfico

Símbolo de la Ciudad Vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, y con más de 730.000 visitantes anuales, es uno de los monumentos más visitados de España.

La fortaleza ha acogido entre sus muros a más de 22 monarcas, y ha sido escenario de algunos de los momentos más importantes de la historia de España. Fue testigo, entre otros, de la salida de Isabel la Católica para ser proclamada reina en Segovia en 1474 y de la boda de Felipe II con Ana de Austria en 1570.   

En 2023, Disney confirmó que el Alcázar de Segovia inspiró el castillo de su primer largometraje animado, Blancanieves y los siete enanitos (1937).

El Alcázar de Segovia, cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XII, es uno de los castillos medievales más famosos del mundo y uno de los monumentos más visitados de España. Ha acogido a veintidós monarcas, además de personajes ilustres que marcaron el devenir de la Historia. 

Símbolo inconfundible de la Ciudad Vieja de Segovia, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1985, su singular arquitectura y sus majestuosas estancias lo convierten en un destino imprescindible para los amantes de la historia y el arte.

Cada año, más de 730.000 visitantes recorren sus salas, descubriendo un legado que ha inspirado al cine, la literatura, la televisión y al mundo del arte. 

A lo largo de su milenaria historia, el Alcázar ha desempeñado múltiples funciones: fue castro romano, fortaleza medieval, palacio real, custodio del tesoro de la Corona, prisión de Estado y sede del Real Colegio de Artillería. En la Torre Vieja, la del Homenaje, se guardaba el tesoro de la Corona en tiempos de la dinastía Trastámara.

En 1437, los libros de la administración real llegaron al Alcázar, creando uno de los primeros archivos reales de Castilla. Además, el Alcázar albergaba la sede de la armería regia, origen de la Real Armería de Madrid. 

En la actualidad, el Alcázar de Segovia alberga el Archivo General Militar y, además, desempeña un papel destacado como museo y monumento turístico. 

Un legado forjado a lo largo de los siglos 

El término ‘alcázar’ proviene del árabe al-qaṣr, que significa ‘castillo o palacio fortificado donde reside el rey’. Pero el de Segovia no fue solo una fortaleza: constituyó uno de los epicentros del poder en la Corona de Castilla.  Aunque la primera referencia escrita del Alcázar de Segovia data de 1122, sus orígenes se remontan a siglos atrás.

Celtíberos, romanos y musulmanes ocuparon este enclave antes de que se erigiera la imponente fortaleza que hoy conocemos. En 1135, la familia real ya disponía de aposentos en la fortaleza segoviana, entonces conocida como Palacio Mayor, convirtiéndola en el primer alcázar habitado por los reyes de Castilla. 

El Acueducto y el Alcázar, dos de los monumentos más emblemáticos de Segovia, han estado conectados durante siglos, ya que el agua transportada por el Acueducto no solo abastecía a la ciudad, sino que también llegaba hasta la fortaleza, abasteciendo los aljibes que garantizaban la supervivencia en tiempos de asedio. 

Además, el Alcázar está estrechamente ligado a la muralla de la ciudad, pues aquí comienza y finaliza su trazado. Con un perímetro de 3.410 metros, este sistema defensivo constituye uno de los recintos amurallados más extensos de Europa. 

Protagonista de la historia de España 

Fue lugar de paso de figuras como Alfonso X el Sabio, quien utilizó la torre que hoy lleva su nombre como observatorio astronómico y elaboró las Tablas Alfonsinas, referente en astronomía hasta el siglo XVII. Además, convocó en el Alcázar las Cortes de Castilla. 

En tiempos de la dinastía Trastámara, la fortaleza fue una de las residencias favoritas de los monarcas. El momento culminante en la historia del Alcázar llegó tras la muerte de Enrique IV. El 13 de diciembre de 1474, Isabel la Católica, hermanastra del rey, recibió en el Alcázar la noticia de su fallecimiento.

Apoyada por la nobleza segoviana y por el alcaide de la fortaleza, tomó una audaz decisión y se dirigió a la Plaza Mayor, donde fue proclamada reina propietaria de Castilla y León, marcando así el inicio de uno de los reinados más trascendentales de la Historia. 

Apenas un mes más tarde, en enero de 1475, Isabel regresó al Alcázar junto a su esposo, Fernando II de Aragón, para firmar la Concordia de Segovia. Este acuerdo estableció la unión dinástica entre Castilla y Aragón, sentando las bases de lo que hoy conocemos como España,  Uno de los episodios más destacados del siglo XVI en el Alcázar de Segovia fue la boda de Felipe II con la archiduquesa Ana de Austria en 1570.

Este matrimonio reforzó la alianza entre la Monarquía Hispánica y la casa de Habsburgo, afianzando la política dinástica en Europa. Además, su impacto trascendió lo meramente ceremonial, ya que marcó el inicio de una serie de transformaciones arquitectónicas que cambiaron la fisonomía de la fortaleza.

El Alcázar se convirtió entonces en el castillo más europeo de España.  El Alcázar de Segovia no solo contempló el devenir de reyes y princesas, sino también los lamentos de prisioneros ilustres, conspiradores audaces y corsarios procedentes de tierras lejanas.

Durante el reinado de los Austrias menores y los primeros Borbones, esta imponente fortaleza cumplió una función paralela a la de la Bastilla en Francia o la Torre de Londres en Inglaterra: se convirtió en la prisión de Estado por excelencia de la monarquía hispánica. 

Más tarde, durante casi un siglo, el Alcázar fue sede del Real Colegio de Artillería, institución creada por Carlos III en 1764 que pronto destacó más allá del ámbito militar, convirtiéndose en uno de los principales centros de innovación científica de su tiempo.

Allí trabajó el químico francés Louis Proust, a cargo del laboratorio ubicado en la Casa de Química donde formuló la Ley de las Proporciones Definidas, principio clave de la química moderna. Además, este colegio formó generaciones de oficiales que dejaron profunda huella en la historia de España, entre los que destacan especialmente los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde, héroes del levantamiento del Dos de Mayo de 1808 contra la ocupación napoleónica.

De fortaleza histórica a inspiración cultural 

Caracterizado por sus esbeltos chapiteles, tejados de pizarra y una imponente fachada, el Alcázar de Segovia es un referente arquitectónico cuyo impacto visual lo ha convertido en un emblema del cine y la televisión. Directores como Orson Welles se inspiraron en su silueta para películas como Campanadas a medianoche y El señor Arkadin. 

A lo largo de los años, sus estancias han acogido el rodaje de numerosas producciones, contando con la presencia de grandes estrellas del cine como Cary Grant, Sophia Loren, Frank Sinatra, Olivia de Havilland, Charlton Heston, Marlon Brando, Vanessa Redgrave, Richard Harris, Franco Nero, Oliver Reed, Michael York, Raquel Welch y Richard Chamberlain, entre otros, quienes han dado vida a historias legendarias en este escenario único. 

En televisión, ha aparecido en series como Isabel (2012) y Águila Roja. Incluso ha dado el salto a la animación internacional en un episodio de Los Simpson que incluyó al Alcázar en un gag viajero, llevando su imagen a millones de hogares en todo el mundo.

Más recientemente, la superproducción La Rueda del Tiempo de Amazon Prime lo ha elegido escenario.  Recientemente, el Alcázar de Segovia ha sido el escenario elegido por The Walt Disney Company para la presentación europea de Blancanieves, la nueva película protagonizada por Rachel Zegler.

La fortaleza, que inspiró el castillo de la versión animada de 1937, vuelve a ser protagonista casi noventa años después en un evento que une historia, leyenda y cine. En colaboración con Disney, el Patronato del Alcázar ha participado en esta iniciativa con el objetivo de compartir su singularidad y la riqueza cultural de Segovia y de su castillo.  

Un destino imprescindible 

En las últimas décadas, el Alcázar de Segovia se ha consolidado como uno de los castillos más visitados del mundo, atrayendo cada año a cientos de miles de turistas que recorren sus estancias llenas de historia. 

En el Palacio, el visitante puede sumergirse en la atmósfera medieval que durante siglos albergó a la corte castellana, asombro de viajeros de la época por su magnificencia. Intrigas palaciegas, bodas reales y acontecimientos trascendentales marcaron la historia de este palacio que ha sido testigo del paso de veintidós monarcas.

Su interior alberga una impresionante colección de armaduras de caballeros, retratos de reyes, tapices, mobiliario histórico e impresionantes artesonados medievales que evocan siglos de esplendor. 

El Museo del Real Colegio de Artillería permite, además, descubrir su papel fundamental en el desarrollo científico e industrial de España y Europa.  Para quienes se animan a subir a lo alto de la Torre de Juan II, el esfuerzo se ve recompensado con una panorámica impresionante: la ciudad vieja de Segovia, las esbeltas torres que se alzan en el horizonte y la majestuosa catedral dominando la vista. Al fondo, la sierra de Guadarrama, en invierno cubierta por un manto blanco, completa este paisaje único.  

El Alcázar de Segovia está abierto todos los días del año. Su horario de invierno (del 1 de noviembre al 31 de marzo) es de 10:00 a 18:00 horas, y el de verano (del 1 de abril al 31 de octubre), de 10:00 a 20:00 horas.

Expreso. Redacción. A.F