Ronda, destino imprescindible 2025 por su oferta histórico-artística más deseada

Como novedad, este año la ciudad malagueña de Ronda vive otro hito turístico con la reciente inauguración de LA Almazara, diseñada por Philippe Starck, un museo dedicado al aceite de oliva.

La instalación homenajea la tradición, historia e implicación de un país en la elaboración y difusión de uno de los productos gastronómicos más importantes del mundo.    

El célebre autor austríaco Rainer Maria Rilke declaró que ‘he buscado por todas partes la ciudad soñada, y al fin la he encontrado en Ronda’. Y es que uno de los mayores exponentes de la literatura alemana contemporánea coincide con otros de los grandes genios de la cultura universal del siglo XX, como Hemingway, Orson Welles o James Joyce, en su amor por esta pequeña ciudad de la serranía malagueña, cuya ubicación y belleza han conseguido que sea un destino obligatorio para cualquier amante del arte en todas sus facetas.

Una ciudad que cuenta con una enorme riqueza cultural, paisajística y gastronómica a la que se añade la inauguración de la primera almazara de autor del mundo diseñada por Philippe Starck, situando a Ronda en el mapa de la vanguardia artística.    

Un destino visitado cada año por 1,8 millones de personas y que, gracias a los nuevos atractivos que incorpora la ciudad, se prevé que la cifra supere con creces los dos millones de visitantes durante el 2025.     

LA Almazara diseñada por Philippe Starck  

Ronda se perfila como una de las ciudades más visitadas del próximo año gracias, en parte, a la apertura de la primera almazara de autor del mundo, que viene a completar una oferta tan deseable.

LA Almazara, diseñada por el célebre arquitecto francés Philippe Starck, ha situado a Ronda en el mapa de la vanguardia artística con una obra de arte viviente que es un homenaje a la cultura oleica de la región, a la tradición rondeña y a sus gentes.

Un monumento sin parangón que incluye elementos típicos de la cultura andaluza y malagueña, como un gigante cuerno de acero corten en honor a la historia y vínculo de la ciudad con la tradición taurina o el enorme ojo inspirado en la obra de Pablo Picasso.

LA Almazara completa, además, la oferta museística de la ciudad con un museo centrado en el origen, tradición y uso del aceite de oliva en la industria y en la gastronomía desde su descubrimiento hace más de cuatro mil años.

LA Almazara permite la realización de múltiples actividades, como catas de aceite, paseos entre obras de arte o alojarse en un cortijo andaluz del siglo XIX con inigualables vistas a la sierra de Ronda.

Los olivos centenarios que acompañan al visitante esconden, con su follaje, diversos tesoros que el visitante a LA Almazara puede descubrir por sí mismo, como una bellísima ermita o las obras de arte que Philippe Starck ha instalado entre ellos, aunando arte y naturaleza.    

LA Almazara también permite realizar actividades en familia, ofreciendo la posibilidad de apadrinar un olivo que transmita valores sostenibles a los más pequeños de la casa o pasar un hermoso día en familia con un inolvidable picnic entre olivos.   

Cortijo de LA Almazara  

Enclavada sobre el río y construida en torno a un profundo desfiladero, el embrujo que rodea la ‘ciudad soñada’ se hace patente al asomarse sobre el Puente Nuevo y comprobar la belleza y magnitud de uno de los monumentos más emblemáticos de una de las ciudades más antiguas de España, cuyo origen se remonta al Paleolítico.

Este puente, que albergó incluso una prisión y que se considera una obra maestra de ingeniería, supone una parada obligatoria donde poder realizar una fotografía imprescindible para todo aquel que visita esta localidad malagueña.    

Ronda, cuna además de la tauromaquia moderna, alberga una de las plazas de toros más bellas y antiguas que se conservan: la monumental Real Maestranza de Caballería, visitable en su totalidad y en cuyo interior se encuentra un museo que añade mayor interés a una visita rodeada del incuestionable encanto de la tradición taurina nacional.

Una visita obligatoria para cualquier amante del arte del toreo o para todo aquel simple admirador de la arquitectura neoclásica en una obra que recuerda al patio circular de Carlos V en la Alhambra de Granada y cuya antigüedad data de 450 años de historia viva del toreo, donde Antonio Ordóñez inauguró la famosa corrida goyesca de Ronda en 1954.      

El Palacio de Mondragón, fuente inagotable de leyendas sobre sus célebres residentes, reconvertido en museo de la ciudad, ofrece un discurso sobre la historia de la comarca, apoyado en un estilo mudéjar y renacentista. Un museo de carácter histórico-arqueológico que viene a sumar valor a una ciudad cuyos secretos se cuentan a voces.    

La riqueza paisajística y monumental se completa con una amplia variedad de actividades, como la posibilidad de visitar los baños árabes mejor conservados de la Península Ibérica, conocer los misterios y leyendas de la ciudad a través de divertidos free tours o degustar una gastronomía autóctona que habla por sí sola, como las migas rondeñas con chorizo y panceta, las habas con tomate o el cochifrito.

Sus postres, como las yemas del Tajo o las rosquillas de Ronda, acompañan en celebridad al pan de Ronda, un dulce tradicional rondeño con un sabor muy especial gracias a la canela y a su esponjosidad.    

Todos estos atractivos hacen de Ronda un destino ideal: familiar, cultural, artístico, paisajístico y gastronómico. Un lugar para todo tipo de visitantes, que siempre encontrarán en la ciudad soñada una excusa para volver.

Expreso. Redacción. J.R