El Valle de Arán, reserva de la biosfera

EXPRESO - 06.08.2024

El sello de la UNESCO, otorgado el pasado 5 de julio al territorio aranés, reconoce las áreas cuyo objetivo es armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza.

La Val d'Aran ha sido reconocida como Reserva de la Biosfera de la UNESCO en una solemne ceremonia celebrada el 5 de julio en Agadir (Marruecos), un hito histórico a nivel internacional que hace de este territorio un referente por el impulso de buenas prácticas en el desarrollo territorial, ambiental y socioeconómico.

Las Reservas de la Biosfera son territorios cuyo objetivo es armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza. Se establecen sobre zonas ecológicamente representativas o de valor único, en ambientes terrestres, costeros y marinos, en los que la integración de la población humana y sus actividades con la conservación son esenciales. 

Las Reservas de la Biosfera (RB) son designadas por los gobiernos nacionales y se encuentran bajo la jurisdicción de los Estados en las que están ubicadas.

La designación de las RB permanece a cargo de la directora general de la UNESCO mediante el programa intergubernamental MAB, siendo el Consejo Internacional de Coordinación del MAB (MAB_ICC) el que toma la decisión. Su estatus es reconocido internacionalmente. Las RB implican a las comunidades locales y a todos los organismos interesados. 

La síndica de Aran, Maria Vergés, presente en el acto, manifestó que ‘esta distinción por parte de la UNESCO es un hecho histórico que nos reafirma en el compromiso que como gobierno mantenemos con Aran y su gente’ y añadía que ‘llegar a ser Reserva de la Biosfera de la UNESCO es también un importante reconocimiento en la línea de acción y en el proyecto de país que el gobierno del Conselh Generau d'Aran lleva a cabo, reafirmando que estamos en el buen camino para hacer de Aran un territorio con futuro para su ciudadanía, así como para liderar en el Pirineo una estrategia conjunta de desarrollo sostenible’. 

La Val d'Aran ha sido una de las 11 regiones de todo el mundo reconocidas este julio con el sello de la UNESCO. Aran y la región de Irati, en Navarra, han sido los dos únicos territorios del Estado español que han recibido esta distinción. 

La candidatura de la Val d'Aran

En 2020 el gobierno de Aran iniciaba los trámites para presentar la candidatura del valle para ser Reserva de la Biosfera. La candidatura de Aran como Reserva de la Biosfera se ha postulado como un instrumento para preservar y recuperar las actividades tradicionales promoviendo políticas contra el despoblamiento y transición a un modelo rural más resiliente, vehiculando la armonización de un desarrollo económico sostenible con la gestión y preservación de los valores culturales y naturales. 

Esta candidatura encaja, pues, con los tres ejes principales que la UNESCO fija para este reconocimiento: la conservación de la diversidad biológica y cultural, el desarrollo económico sostenible a nivel sociocultural y ambiental, y el soporte logístico que ampara el desarrollo a través de la investigación, el seguimiento, la educación y la formación. 

Asimismo, esta propuesta ha presentado un equilibrio entre cuestiones ambientales, socioeconómicas y culturales, tomando una importancia relevante la preservación de la lengua, cultura y patrimonio de Aran, elementos esenciales de la singularidad de la Val d'Aran. 

Según la propuesta, la Val d'Aran constituye un lugar excepcional para la conservación de la biodiversidad natural y de la diversidad cultural. Conforma uno de los territorios más singulares de los Pirineos Orientales debido a su cultura fronteriza, su identidad cultural y lingüística propia y su diversidad paisajística y ecológica única.

Constituye también una de las zonas más factibles de transición hacia un modelo más sostenible y un desarrollo económico basado en valores socioculturales y medioambientales. Uno de los mayores retos del territorio es conseguir diversificar sus capacidades convirtiéndose en un espacio más resiliente, puesto que representa un lugar de demostración de métodos de desarrollo sostenible mediante la investigación, la observación, la formación, la educación y la sensibilización. 

Entre otros reconocimientos, la Val d'Aran ya contaba desde el año 2014 con la certificación ‘Biosphere Destination’ como destino turístico responsable y sostenible, siendo el primer destino de montaña del mundo en recibirlo.    

Expreso. Redacción. A.F

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